Baby Shark doo, doo… ¡No! Si aún no había salido de mi cabeza esta pegadiza melodía (de lo que se encarga Doña Meeple, maestra de Educación Infantil), llega Hungry Shark para poner de moda a los tiburones también en los juegos de mesa infantiles. Por algo se han ganado estos escualos el título ¡los reyes del océano! Con Hungry Shark nos adentramos a un divertido y hambriento mar lleno de peces. ¿Preparamos las gafas de buceo con los pequeños de casa?

Hungry Shark es un juego de mesa de velocidad y cálculo mental para niños de la editorial Átomo Games, en el que ayudamos a los peces a escapar de las aletas de tiburón. Con 3 modalidades de juego que varían en el nivel de dificultad, adaptándose a la edad y al desarrollo de los niños. En este juego de mesa educativo es muy importante utilizar nuestras habilidades de observación, atención y lógico-matemáticas. De esta manera, los pequeños de la casa aprenden, mientras juegan en este océano glotón.

Portada de Hungry Shark
Número de jugadores:2 – 8
Duración:10 minutos
Edad mínima:6 años
Género:acción simultánea
Complejidad:1,00 / 5
Editorial:Átomo Games
Diseño:Eugeni Castaño
Ilustración:Ramsés Bosque
Precio recomendado:11,86€

Preparación de partida

Hungry Shark, es un juego de cartas que se puede jugar en 3 modalidades, independiente del nivel de juego elegido, se dividen las cartas oceánicas en 3 mazos (18 cartas cada uno). Las cartas con el dorso de gruta se colocan en el centro, mientras que los otros mazos solo tendrán cartas con el dorso de océano.

Y de esta forma tan sencilla, comenzamos el rescate oceánico. No obstante, no olvidemos nunca que vamos a nadar entre tiburones. Tenemos que estar muy atentos de sus movimientos para salvar todos los peces posibles con agilidad y destreza matemática. ¡Preparados, listos… glu, glu,glu!

Ser el más rápido en contar los peces que escapan de los tiburones no es tarea fácil

¿Cómo se juega a Hungry Shark?

En el juego de mesa Hungry Shark el objetivo de los jugadores es conseguir el mayor número de cartas en su poder, tras jugar 18 rondas. Para ello, debemos contar el número de peces que en cada ronda nos presenta este salvaje océano, que según la modalidad este número puede variar.

En primer lugar, el jugador inicial revela la primera carta del mazo de gruta. Posteriormente, las 2 primeras de los mazos laterales a la vez. Todas las cartas deben estar a la vista de todos los jugadores. El primer jugador que diga el número total de peces que hay en las 3 cartas se las lleva, ganándolas. Cada jugador solo puede decir un número de peces en cada ronda. Si alguien se equivoca le dará 1 carta de su mazo de cartas ganadas, al que haya acertado finalmente el número de peces correcto. Si nadie acierta se descartan las 3 cartas.

En todas las modalidades se juega de esta forma base, introduciendo adaptaciones que van aumentando el nivel de dificultad del juego:

  • Pezqueñines (nivel principiante): una versión para los más pequeños de la casa, por su sencillez. Se juega de forma básica, sin tener en cuenta los pulpos y tiburones que aparecen las cartas. Solamente contamos los peces que hay entre las 3 cartas reveladas.
  • Tiburón comilón (nivel intermedio): esta modalidad aumenta un poco la dificultad del juego, al entrar en escena marítima los tiburones y los pulpos. Los jugadores deberán contar los peces que no han sido devorados por los hambrientos tiburones. Los pulpos son los policías del océano y detienen los ataques glotones de los tiburones, salvando a los peces que vigilan. ¡Ojo! Los tiburones y pulpos realizan su acción sobre los peces que tienen delante, no detrás suyo.
  • Burbujas marinas (nivel avanzado): para los jugadores más audaces o expertos en Hungry Shark. En este nivel final, tendremos en cuenta también las burbujas de la esquina superior izquierda de las cartas de gruta. En estas burbujas marinas se muestra un símbolo que altera nuestro cálculo de peces. Existen 5 tipos de burbujas diferentes: tipos de peces (se dice el número de los peces indicados), peces tachados (números de peces totales sin contar estos), símbolo suma (el color más numeroso de los supervivientes al ataque tiburón), símbolo resta (el color menos numeroso) y círculo tricolor (todos los peces de cualquier color que no han sido devorados).

Y de esta forma tan divertida, toda la familia se adentra en este peculiar mundo marino de Hungry Shark, con partidas en las que no solo vale ser el más rápido sino también el más calculador. ¡Observar y contar para ganar!

Fin de la partida

El juego de mesa infantil Hungry Shark acaba tras jugar 18 rondas, en las que los jugadores van consiguiendo las cartas de océano y gruta gracias a su habilidades de observación, conteo y orientación espacial.

El ganador de este juego de mesa educativo será el que más cartas haya obtenido al final de la partida. En caso de empate, vencerá el que mayor número de peces sume en sus cartas ganadas. Si persiste el empate, se jugará una ronda final decisiva. ¡Suerte y al pez!

Detalle de componentes de la zona de juego de un grumete

Reseña del juego de mesa Hungry Shark

El juego de mesa infantil Hungry Shark tenemos la misión de rescatar al mayor número posible de peces del ataque tiburón.

Los tiburones de este océano están muy hambrientos y nuestros rivales quieren llevarse la medalla al honor, así que esta tarea no será nada fácil. Las principales armas de rescate de los más pequeños en este juego de cartas son su agilidad mental y el cálculo mental del número de peces supervivientes. ¡No se puede perder el tiempo! Pero, ¡atención! Antes de lanzar un número de peces a rescatar, tendremos que mirar bien las cartas, pues la dirección que toman los tiburones y los pulpos en la jugada puede hacer que nos equivoquemos, dándole ventajas a los rivales. En este juego el error se penaliza con la entrega de una carta al otro jugador, por lo que cuidado en calcular a lo loco.

Este divertido juego infantil es además un recurso de aprendizaje fantástico, pues mientras los niños juegan ejercitan sus habilidades de observación, atención, orientación espacial, discriminación y cálculo, haciendo que las «temidas» matemáticas sean un entretenimiento. Además, Hungry Shark cuenta con 3 modalidades que adaptan el nivel de dificultad del juego a un amplio abanico de edades. Es cierto, que si juegan niños de edades muy dispares es lógico que los más mayores consigan puntuar más fácilmente, el juego premia al más rápido. No obstante, siempre podemos hacer algunos cambios a las reglas básicas, haciéndolo por ejemplo cooperativo, en estos casos. Sin embargo, cuando jueguen niños de edades similares la competición es un plus de diversión. E incluso, creo que el juego puede funcionar perfectamente con un niño y un adulto, en el que el reto sea superarse a sí mismo y el adulto ejerza de juez. Aunque es cierto que con un poco de rivalidad, el espíritu de lucha siempre aumenta.

Hungry Shark destaca por sus bonitas ilustraciones que lo hacen vistoso para los niños y, también, los envuelve en su mundo marítimo lleno de glotones tiburones y peces un poco despistados que necesitan ayuda. Un juego de mesa idóneo para los pequeños de casa por su facilidad de aprendizaje y juego. Y sobre todo por su aporte en el desarrollo lógico-matemáticos. Por otro lado, también puede ayudarles en su aprendizaje bilingüe incluyen otros idiomas además del materno en las partidas. Por tanto, es un juego de mesa educativo que encanta a los niños por su temática oceánica.

Pros

  • Educativo: Hungry Shark es un juego de mesa infantil que fomenta el desarrollo de diferentes habilidades lógico-matemáticas en los niños, como por ejemplo: el conteo, cálculo mental, la orientación espacial, atención y discriminación. Además, podemos introducir otros idiomas en sus partidas, facilitando el aprendizaje bilingüe desde edades tempanas. Y todo esto de una forma estimulante y positiva para los niños.
  • Diferentes niveles: este juego de mesa propone 3 modalidades que se adaptan a diferentes tramos de edad o desarrollo cognitivo. Es decir, existen en el juego 3 niveles de dificultad que se adecuan a los jugadores y su nivel de juego.
  • Divertido: en Hungry Shark salvamos peces de los colmillos de los tiburones de forma veloz. La rapidez y agilidad que se necesita, junto a la competición con el resto de jugadores son un aliciente en este bonito mundo submarino.

Contras

  • Jugador inicial: el jugador encargado en cada ronda de voltear las cartas de gruta y océano tiene cierta desventaja. Pues, concentrado en dar la vuelta a las cartas tendrá menos tiempo de reacción para contar los peces que han sido rescatados de los tiburones.
  • Diferencia de edad: si juegan grupos de niños de edades similares no hay problema. Sin embargo, al juntar niños de rangos de edad muy dispares se notará el desnivel de desarrollo en el juego al dar las respuestas, sintiéndose los más pequeños un poco perdidos.
  • ¿Quién ha sido el primero?: el más rápido en contestar ganará la ronda, por lo que todos intentan decir el número de peces el primero. En ocasiones puede existir confusión, una forma de solucionarlo es que los niños deben tapar con su mano la carta de gruta. De este modo, se conoce de forma sencilla quién ha sido el primero.

Mi veredicto

Para cerrar este reseña del juego de mesa Hungry Shark mencionar que es un juego infantil de cartas, en el que los jugadores deben ser los más rápidos y agiles en contar el número de peces que sobreviven al ataque tiburón en este movido océano. Siendo un juego educativo en el que se desarrollan principalmente las habilidades lógico-matemáticas en los niños, de una forma entretenida y competitiva. Así, por las razones anteriormente comentadas, le entrego mi emblema de juego aprobado.

Este juego de mesa no está mal, al menos probadlo
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