Asante, que en suajili significa «gracias», es un juego de mesa de la editorial Ludonova para dos jugadores. Este juego hará que nos convirtamos en unos expertos comerciantes africanos, aprovechando los recursos de la región, mejorando las relaciones sociales con personajes como la Matrona o el barquero del poblado, soltando a búfaloses o gorilas para atacar a nuestro contrincante e incluso, visitando lugares sagrados de la tribu para obtener beneficios.  Si la propia ambientación te ha convencido, prepárate para disfrutar de una batalla en pareja por ser el más astuto negociante, en una atmósfera puramente africana.

Portada de Asante
Número de jugadores:2
Duración:40 minutos
Edad mínima:12 años
Género:action points
set collection
gestión de mano
Complejidad:2,00 / 5
Editorial:Ludonova
Diseño:Rüdiger Dorn
Ilustración:Michael Menzel
Precio recomendado:21,95€

Preparación de partida

Para preparar la partida, cada jugador elige el puesto de mercado (rojo o verde) y lo coloca delante de él en su área de juego. Separamos las cartas de lugar sagrado del resto (15 cartas) y colocamos 3 de estas boca arriba en el centro de la mesa, formando una frontera entre los dos jugadores, colocando cerca este mazo de robo. Con el resto de cartas de acción, se reparten 5 cartas a cada jugador al comienzo de la partida, y el resto forma parte del mazo de robo. Además, se les entrega 20 pepitas de oro (distribuidas 5 fichas de 1 y 3 de 5), como capital inicial, el resto forma la reserva. Las mercancías (pieles, hierbas, tela, fruta, plata y sal) forman el almacén para ambos jugadores, colocándose en un lugar accesible para ambos.

Por último, según el propio juego, el jugador con más dinero suelto en el bolsillo comienza la partida, colocando los 5 contadores de acción en su lado de la mesa de juego. ¡Qué comience la cruzada!

Colocación inicial de una partida de Asante

¿Cómo se juega a Asante?

Con Asante deberemos llenar nuestro puesto de mercando con mercancías que atraigan a los compradores, a través de la cartas de mercancía, que sirven tanto para comprar como vender el tipo de material que aparece en ellas. Pero no es tarea fácil pues, en el negocio africano, intervendrán elementos como personajes (amaestrador, contrabandista, explorador…), animales (gorila, suricatos, búfalo africano…) y lugares sagrados (montañas Ruwenzori, KIlimanjaro, cataratas Victoria…) que son cartas de un solo uso, que nos ofrecen ventajas o provocan una zancadilla a nuestro adversario, así que cuidado con ellas, un ataque puede acabar rápidamente con nuestra ventaja de oro o cartas. Por otro lado, entran en juego también objetos (mancala, muñeco vudú, abanico de pelo de camello…), que son cartas que se conservan en el centro de la mesa, pudiendo utilizarlas una vez por turno, hasta cambiarlas u obligarnos nuestro oponente a deshacernos de ellas.

En cada ronda cada jugador tiene 5 contadores de acción, si al final de la partida nos sobran 2 o más, recibimos un oro de la reserva. Cada turno se divide (si nada te lo impide, como he dicho es una gran batalla a dos) en 2 fases, que tienen que seguir este orden: robar cartas y jugar cartas.

Robar cartas 

La primera parte del juego consiste en robar cartas del mazo para lograr habilidades. Cada robo cuesta una acción, podemos decidir si quedarnos con la carta y pasar a la siguiente fase del juego o descartar esa carta y seguir robando, gastando contadores de acción. Otra opción que nos ofrece el juegos es omitir la fase de robo y pasar directamente a la fase 2 (usar las cartas de nuestra mano), pero en esta fase no podremos robar cartas del mazo, a no ser que una carta de la mano nos lo permita al usarla.

Jugar las cartas de Asante

En esta segunda fase, comienza la acción, podrás jugar las cartas que quieras, teniendo en cuenta que cada carta cuesta una acción (algunas incluso más según la habilidad a usar, quedando indicado en el texto de las cartas). Pero existe un excepción, las cartas de lugar sagrado no cuestas ninguna acción. Existen 5 tipos de cartas con diferentes uso y que se pueden usar en el orden que quieras:

  • Mercancías
  • Objetos
  • Personajes
  • Animales
  • Lugares sagrados.

Fin de la partida

Cuando un jugador consigue llenar su arcas con el oro africano de Asante, llegando a conseguir 60 pepitas de oro o más al final de su turno. Pero cuando esto ocurre, el juego permite al oponente un último turno de revancha, con 5 marcadores de acción. Tras ello, el jugador con más oro será el ganador, ante empate ganará el jugador que haya jugado el último turno (el que realizó la revancha). Así que ¡ojo! hay que pensárselo bien antes de alcanzar el objetivo de oro, pues muchas veces no acabaremos como vencedor de Asante, cumpliendo el dicho popular «los últimos serán los primeros». No nos fiemos de la victoria y preparémonos para la represalia.

Reglas adicionales

Algunas pautas a tener en cuenta durante las partidas de Asante son:

  • Un jugador puede acumular en la mano tantas cartas como quiera, no hay un número máximo permitido.
  • Las cartas de lugar sagrado no van a la mano, se colocan en nuestra área de juego y ¡recordemos! no cuestan acción.
  • Cuando un mazo de robo se acaba, se barajan sus descartes y se forma uno nuevo.
  • Nuestro banco o reserva de oro tiene que estar siempre visible para el otro jugador.
  • Si al usar una carta de animal o personaje conseguimos obtener mercancías, elegimos el tipo que necesitemos o queramos. Esto no ocurre con las cartas de mercancía, que estamos obligados a comerciar con las que aparecen en la carta.
Partida en desarrollo de Asante, el juego de mesa para parejas

Reseña del juego de mesa Asante

En esta reseña, os presento el juego de mesa para dos: Asante. Cuyo nombre ya nos envuelve en su temática africana que, como he mencionado, hace alusión a la despedida que hacen los comerciantes africanos a sus compradores como agradecimiento. Pero no es armonía lo que nos ofrece el juego, sino una ardua batalla con nuestro contrincante para hacernos con el dominio del negocio. Nos ofrece la posibilidad de no seguir un comercio muy justo, es decir, jugar sucio: soltando animales salvajes, utilizando muñecos vudú, comprando contrabandista y una amplia gama de oportunidades para destrozar el chiringuito del rival , acabando con sus planes o ventajas.

Otro valor que posee Asante, es la ambientación de las ilustraciones de las cartas que evoca en todo momento a la región africana, así como la buena explicación que contienen las mismas, agilizando el juego sin tener que aprender reglas más tediosas. El juego funciona simplemente leyendo las cartas y sabiendo cuándo y cómo utilizarlas.

El factor estratégico es clave en este juego, en el que debemos pensar muy bien cómo usar nuestras cartas, además de estar atentos a los movimientos del adversario, en un despiste puede hacerse con el monopolio comercial y dejarnos en la cuneta de la partida. Pues ¡ojo! por un mal uso de mis cartas, ni en una ni en 2 partidas me he visto desplumado de cartas y dejándome «apalear» por los asaltos del otro jugador, sin ningún tipo de defensa, ni contrataque, dejándome vendido a la suerte. Por tanto, saber reservarnos cartas para el momento oportuno, puede definir la victoria. Mi consejo es que sepáis economizar bien las cartas durante la partida.

Es un gran juego en el que las cartas, su amplia variedad y el azar a la hora de robar, le hace poseer una gran rejugabilidad, cada partida es completamente diferente según qué cartas nos salen en cada momento. Y gracias a esto, no te cansas de él, existiendo piques y revanchas aseguradas tras cada partida, además si tenemos en cuenta que es un juego de a dos. Pero, esto también origina que en las partidas juegue un papel importante el azar o la suerte en las cartas, lo que hará que la victoria a ojos del rival quede desmerecida. En mi opinión, en el juego como en el amor la suerte existe, así que cojamos nuestro trébol y…. ¡a ganar la partida!

En esta reseña de Asante, descubrimos un juego perfecto para momentos de 2 jugones, juego de mesa exclusivo para dos y eso se nota en la partida, no cómo otros juegos que adaptan mal y de forma floja esta variante. Parejas jugonas, habrá enfados y piques con este juego de rivalidad, en el que incluso una vez proclamado el vencedor, el juego permite que el rival te dé una puñalada trapera por la espalda, dándole la posibilidad, como he explicado en la reseña, de una ronda final para alcanzarte, así que mucho ¡cuidado! cuando cerréis. Pero ¿no es esta incertidumbre y lucha lo que hace que disfrutes más en la partida? Para mi sí, por eso queda recomendado para jugadores que busquen batalla y enfrentamiento a dúo.

Para acabar, mencionar que este juego es una adaptación mejorada de otro juego, que quizás algunos conozcáis, se llama «Jambo» del mismo autor. Con la misma temática y dinámica de juego, solo con leves modificaciones, que para mí son un acierto, la introducción de los lugares sagrados (que son aliados durante el juego) y algún cambio en las acciones de las cartas.

Pros

  • Rejugabilidad: el juego tiene un gran número y diversidad de cartas, que hacen que cada partida sea particular, al robar las cartas no sabes en ningún momento las armas para esa ronda, haciéndonos en todo momento replantear la estrategia. No pararemos de darle al coco con este juego, no hay lugar para el aburrimiento.
  • Juego para 2: está destinado a 2 jugadores, al no ser avaricioso al no englobar más, el juego es perfecto para una batalla a dúo. Pero aviso a navegantes, los piques en pareja están más que asegurados, ya que nuestros ataques irán dirigidos al mismo o el turno final de revancha dejará mucho que debatir.
  • Rivalidad: el juego propone hacernos el amo del comercio africano, así que deberemos intentar ser el más rápido y poderoso en mercancías u oro, con cartas que ayudan a mejorar nuestro mercado o proponen obstáculos al rival, ¿y qué es más divertido de usar? ¡La batalla está asegurada!

Contras

  • Azar: al ser un juego de robo de cartas nuestra partida queda en parte en manos de la suerte al robar. Pudiendo conseguir el éxito con 3 cartas bien conectadas o el fracaso con 7 cartas sin utilidad en el momento.
  • Ronda final: aunque seamos el más rápido y rico comerciante, Asante no deja que nos hagamos con la gloria tan fácilmente al contrario, le da la oportunidad al oponente de igualarnos en un turno final. Guste o no así es el juego, no os ilusionéis ni os fiéis tan rápido.
  • Partidas relámpago: en ocasiones las partidas se pueden decidir en nada por la suerte del jugador en el robo de cartas, por lo que podremos quedar desanimados si vemos al otro jugador con 40 pepitas de oro y tú con las 15 del comienzo y tu puesto de mercado casi vacío.

Mi veredicto

Creo que nos encontramos ante un juego que permite muchas posibilidad de estrategia con las cartas. Además es exclusivo para 2 jugadores, lo que hace ideal las batallas 1 vs 1. Parejitas jugonas es un juego de estantería. Mi sentencia final para el juego de mesa «Asante» en esta reseña, es concederle mi emblema de distinguido.

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