En las brumas del norte, donde el mar azota las costas rocosas y el viento susurra historias de guerreros legendarios, habitaban los vikingos. Un pueblo conocido por ser navegantes intrépidos, exploradores audaces y guerreros feroces, cuya cultura estaba profundamente ligada a la mitología nórdica y la figura omnipresente de Odín, el Padre de Todos.

El banquete de Odín es un juego de mesa de la editorial Maldito Games. En él, reviviremos la historia de estos peculiares guerreros, cuyas expediciones y saqueos fueron admirados y temidos por El Viejo Mundo. A través de una mecánica de colocación de trabajadores y gestión de recursos, los jugadores competiremos por liderar a nuestro clan vikingo hacia la gloria y la prosperidad.

Número de jugadores:1 – 4
Duración:30 – 120 minutos
Edad mínima:14 años
Género:worker placement
colocación de losetas
grid coverage
push your luck
Complejidad:3,86 / 5
Editorial:Maldito Games
Diseño:Uwe Rosenberg
Ilustración:Dennis Lohausen
Precio recomendado:67,96€

Preparación de partida

En primer lugar, desplegamos el tablero de acciones en el centro de la mesa, por el lado que corresponda según el número de jugadores y añadiendo las losetas de ampliación para partidas a 4. En torno a este disponemos:

  • Las bandejas de productos, con las losetas ordenadas como se muestra en el manual.
  • El tablero de almacenaje con el repositorio de losetas especiales.
  • El tablero de barcos con los navíos separados y apilados por tipos.
  • La reserva general con los productos de materiales de construcción (madera, piedra, y mineral), las monedas de plata y las fichas de sanción del thing.
  • Las tiras de montaña. Se forma una pila y se revelan 2-3 boca arriba, poniendo en cada una los materiales de construcción y monedas indicados.
  • Los 4 tableros de territorio por la cara que muestra las letras de la A a la D.
  • Las losetas de edificio separadas y apiladas por tipos.
  • Un mazo de cartas de oficio (a elegir entre 3).
  • El mazo de cartas de arma.

Cada jugador recibe:

  • Un tablero personal, que coloca por un lado u otro en función del número de rondas a jugar.
  • Elige un color y toma 12 vikingos. Coloca uno en cada casilla numerada del track del banquete y los restantes en la explanada del thing.
  • 1 carta básica de oficio.
  • Una mano inicial de cartas de arma compuesta por un arco, una trampa y una lanza.
  • 1 loseta de hidromiel.

Se le hace entrega a un jugador del token de arce para determinar el jugador inicial y ya estaríamos listos para jugar una partida a El banquete de Odín.

¿Cómo se juega a El banquete de Odín?

Nuestro objetivo en El banquete de Odín es conseguir la mayor cantidad de PV. Para ello, haremos las tareas típicas del día a día de cualquier clan vikingo. Cazaremos y recolectaremos comida para el pueblo y los grandes banquetes, elaboraremos artículos, haremos edificios para almacenar materiales y barcos para realizar incursiones y explorar nuevos territorios, todo en pos de lograr una progresión económica que catapulte el poder y liderazgo de nuestro clan.

La partida transcurre a lo largo de 6-7 rondas de juego según la duración de partida que hayamos planteado. A su vez, cada una de ellas se compone de un total de 12 fases que se resuelven por orden. La mayoría son de mantenimiento, por lo que se pueden jugar de forma simultánea, a excepción de la fase de realizar acciones (fase 5) que se juega por turnos. Veamos cada una de ellas:

  • Fase 1: obtener un vikingo. Cada jugador toma 1 vikingo, el situado más a la izquierda del track del banquete, y lo añade a su explanada del thing.
  • Fase 2: cosechar. Esta fase, al igual que las fases 3 y 4 que vamos a ver a continuación, solo se ejecuta en determinadas rondas, lo cual viene indicado en la ayuda impresa debajo del banquete de cada jugador. En esta, los jugadores reciben un set de losetas de producto con el fondo naranja.
  • Fase 3: voltear tableros de territorio. Si procede y está disponible, se le da la vuelta al territorio en cuestión. A los restantes que todavía permanezcan en el suministro, se les pone 2 monedas de plata encima. Al voltear un territorio, este pierde las monedas que tuviera encima.
  • Fase 4: robar un arma. Cada jugador añade a su mano una nueva carta de arma del mazo.
  • Fase 5: realizar acciones. Empezando por el jugador inicial, y siguiendo en sentido horario, los jugadores se turnan para colocar vikingos de sus explanadas sobre el tablero de acciones, hasta que todos se queden sin vikingos o pasen. En su turno, el jugador activo elige una casilla de acción del tablero que esté libre y coloca sobre ella tantos vikingos como indique la cabecera de la columna. Las columnas 3ª y 4ª, además de hacer la acción de la casilla escogida, también permiten al jugador robar una carta de oficio del mazo y jugar una de su mano respectivamente. Tras ello, realiza la acción de la casilla, acciones variadas de las cuales hablaremos más adelante de forma resumida.
  • Fase 6: jugador inicial. El jugador que colocase el último vikingo en la fase anterior recibe el token de arce y será el jugador inicial en la próxima ronda.
  • Fase 7: cobrar ingresos. Cada jugador obtiene tantas monedas como muestre el valor más bajo visible de la escala de ingresos, tanto de su tablero personal como de los tableros de territorio que posea.
  • Fase 8: criar animales. En la parte inferior del tablero, cada jugador cuenta con espacios de establo para almacenar y reproducir ovejas y reses.
    • Si cuenta con al menos 2 animales del mismo tipo y ninguno está embarazado, voltea una de las losetas para indicar que ahora uno de ellos sí lo está.
    • Pero si ya tenía al menos un animal embarazado, lo voltea para que deje de estarlo y toma un animal del mismo tipo de la bandeja de productos.
  • Fase 9: preparar banquete. Los jugadores colocan losetas naranjas y rojas, además de monedas, para cubrir las casillas visibles del track de sus respectivos banquetes. Para ello hay que tener en cuenta que:
    • No se pueden colocar losetas del mismo color adyacentes entre sí.
    • Las monedas se pueden poner adyacentes entre sí.
    • Se puede poner 1 loseta de cada tipo en horizontal. Si queremos poner otra podemos hacerlo, pero en vertical.
    • Por cada casilla no cubierta, el jugador recibe una ficha de sanción del thing.
  • Fase 10: recibir recompensas. Los tableros de jugador (ya sea individual, de territorio o de edificio) disponen de iconos de producto impresos. Por cada icono que esté visible y rodeado por completo, su propietario recibe el producto en cuestión.
  • Fase 11: mantenimiento tiras de montaña.
    • Se quita el producto situado más a la izquierda en cada tira de montaña.
    • Se retiran las tiras de montaña que estén vacías.
    • Se revela una nueva tira de montaña de la pila y se reponen los materiales de construcción y monedas indicados.
  • Fase 12: recuperar vikingos. Cada jugador toma los vikingos de su color del tablero de acciones y los devuelve a su explanada del thing.

Tras esto, finaliza la ronda y comenzaríamos una nueva.

Acciones libres

A lo largo de la partida, hay determinadas acciones que los jugadores pueden hacer cuando quieran. Estas serían:

  • Colocar productos y/o monedas: teniendo en cuenta las siguientes reglas de colocación:
    • Se pueden cubrir casillas vacías o impresas de producto de cualquier parte de nuestros tableros personales, incluso dejando espacios entre los elementos dispuestos.
    • Un elemento ya colocado no puede ser retirado ni reubicado.
    • Para cubrir una casilla numerada de nuestra escala de ingresos, primero se han de tapar al menos todas las casillas vacías situadas en el ángulo inferior izquierdo a esta casilla, incluidas las de la misma fila y columna.
    • Los productos especiales se consideran azules a cualquier efecto de colocación.
    • Los tableros individuales y de territorio nos permiten colocar productos azules, rojos, mineral y monedas. Los productos azules se pueden tocar entre sí ortogonalmente, mientras que los verdes solo en diagonal.
    • Los tableros de edificio permiten productos azules y verdes con adyacencia ortogonal, productos rojos y naranjas con adyacencia en diagonal, monedas y algunos hasta madera y piedra, pero no mineral.
  • Comprar barcos: cada tipo de barco tiene un coste en monedas que podemos pagar en cualquier momento para comprarlo y añadirlo a nuestro muelle.
  • Armar barcos: se pueden poner minerales en los espacios destinados para los mismos en los barcos de mayor envergadura de nuestro muelle.
  • Oficios: las cartas de oficio nos permiten hacer ciertas acciones en cualquier momento.

Tipología de casillas en el tablero de acción

Durante la fase 5 actuaremos sobre el tablero de acciones, colocando vikingos para ejecutar acciones específicas. Dicho tablero cuenta con prácticamente un sinfín de acciones en las que no vamos a profundizar en este artículo. Sin embargo, sí vamos a abordar los distintos bloques de acciones, las cuales se diferencian por el color de fondo de las casillas, de modo que conozcáis las posibilidades que ofrece El banquete de Odín.

  • Casillas de producción: nos otorgan productos (en forma de loseta o material de construcción) y puede que monedas. Algunos son gratuitos y otros requieren o bien el pago en monedas o cumplir una condición.
  • Casillas de intercambio: se entregan productos o materiales a cambio de edificios, barcos o losetas mejoradas.
  • Casillas de montañas y comercio: con estas obtendremos materiales de las tiras de montaña (robando de izquierda a derecha) y/o mejoraremos losetas de producto. Para mejorar el nivel de un producto, cambiaremos una loseta de nuestra reserva personal por otra del mismo tamaño de la bandeja y que tenga 1 o 2 niveles por encima según se indique en la acción. Los niveles, ordenados de menor a mayor, son: naranja, rojo, verde y azul.
  • Casillas de barcos knarr: si tenemos este tipo de barcos, podremos mejorar losetas verdes por azules (de distinto tipo) o comprar losetas especiales, ambas pagando el coste indicado en monedas.
  • Migraciones: volteamos un barco knarr o drakkar del muelle y lo llevamos al track de banquete. A partir de ahora tendremos que pagar menos productos a la hora de resolver la fase de preparar el banquete.
  • Incursiones: el jugador realiza tiradas de dado para determinar un valor de combate, el cual canjeará para ganar una loseta azul o especial. Para realizar la acción, es necesario contar con al menos un drakkar en el muelle. A continuación, el jugador lanza el dado rojo en busca de obtener un valor más alto posible, y para ello dispone de un máximo de 3 intentos. Cuando considere que el valor es lo suficientemente alto, deja de tirar y se queda con dicho valor, al que puede sumar cartas de arma de espada y/o piedras para incrementar su valor de combate. Tras ello, gasta este valor para llevarse una loseta azul de la bandeja o especial del tablero ovalado que pueda permitirse. Si el valor de combate es inferior a 6, no le da para comprar nada o simplemente prefiere no hacerlo, puede dar la incursión por fallida y llevarse como consuelo 1 piedra y 1 carta de espada.
  • Pillajes: funciona exactamente igual que las incursiones, salvo que se lanza el dado azul (en lugar del naranja), que al valor de combate se suman también los minerales que haya en sus drakkars y que en caso de fracaso recupera un vikingo.
  • Caza: en este caso, la caza funciona a la inversa, ya que buscaremos en las tiradas un valor de combate lo más próximo a 0. Cada casilla de acción tiene sus particularidades, ya que en las que lanzaremos el dado rojo usaremos cartas de arco/trampa y/o madera para disminuir su valor hasta cero y en las del dado azul emplearemos barcos balleneros (contando sus cubos), cartas de lanza y/o madera. En ambos casos, solo tendremos éxito si alcanzamos un valor de 0, ganando losetas rojas y/o verdes específicas. De lo contrario, fracasamos y obtenemos alguna recompensa en forma de carta, material y puede que vikingo.
  • Exploración: podemos agregar una loseta de territorio a nuestra zona de juego. Necesitamos contar con al menos un barco del tipo indicado en la loseta y recibimos también las monedas que haya sobre esta (si las hubiera).
  • Oficios: con ellos podremos robar o jugar cartas de oficio de nuestra mano.
  • Losetas para ampliar: solo en partidas a 4 y permiten al jugador que la ocupe replicar una casilla de acción ya ocupada.

Fin de la partida

La partida a El banquete de Odín concluye tras la fase 9 de la 6ª o 7ª ronda, dependiendo de si estamos jugando una partida corta o larga. Posteriormente, se pueden colocar los productos, materiales y monedas que nos queden en los distintos tableros personales, y pasaríamos al recuento de puntos de victoria (PV):

  • PV positivos por barcos (en muelles o en banquete), territorios, cobertizos y casas, ovejas, reses, oficios, loseta especial de corona inglesa y monedas sobrantes.
  • PV negativos por cada casilla con valor impreso de -1 en el tablero individual y en los territorios y edificios si tuviera; además de -3 por ficha de sanción del thing.

El jugador que tenga más PV se lleva la partida a El banquete de Odín.

Miniexpansiones

  • Islas: se incorpora un nuevo tablero de territorio al repertorio disponible al inicio de cada partida.
  • Cosecha: se realizan ligeros ajustes en la fase de cosecha. Varía el orden de las cosechas respecto al juego base y cada jugador recibe un recurso diferente adicional como cosecha. También entran en juego nuevos recursos y otro tablero de territorio.

Reseña del juego de mesa El banquete de Odín

Las tierras áridas de los vikingos, les obligan a tomar sus barcos en busca de zonas más fértiles, en los que consigan prosperar su agricultura y ganadería, para alimentar a su gente. No obstante, mientras exploran con osadía y valentía, no pueden evitar caer en la tentación de saquear ciudades en busca de valiosas reliquias y joyas. Ante la escasez y dificultades, debemos seguir un proverbio vikingo y plantearnos cuántos enemigos tenemos en torno a la mesa. Todos intentar alcanzar el mayor prestigio, que contente a sus exigentes dioses y les dé poder en el clan. Por tanto, ¡oídos atentos, ojos alerta!

Y con esta embaucadora temática, sobre la cultura vikinga se nos presenta el juego El banquete de Odín, cuya mecánicas principales son la colocación de trabajadores y la creación de patrones con los bienes conseguidos. En este eurogame de peso medio-duro, del aclamado Uwe Rosenberg, tendremos que planificar nuestras jugadas, para que sean lo más beneficiosas posibles y lograr adelantarnos a nuestros rivales, bloqueándoles sus intentos de progreso.

Sin embargo, la tarea de bloquear a nuestros rivales se complica en este juego, ya que el tablero principal cuenta con una gran cantidad de opciones, en las que colocar a nuestros vikingos. Aquí, llega el gran debate que nos plantea El banquete de Odín, qué lugar es el más adecuado en cada momento de la partida, lo que nos devanará el coco. Algunos huecos suponen un gasto menor de trabajadores, mientras que otros requieren más, pero con ventajas interesantes, como robar o jugar cartas, además de la acción. Debemos equilibrar el uso de trabajadores, con los beneficios que nos reporta su ejecución en dicha ocasión. Pues, conseguir ser los últimos en jugar, nos da la ficha de jugador inicial.

Por tanto, el juego tiende al análisis parálisis en los jugadores, quienes se ven en un mar de posibilidades entre las que elegir. Habrá quién disfrute de esto, o al contrario y se frustre por las constantes decisiones a tomar, cuando todas pueden ser igualmente beneficiosas. No existe una opción mala, sino mejor o peor gestionada y aprovechada por el jugador.

Desde un primer momento, somos conscientes de que nuestro tablero personal de juego está repleto de puntos negativos, siendo nuestro principal afán en El banquete de Odín tapar dichos espacios, para que no nos salga la puntuación final en negativo. Esto lo hacemos con nuestros productos, verdes y azules, pudiendo utilizar también herramientas, joyas, monedas y cubos.

A pesar de que utilizar estos dos últimos elementos, parezca un poco bárbaro, ya que tiene múltiples utilidades durante la partida, siendo el dinero un bien bastante preciado y que da PV al final de la partida. Conforme aumenten nuestras ganancias, no veremos con malos ojos ocupar ciertos huecos del puzle con su uso, sobre todo los más difíciles de asaltar con la colocación de losetas.

Así, nos ocupamos de no perder PV. A la hora de ganarlos, podemos utilizar las migraciones, siendo la opción que más me convence para sumar suculentas cuantías de PV. Al llevar a nuestros barcos al retiro, ocupando 2 huecos del banquete que hay que alimentar en cada ronda, por lo que esta opción es doblemente beneficiosa.

Otra manera lucrativa de ganar PV es con la cría de ganado, cuando consigamos 2 vacas y 2 ovejas, cada dos rondas tendremos una nueva, otorgándonos PV de forma constante, sin ni siquiera gastar acciones. Además, podremos evolucionarla de color para cubrir una gran superficie en el tablero o usarla como alimento en el banquete. Esta última opción no es tan rentable, ya que desperdiciamos bastantes espacios.

Pero ¡ojo!, que si dejamos algún hueco sin rellenar en el banquete, recibiremos fichas de -3 PV, por lo que dejarse varios puede ser bastante dañino. Por lo que, hay que ser precavido en la evolución de losetas, guardándonos de la cosecha o ingresos elementos naranjas o rojos, e incluso monedas para alimentar a los vikingos de la mesa. Una tarea no difícil de conseguir, ya que nos dan cosechas con elementos gratis en ciertas rondas, pero sí quizás olvidar, gastándonos las losetas en otros espacios.

Por otra parte, también podemos recurrir a la construcción de edificios o descubrimiento de nuevas islas para ganar más puntos de prestigio. No obstante, estos poseen huecos con puntuación negativa que debemos cubrir para que la jugada nos sea rentable. Mas, algunos de estos territorios nos sirven para dar uso a las losetas naranjas o rojas que no se pueden colocar en el tablero personal, y las cuales solemos acumular fácilmente por la fase de cultivo o por los benéficos que vamos consiguiendo.

Otros métodos de puntuación son los barcos, las cartas de oficio y las monedas, aunque no son fuentes tan provechosas, como las anteriormente señaladas, ya que los barcos los utilizaremos para migrar, no nos bajaremos a mesa tantas cartas y las monedas tienen múltiples posibles de utilización.

Las acciones a realizar en El banquete de Odín son sencillas de asimilar, pues buscaremos en todo momento conseguir nuevas losetas, con el mayor tamaño posible, para situándolas de la mejor forma posible a modo de puzle. Por tanto, no existe un gran motor de progreso, únicamente prosperaremos ronda tras ronda en los ingresos o beneficios que recibamos al rodear por completo huecos de los tableros.

El mayor rompecabezas de este juego de mesa es la selección adecuada de acciones, al existir tantas es difícil procesarlas todas y tenerlas controladas, para no olvidar la que mejor nos convenía en ese momento o incluso, descubrir alguna por el mero hecho de que ha sido utilizada por un rival. Es fundamental analizar todas las opciones, aunque en un primer momento imponga la gran cantidad que existe. Muchas son similares y se encuentran distribuidas por categorías, marcadas por colores.

El banquete de Odín cuenta con un diseño con aire clásico, que nos recuerda a otros títulos como Campos del Arle, con la incorporación del puzle de cuadrículas en el tablero personal, por lo que es bonito, pero no cautivador a primera vista, con una simbología clara. Es un euro que escala relativamente bien a cualquier número de jugadores, contando con un tablero reversible que ajusta las posibilidades en la colocación de trabajadores a más o menos jugadores. Sin embargo, la sensación es que a 2 jugadores el bloqueo no es tan determinante, mientras que a 4 la batalla es más feroz, sobre todo por ser jugador inicial.

Pros

  • Puzle: en El banquete de Odín nuestra principal misión es conseguir bienes que distribuir por nuestros territorios de manera táctica, para sacar el mayor aprovechamiento y rentabilidad posible, ayudándonos a ocultar puntos negativos, así como para obtener mayores ingresos y beneficios en la partida. Con el riesgo de saber que pieza colocada, pieza que no podemos volver a mover.
  • Vías de puntuación: hay varias formas, como se comenta en la reseña, de conseguir PV, por lo que el juego nos permite explorar diversas opciones. Es un aspecto que nos exige meditar y planificar con estrategia nuestras jugadas, para ver la posibilidad más ventajosa.
  • Acciones simples: estamos ante un juego fácil de comprender, al contar con acciones sencillas de asimilar, pero con tantas opciones y decisiones que se vuelve exigente. Pues, lo que no es tarea fácil es encontrar el movimiento más óptimo en ese momento, que nos ayude a fastidiar a los adversarios y que nos venga redondo a nuestra jugada.

Contras

  • Abrumador: la multitud de acciones que componen el tablero principal, hacen que demos un paso atrás, ya que son tantas las posibilidad que nos ofrecen que no sabremos ni por dónde empezar. Y nos costará algunas partidas, averiguarlo.
  • Losetas doble cara: al tener las losetas de bienes y alimentos dos colores en cada lado, en ocasiones se pueden producir fallos o equivocaciones sobre el lado que teníamos visible. Y dándole vida a los posibles tramposos, la facilidad de evolucionar un recurso.
  • Análisis Parálisis: al disponer de una abundante cantidad de acciones posibles en cada turno, esto hace que los jugadores mediten demasiado sus elecciones, alargando los entreturnos sobre todo a 4 jugadores.

Mi veredicto

El banquete de Odín es un eurogame de peso medio-duro, en el que como vikingos exploraremos nuevos terrenos en busca de riquezas y recursos para nuestro pueblo. Con el uso adecuado de nuestros trabajadores en el tablero central, que dispone de multitud de acciones, iremos ganando prestigio al acabar con la escasez de nuestra región (ocultando los puntos negativos) y progresando en otras regiones, con la formación de puzles de poliominós. Las múltiples posibilidades que ofrece, lo hacen un juego exigente y abrumador, generando grandes dosis de análisis parálisis en los jugadores, pudiendo alargar de forma excesiva su duración, por la espera entreturnos. Por todas estas razones y las comentadas en la reseña, El banquete de Odín se merece mi emblema de juego recomendado.

Juego recomendable para una ludoteca estándar
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