Estos mares huelen a panceta y bacon, pues en ellos surca la Trufa Negra, un barco dominado por el insaciable Capitán Bacon. Sin embargo, está llegando la hora de su jubilación, y para pasar a la historia como el pirata más gorrino ha decido reunir el mayor botín. Las noticias de que un galeón cargado de riquezas se acerca a sus dominios, ha hecho que sus fieles puercos quieran deslumbrarle, compitiendo por cazar más tesoros que el resto. ¿Quién conseguirá la mayor fortuna, para heredar el timón cochino?
Capitán Bacon, es un juego de mesa de la editorial Tranjis Games, en el que nos ponemos en la piel de codiciosos cerdos piratas. En este juego de cartas, los jugadores seremos un poco gorrinos, luchando entre piques por lograr riquezas, hasta que uno se convierta en el nuevo capitán de estos graciosos cerdos marítimos.
Número de jugadores: | 2 – 6 |
Duración: | 20 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Género: | gestión de mano set collection memoria |
Complejidad: | 1,25 / 5 |
Editorial: | Tranjis Games |
Diseño: | Lorenzo Tarabini Paco Gómez |
Ilustración: | Ana Marco |
Precio recomendado: | 14,36€ |
Índice
Preparación de partida
Para lanzarnos a los mares de estos piratas cochinos debemos, en primer lugar, separar las cartas de pirata y de galeón. Estas últimas, están simbolizadas en la esquina superior derecha con un barco y se colocan boca arriba dentro de la caja del juego durante la partida, ya que representan los tesoros que trae este navío, el cual va a ser asaltado recurrentemente por nuestros hambrientos piratas.
Por otro lado, las cartas piratas se distribuyen al azar de la siguiente manera: 5 a cada jugador y 8 sobre la mesa boca abajo, representado las islas piratas. Con el resto, formamos un mazo de robo.
Elegimos al jugador inicial y ya estamos listos para comenzar esta travesía entre cerdos piratas en Capitán Bacon.
¿Cómo se juega a Capitán Bacon?
El objetivo del juego Capitán Bacon es conseguir en nuestra mano, antes que el resto, uno de estos conjuntos de tesoros: 3 cofres, 3 diamantes, 4 huchas de cerdito, 4 lingotes de oro, 5 barriles o 5 sacos de bellotas. Estas riquezas se pueden adquirir tanto del mazo de pirata, como del mazo de galeón. Pero, no aparecen en la misma cantidad, así que habrá que tener en cuenta las probabilidades de robo.
Empezando por el jugador inicial y en sentido horario, cada jugador en su turno elije una de entre las siguientes 3 opciones posibles:
- Enterrar cartas: como buenos piratas que somos, siempre andamos enterrando tesoros en la arena de las islas desiertas. Una de las acciones disponibles, es poner encima de la mesa tantas cartas boca abajo como quiera. Es importante recordar dónde está colocando cada una de ellas, porque se está guardando un gran tesoro para desenterrar luego, o al contrario, porque va a esconder una carta de la que no quiere saber nada nunca más.
- Jugar cartas: otra opción es jugar todas las cartas de un tipo que quiera, jugándose de una en una y resolviendo sus efectos. Estas van a la pila de descartes. ¡Ojo! Si obtiene nuevas iguales a las usadas en su turno, también las puede utilizar.
- Pasar: si no quiere entrar en acción en ese turno, puede decidir no hacer nada y dar paso al siguiente jugador.
Al acabar su turno, debe tener como máximo 5 cartas en mano, procurando conservar los tesoros o acciones más suculentas. Asimismo, si tiene menos, roba nuevas hasta llegar a 5. Tras ello, pasa al turno del siguiente jugador y seguimos jugando.
Si en algún momento de la partida no quedan islas en la mesa, colocamos como al inicio, 8 cartas boca abajo del mazo de cartas piratas, pues siempre debe haber al menos una isla disponible. Por otra parte, al agotarse el mazo pirata de cartas, se barajan los descartes para crear uno nuevo.
Cartas piratas
Las cartas piratas de Capitán Bacon, además de contener algunos tesoros, muestran cerditos piratas con carroñeras habilidades que usaremos en nuestro beneficio y perjuicio del rival, como son:
- Pala: desenterramos 1 carta del centro de la mesa, sin mirar, y la añadimos a nuestra mano. Quizás, recordando algún antiguo tesoro o llevándonos una sorpresa al desvelarla.
- Abordaje: nos lanzamos al galeón y lo asaltamos, ganando 1 tesoro del barco, que será el primero disponible.
- Caña: robamos 1 carta de al mano de otro jugador.
- Catalejo: con esta potente lente, podemos mirar la mano de otro jugador y robarle 1 de sus cartas.
- Mapa: nos ayuda a orientarnos mejor en las islas de la mesa, pudiendo mirar 1 y decidir si quedárnosla, o curiosear otra. Lo podemos hacer hasta 3 veces, con la 3º isla consultada, nos tenemos que quedar obligatoriamente esa carta mirada. ¡Importante! No podemos cambiar de posición las cartas que hemos observado con esta acción.
- Soltar lastre: obliga a otra pirata a enterrar la mano completa de cartas, eligiendo la posición que ocupan en la mesa. Después, roba 5 nuevas cartas piratas.
- Espejo: esta carta se usa fuera de nuestro turno, anulando 1 acción de otro pirata contra nosotros (como son caña, catalejo o soltar lastre). Sin posibilidad de encadenar cartas de espejos.
- Cambiazo: intercambiamos nuestra mano de cartas con otro pirata, con el objetivo de aprovecharnos de los esfuerzos de algún rival.
Fin de la partida
La partida a Capitán Bacon acaba cuando se cumplen 1 de estas posibilidades:
- Si algún pirata consigue 1 conjunto completo de tesoros en su mano, se lleva la Trufa Negra y la victoria.
- Al robar la última carta del galeón, dejándolo sin tesoros disponibles.
- Cuando se agota el mazo de cartas piratas, sin la opción de usar los descartes para crear un nuevo mazo con ellos.
En las dos últimas situaciones, el ganador es el pirata con más tesoros en su mano, contando el doble las cartas especiales de 2 tesoros. En caso de empate, comparten el triunfo como dignos adversarios.
Reseña del juego de mesa Capitán Bacon
«Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela» con este himno pirata nos aventuraremos a una travesía como bucaneros, un tanto gorrinos. Y es que, si de por sí esta calaña es bastante salvaje, en este juego no tendremos miramientos en actuar como sucios puercos, tomando el papel de graciosos cerdos piratas. Por ello, sin descanso, tomaremos todos los tesoros que encontremos y abatiremos a toda la competencia, que se atreva a rivalizar en nuestro objetivo de conseguir ser los sucesores del fiero Capitán Bacon. El cuál ha decidido dejar las aguas bravías para la juventud, y retirarse a aguas más mansas.
Con esta atractiva temática, el juego de mesa Capitán Bacon encandila de un primer vistazo a los peques de la casa. Pues, el mundo pirata es un tema que atrapa a la mayoría de niños y niñas de un amplio rango de edad. Incluso, la magia de las aventuras y travesías marítimas de estos saqueadores es fascinante para los adultos, pero por el estilo y modo de juego Capitán Bacon va más enfocado a un público infantil y familiar. Puesto que, es un juego sencillo con acciones fáciles de ejecutar y objetivos claros, como el ir recopilando cartas hasta conseguir un set de tesoros en nuestra mano, usando las islas como almacén y escondite de botines secretos.
De esta forma, podemos destacar junto al disfrute, un enfoque educativo al potenciar el desarrollo de la memoria entre los jugadores, así como la lógica y probabilidad al gestionar nuestras opciones en la recopilación de tesoros. De esta manera, debemos pensar que los tesoros con más posibilidades de obtener si robamos del mazo pirata, son el barril o la bellota, que son los elementos con más cartas en este mazo. Por otro lado, sopesaremos que de otros elementos hay menos cantidades, pero si por ejemplo ya tenemos 1 cofre del tesoro, solamente me faltan 2, mientras que si tenemos 1 bellota, todavía nos faltan 4. Por ello, tendremos que reflexionar sobre el propósito que vamos a perseguir, haciéndonos tomar decisiones con cierta estrategia.
Capitán Bacon tiene como mecánicas principales la gestión de mano, es fundamental pensar que cartas de cerdos usamos en cada momento, así como las que nos guardamos en la mano; además de un punto de set collection al intentar reunir un número determinada de tesoros del mismo tipo, que no será una tarea tan sencilla, al poder mantener en mano 5 cartas solamente y tener que desprendernos de algunas si queremos recibir nuevas. Aquí, entra en juego una de las habilidades más recurrentes de los piratas, enterrar sus tesoros, intentando recordar dónde lo hemos hecho. Esta acción es muy provechosa para reducir nuestra mano, pero también peligrosa, ya que las islas son territorio común, por lo que otro pirata puede echar mano a nuestros escondites. De ahí, la posibilidad de dejar algún regalo de baja utilidad, engañando a los contrincantes y haciéndoles pensar si merecerá la pena desenterrar algunas de nuestras cartas. Por tanto, juguemos con la cabeza del rival para hacerle dudar de nuestras intenciones.
Las partidas a Capitán Bacon son dinámicas y divertidas, convirtiéndose en una pelea constante, con asaltos y robos a traición, viviendo una carrera por la captura de determinados botines. Para que nuestro turno sea fructífero, tendremos que usar bien las habilidades de los cerditos protagonistas, las cuales están muy bien hilada con la temática del juego, realizando abordajes, descubrimientos con catalejo u obligando a soltar lastre. Esto ayuda a que jugarlo sea fácil e intuito, con una iconografía clara que evita la consulta del manual. Pues, incluso, el conjunto de tesoros a alcanzar viene indicado en cada tipo, con las coronas gorrinas.
Por otro lado, al estar las cartas de tesoros camufladas en nuestra mano (compartiendo el mismo reservo que el resto), no sabremos que pirata está más adelantando. Esto nos lleva a una pelea a diestro y siniestro contra todos los adversarios. Otro aspecto a mencionar, es las diferentes probabilidades en la recopilación de tesoros, como he mencionado, teniendo que decidir si decantarnos en perseguir 1 o varios tipos. Ambas opciones, tienen su parte negativa y positiva, ya que mientras que si apostamos por un solo modelo podremos descartar y conseguir más cartas nuevas, y a su vez jugamos más con el azar en la búsqueda. Si optamos por perseguir varios diferentes, tendremos que recurrir a enterrarlos para explorar nuevos, dado el límite de cartas en mano, jugándonos que estos sean robados, pero abriendo las posibilidades de victoria. Habrá de decidir si jugamos como piratas conservadores o más osados en la conservación de nuestros botines.
Es un filler con partida rápidas, pero incluso existe un modo de bucanero exprés que reduce aún más la duración del juego, al aumentar el número de cartas en nuestro mano a 6. Lo que conlleva a agilizar la acumulación de botines y el gasto del mazo de cartas piratas, pudiéndolo sacar para disfrutar de un entretenido combate en un periquete, mientras se prepara un juego más largo o tedioso.
Pros
- Interacción: si somos piratas gorrinos, debe quedar claro que en este juego el ataque entre jugadores está asegurado, dándonos diferentes opciones para fastidiar al resto. No habrá descanso para ninguno, así que nos prepararemos para la batalla de cartas.
- Ilustraciones: Capitán Bacon es un juego divertido y gamberro lo que se refleja en su diseño, desde su portada hasta en las ilustraciones de sus cartas. Con un estilo llamativo y atractivo, que atrae el interés de los peques de un primer vistazo.
- Sencillo: es un juego de corte familiar e infantil, por lo que cuenta con reglas sencillas, turnos rápidos y acciones muy intuitivas.
Contras
- Frustración: existe la posibilidad de quedarnos a un paso de la victoria, atrancándonos con la búsqueda de la última carta de tesoro y siendo adelantados por un jugador más atrasado, pero que ha tenido buena fortuna en su último turno. O incluso, que a las puertas de ganar nos roben las cartas, sin posibilidad de contrarrestar el golpe feroz. Es un juego de pique e interacción directa constante, por lo que tendremos que soportar con endereza estas embestidas.
- Azar: en este juego de cartas, la fortuna también entra en juego. Como por ejemplo, al no aparecer el tesoro que nos falta, quedándose al final del mazo, o sonriéndonos con el robo de 2 o más tesoros iguales de una tacada. Esto último nos puede alegrar, pero no tanto si le sucede al rival.
- Escalabilidad: Capitán Bacon se puede jugar a cualquier número de jugadores. No obstante, bajo mi punto de vista a más jugadores hay más descontrol y confrontación, lo que también hace que la partida sea más divertida y cochina, siendo verdaderos piratas.
Mi veredicto
El juego de mesa Capitán Bacon es un filler de cartas en el que batallamos por adquirir primero un gran botín pirata, buscando un conjunto de elementos iguales en los asaltos a otros contrincantes, islas perdidas y un cargado galeón. Sus partidas dinámicas y entretenidas, nos harán disfrutar de robos a traición y embestidas con el uso de las habilidades de nuestros gorrinos piratas, siendo clave una buena gestión de cartas. Y a vez, debemos poner en juego nuestra memoria escondiendo ricos tesoros o señuelos en islas compartidas. Un juego de corte familiar, que atrae a los peques, pero que también puede ser disfrutable por los adultos que les acompañen. Eso sí, tendremos que batallar también con el azar y la frustración. Por estas razones, a Capitán Bacon le doy mi emblema de juego de mesa recomendado.