¿Os imagináis construir vuestro propio mundo? Viajamos al origen de todo para crear un lugar único, repleto de coloridos paisajes que nos transportarán a un cuento con bosques frondosos, campos de cereal dorado, pueblos pintorescos, vías con senderos de metal y ríos caudalosos. Pero hasta entonces queda un largo camino, en el cual trataremos de planificar el desarrollo del mapa como buenamente podamos para cumplir las peticiones random del pueblo.

Dorfromantik es un juego de mesa de la editorial SD Games. Ganador del Spiel des Jahres 2023, se convierte en una de las apuestas fuertes de la editorial española para este 2024. Inspirado en el conocido videojuego con el que comparte nombre, nos encontramos con un juego cooperativo de loseteo que nos lleva a dar forma y moldear un bonito paisaje con extensiones de terreno variadas, entrelazando lo mejor posible los distintos territorios, vías y ríos para poder profundizar en la aventura en formato campaña sin spoiler, así que podéis seguir leyendo tranquilamente.

Número de jugadores:1 – 6
Duración:30 – 60 minutos
Edad mínima:8 años
Editorial:SD Games
Diseño:Michael Palm
Lukas Zach
Ilustración:Paul Riebe
Precio:40,46€
Portada de Dorfromantik

¿De qué va Dorfromantik?

Dorfromantik es un juego de mesa de colocación de losetas hexagonales que nos invita a construir un paisaje, el cual conformaremos en equipo combinando sabiamente las zonas de bosque, campo, pueblo, camino y río presentes en las losetas. Todo ello orientado a maximizar la puntuación, ya que cada partida forma parte de una campaña cooperativa, en la que iremos avanzando a medida que mejoremos nuestra puntuación, lo que nos permitirá abrir las diferentes cajitas para desbloquear los nuevos elementos y desafíos que esconde el juego.

La partida comienza como un lienzo en blanco, mesa despejada y solo contamos con un par de pilas de robo. El de paisajes, con losetas estándar compuestas por distintas combinaciones de bosques, campos, etc.; y el de misiones, similares a las anteriores pero que además muestran requisitos a cumplir para puntuarlas. Adicionalmente, conforme progresemos en la campaña, también tendremos visibles cartas y algún que otro componente que podremos utilizar.

Y a partir de ahí, ¡a jugar! Cada partida se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos hasta que se agotan las losetas de paisaje. En su turno, el jugador activo toma una loseta de una pila, comenta con el resto de compañeros qué hacer con ella y finalmente la incorpora al mapa que están creando.

Completando una misión de campos de trigo

A la hora de coger loseta, el jugador lo hará de una pila u otra en función de la situación en mesa:

  • Si hay menos de 3 losetas de misión que tengan todavía ficha de misión encima, toma una loseta de misión. Esta entra en juego con una ficha a cumplir que indica cuantas losetas del mismo tipo tenemos que conectar a la misma para poder puntuarla. Así, si la loseta de misión tiene asociada una ficha de bosque, cogemos una ficha de bosque al azar y la ponemos encima de la loseta. Esta mostrará un valor entre 4 y 6, que será la cantidad de losetas de bosque que debe tener el territorio donde se encuentra la ficha.
  • En el caso de haber al menos 3 losetas de misión con ficha en juego, entonces tendrá que coger una loseta de paisaje, que por lo general usaremos para tratar de completar las misiones mencionadas.

Para jugar una loseta, seguiremos unas sencillas reglas de colocación por adyacencia donde podremos cortar territorios (bosques, campos y pueblos) pero no vías y ríos, los cuales deberán continuarse en todo momento si decidimos conectar alguna loseta por ese lado.

De esta manera, iremos añadiendo losetas al mapa, procurando encajar las piezas para completar misiones, que a su vez nos dejará poner en juego nuevas misiones. Al final de la partida puntuaremos por misiones, banderas (territorios cerrados que contenga banderas) y vías y ríos más largos. Puntos que marcaremos en nuestra hoja de campaña para poder ir abriendo cajas y habilitando cartas nuevas a introducir en la siguiente partida.

Progresar en la campaña nos permite desbloquear nuevos elementos

Primeras sensaciones

Dorfromantik es un juego de mesa, que viniendo de un videojuego, te puedes esperar cualquier cosa, tanto para bien como para mal. Y es que el mundo de los videojuegos nos suele dar una de cal y una de arena cuando decide dar el salto a la mesa, en muchos casos publicando juegos de mesa que pasan sin pena ni gloria, simplemente por aprovechar el boom de títulos que han funcionado genial en el formato digital.

En este caso, que Dorfromantik se hubiera llevado el último Spiel des Jahres nos hacía sospechar que detrás de esta propuesta había un muy buen juego, pero ha sido al sacarlo a mesa cuando hemos comprobado in situ que esta vez se ha dado en la tecla correcta. Muy buen juego con mecánica principal de colocación de losetas, sencillo de reglas y bastante accesible para jugarlo con un público más familiar, pero con el punto justo de dificultad para que jugadores recurrentes a los que les guste darle también al coco lo disfruten de igual modo.

Cada partida trataremos de ganar todos los puntos que podamos. Para ello, tendremos que completar muchas misiones, cerrar territorios con banderas muy amplios y hacer tramos largos de vía y río. Sin embargo, esto no será para nada fácil, ya que el orden de aparición de las losetas de ambos mazos nos puede jugar una mala pasada. No es de extrañar que nos toque una misión que no vamos a cumplir ni de broma en los turnos más inmediatos, ya sea porque no contamos en el mapa con territorios o caminos de ese tipo conectados o porque ya nos hemos pasado de la cifra indicada; o que nos salgan paisajes que no podemos sumar a una misión.

Desarrollamos el mapa a la par que hacemos misiones

Habrá veces que sea imposible hacer ninguna de las 3 misiones disponibles al no entrarnos losetas que nos cuadren. Y es en esos momentos de tesitura donde está la gracia de este Dorfromantik. El juego es un desafío continuo, que nos llevará a trabajar en equipo para buscar en cada momento el mejor sitio para cada loseta. Esto nos lleva a una planificación a medio-largo plazo muy interesante, donde si no somos capaces de aportar a una misión actual, trabajaremos en conformar espacios pensando en la aparición de una misión a posteriori.

Así, si nos lo montamos bien, aunque haya momentos en los que no podamos terminar misiones, podremos avanzar en la preparación de otras, y llegado el momento encadenaremos la consecución de múltiples misiones, dejando una agradable sensación a los jugadores, quienes disfrutarán y mucho de ver cómo el desarrollo del mapa tarde o temprano acaba dando sus frutos.

Si a esto le sumamos que viene en un formato campaña súper acertado, que añade progresivamente elementos varios y nuevas cartas con miniretos a desbloquear en partida, nos encontramos con un juego que invita a jugar al menos un par de partidas seguidas. A medida que avancemos, contaremos poco a poco con más posibilidades que nos ayudarán y complicarán un poco, ganando en profundidad para conseguir cada vez puntuaciones superiores que harán que nos enganchemos a este Dorfromantik.

El corazón rojo es uno de los tantos componentes que iremos incorporando al juego
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