Los artistas callejeros más conocidos del país se dan cita en Wildstyle, una ciudad con un particular estilo urbano cuya pasión por el aerosol se ha extendido por sus calles en los últimos años. En ellas podrán plasmar su arte, utilizando todo tipo de técnicas y temáticas. Sin embargo, cada vez hay más crews de grafiteros y menos espacio donde pintar, por lo que seamos ágiles y adelantémonos a las bandas rivales si queremos delimitar el lugar en el que empieza y termina nuestro territorio.
Wildstyle es un juego de mesa de la editorial Pandasaurus Games. En él competiremos con el resto de jugadores por dejar nuestro sello en los distintos distritos de la ciudad con el color de nuestra crew. Podemos ir sobre seguro haciendo grafitis en las zonas menos concurridas, como en la estación de tren y el ferrocarril, o arriesgándonos frente al cuartel de policía. Solo aquella crew que logre marcar la diferencia dejará su huella en la ciudad.
Número de jugadores: | 2 – 5 |
Duración: | 40 minutos |
Edad mínima: | 14 años |
Género: | control de área set collection acción simultánea |
Complejidad: | 1,5 / 5 |
Editorial: | Pandasaurus Games |
Diseño: | Peter Ridgeway |
Ilustración: | Jappy Agoncillo |
Precio recomendado: | 39,95$ |
Índice
Preparación de partida
En primer lugar, tomamos tantos tableros de distrito como número de jugadores y los colocamos de forma que las estaciones de tren se encuentren lo más próximas posibles de la zona central.
Mezclamos las losetas de objetivo y cogemos 3 (2 por el lado A y 1 por el B), las cuales dejamos alrededor del tablero.
Cada jugador escoge un color y recibe los siguientes componentes:
- Un tablero de crew.
- 18 discos. 6 se colocan sobre el tablero y las otras 12 fuera de este, a modo de suministro.
- 3 cartas de localización.
Barajamos las cartas de localización restantes y creamos una cantidad variable de mazos de robo (donde colocamos las cartas de localización) y de pilas compartidas según el número de jugadores, dejando estas en zonas accesibles para todos los jugadores.
Ponemos las fichas de coche policía junto al tablero en la reserva y ya estamos listos para jugar a Wildstyle.
¿Cómo se juega a Wildstyle?
Una partida a Wildstyle se juega en 3 rondas. En cada una de ellas, nos enfrentaremos al resto de jugadores por ocupar, con nuestras fichas de colores, la mayor cantidad de localizaciones posible, compitiendo especialmente por los sitios más valiosos y tratando de completar los objetivos comunes.
Para ello, tendremos que coleccionar conjuntos de 3 cartas de una misma localización, algo que sería fácil si no fuera porque estamos ante un juego en tiempo real donde el que no corre vuela.
Cada ronda la jugaremos de forma simultánea hasta que se active el final de la misma. En Wildstyle no hay turnos, por lo que el número de acciones que juguemos en una ronda dependerá de nuestra velocidad de juego. Podremos jugar tantas acciones como queramos, siempre y cuando respetemos estas reglas básicas:
- Las cartas se roban o juegan de una en una.
- Podemos tener un máximo de 3 cartas en mano.
- Antes de hacer una acción, hay que terminar la anterior.
Una vez se dé el pistoletazo de salida, los jugadores podrán escoger entre las siguientes acciones, sin ningún tipo de restricción más allá de lo comentado anteriormente. Las acciones disponibles son:
- Robar localización: coge una carta de cualquier mazo de robo y la añade a su mano.
- Compartir localización: toma una carta de su mano y la pone en una de las pilas compartidas, liberando así un espacio en esta.
- Si la pila está vacía, coloca la carta que quiera.
- Si por el contrario ya tiene cartas, solo puede dejar la suya si el color y/o tipo de localización de la carta coincide con el de la carta superior de la pila.
- Añadir a un conjunto: cada tablero de crew tiene espacio para 2 conjuntos. Puede jugar en cualquiera de ellos una carta de su mano o directamente de una pila compartida.
- Si el espacio está vacío, coloca la carta que quiera.
- Si ya hubiera una carta, solo puede poner una que sea del mismo tipo de localización.
- Completar un conjunto: cuando tenga un conjunto con 3 cartas del mismo tipo, las descarta y pone de inmediato uno de sus discos en el tablero (solo puede jugar los que tiene sobre su tablero, los demás entran en juego en rondas posteriores). Lo hace en cualquier localización libre que coincida con el conjunto que ha formado. PD: la estación de tren es el único sitio en el que puede haber discos de varios jugadores.
- Adelantar un conjunto: si un jugador tiene prisa por terminar un conjunto, puede hacerlo automáticamente aunque no tenga las 3 cartas y sitúa un disco en el tablero como hemos indicado en el punto anterior. Sin embargo, toma también un coche policía de la reserva que le perjudicará al final de la ronda.
De este modo, los jugadores irán gestionando las cartas que van pasando por sus manos, componiendo sets de cartas en sus tableros personales con ayuda de las cartas que roban de unas pilas u otras y así, posteriormente, llevar sus discos a la ciudad.
Fin de la ronda
Se activa el final de la ronda cuando:
- Un jugador pone en juego todos sus discos disponibles.
- O se agotan todos los mazos de robo.
Los jugadores siguen jugando, pero pueden completar solo aquellos conjuntos que ya hayan empezado. Cuando ninguno pueda seguir jugando, pasamos a preparar la siguiente ronda:
- Añadimos 6 discos del suministro a nuestro tablero de crew.
- Barajamos todas las cartas y:
- Repartimos 3 a cada jugador.
- Preparamos los mazos de robo.
Fin de la partida
Al término de la tercera ronda. Realizamos los siguientes pasos para determinar el ganador:
- Coches policía: cada jugador elimina tantos discos de su color del tablero como coches policía haya acumulado.
- Discos sin conectar: retira también aquellos discos de su color que no estén adyacentes a otro de su color.
- Puntos por objetivos: cada jugador comprueba cuantas veces ha completado cada uno de los objetivos comunes.
- Puntos por discos: cada disco otorga a su propietario una cantidad variable de puntos en función de la localización que ocupe.
El jugador que tenga más puntos de victoria se lleva la partida a Wildstyle.
Reseña del juego de mesa Wildstyle
En la ciudad de Wildstyle, hacer grafitis se ha popularizado de la noche a la mañana. La ciudad se ha convertido en un enorme lienzo y las calles pertenecen a la gente. Sí, como era de esperar, este arte urbano ha pasado a ser todo un reclamo para los mejores grafiteros, y eso los artistas lo saben. Recorren cada uno de los distritos, buscando el mejor sitio para dejarse llevar por la imaginación. Sin embargo, aunque hay espacio para todos, estoy seguro que más de uno le habremos echado el ojo a las localizaciones más solicitadas. ¡Démonos prisa, que el tiempo apremia!
Wildstyle es un juego de mesa en tiempo real donde los jugadores, en la piel de artistas callejeros, competiremos por marcar nuestro territorio a lo largo y ancho de la ciudad. El juego nos propone un set collection mecánicamente sencillo, que nos permitirá obtener las cartas que nos hacen falta para reclamar distintas localizaciones sobre el mapa. Para poner un disco necesitaremos 3 cartas de una misma localización, y para ello dispondremos de un área de juego personal en el que llevaremos de forma simultánea hasta 2 conjuntos. Allí colocaremos cartas de nuestra mano o de los zonas compartidas, y solo tenemos que preocuparnos de no sobrepasar el límite de cartas en mano, de que la carta que bajemos a nuestra área sean del mismo tipo y de que las que dejemos en las zonas compartidas compartan color y/o tipo.
Así, iremos apropiándonos de localizaciones varias por todo el mapa. Obtendremos puntos variables por localización completada, según la dificultad para conseguir cartas de localización de un tipo u otro, y también por los objetivos, conocidos por todos los jugadores al inicio de la partida y que apretarán la lucha por los hexágonos del mapa.
¿Simple verdad? Así es al menos sobre el papel, pues este Wildstyle aumenta significativamente su complejidad al implementar el sistema de juego en tiempo real. Aquí no existen los turnos de juego, lo que invita a los jugadores a jugar cuantas acciones sean capaces de realizar en el menor espacio de tiempo posible, respetando eso sí las reglas básicas mencionadas para no ser más rápidos de la cuenta.
Lo óptimo sería, al inicio de cada ronda, plantear una estrategia a corto plazo de lo que queremos hacer y, durante el desarrollo de la misma, gestionar con cabeza los pasos que vamos a dar. Ver si resulta viable ir a un tipo de localización en función de las cartas que tenemos a nuestro alcance, tanto en mano como en las zonas compartidas; echar un vistazo a lo que están haciendo los rivales, por si nos estamos pisando o si por el contrario nos regalan alguna carta que les sobren; y revisar el tablero para tantear cómo va la distribución de los discos.
No obstante, aunque alguien trate de llevar su propia velocidad, se da un efecto estampida que le sienta bien al juego, haciendo que este sea frenético a la par que divertido. Los jugadores intentarán ir cada vez más rápido para adelantarse a los demás. Esto puede propiciar ventajas en partida como tomar cartas de localización a la que vamos varios, evitando quedarnos con conjuntos colgados y tener que tirar de fichas de policía; pillar hexágonos clave en el tablero para la consecución de objetivos comunes; y colocar todos los discos posibles que, a pesar de no perderse de una ronda para otra, si acumulamos demasiados puede que en el tramo final de partida no seamos capaces de ponerlos todos.
Pero quien mucho corre, pronto para. Si aceleramos demasiado, es inevitable que comencemos a precipitarnos en nuestras acciones. Cometer fallos está a la orden del día y nos trastabillará en esta carrera por pintar la ciudad. A pesar de que para solventar el azar al robar cartas de los mazos se ha utilizado un método muy adecuado, no son pocas las veces que uno se queda bloqueado al haber bajado cartas antes de tiempo sin tantear primero si va a poder conseguir alguna más o descartarse de las que tiene. También seremos propensos a poner discos en el primer sitio que pillemos sin levantar un poco la mirada y ver si realmente nos resulta ventajosa esa localización. Esto nos llevará a comernos algún que otro coche policía o simplemente no optimizar la jugada.
Es por ello que tenemos que buscar el equilibrio en la velocidad de juego. Lo suficientemente rápido como para no quedarnos rezagados pero también con la tranquilidad necesaria como para no cometer errores innecesarios que nos puedan suponer la pérdida de algún disco o la no consecución de objetivos.
Wildstyle escala bien al rango completo. Tanto los distritos que componen el tablero de juego como los mazos de robo y las pilas compartidas se amoldan al número de jugadores. Sin embargo, por el tipo de juego, es mucho más exigente cuantas más manos haya sobre la mesa, siendo el número ideal a 3 y 4 jugadores.
Pros
- Diversión: Wildstyle es un juego de mesa animado, donde el nerviosismo y la emoción por jugar con agilidad, hacen que nos lo pasemos muy bien yendo como locos de un lado para otro, buscando la manera de «deshacernos» de nuestros discos como buenamente podamos.
- Mitigar el azar: ¿un set collection donde prima la rapidez? Una apuesta arriesgada que tenía todas las papeletas para que el azar le penalizara notablemente. Sin embargo, mediante el resolutivo sistema de reciclaje de localizaciones y en última instancia los coches policía, hacen que este pase desapercibido.
- Rejugabilidad: una docena de losetas de objetivo diferentes de las que solo jugaremos con una cuarta parte. Múltiples combinaciones que aseguran que cada partida contemos con metas comunes distintas a la anterior.
Contras
- Preparar nueva ronda: a pesar de que la ronda en sí es muy ágil y fugaz, lo que podríamos llamar la fase de mantenimiento no lo es tanto. Iniciar una nueva ronda pausará el ritmo de juego al tener que mezclar muy bien todas las cartas para dejarlo todo a punto para seguir jugando.
- Descontrol: la idea es hacer lo que uno tiene pensado, pero la realidad es otra. Lo habitual es improvisar o hacer por hacer con tal de usar los discos. No siempre haremos lo que teníamos en mente, algo que para los jugadores más planificadores puede ser un problema.
- Trampas no buscadas: las prisas de los jugadores les puede llevar a cometer errores con los que incumplan las reglas básicas del juego. Esto repercutirá en mayor o menor medida en el desarrollo de la partida, como puede ser jugar cartas a la vez, descartar en una pila en la que no se puede o incluso jugar con discos de más (ha pasado).
Mi veredicto
Y con esto vamos cerrando la reseña de Wildstyle, un juego de mesa de corte familiar que nos propone un set collection en tiempo real bastante divertido. Este nos lleva por las calles de esta ciudad grafitera, en la que dibujaremos nuestro arte en cada distrito tratando de pillar las localizaciones más valiosas a la par que las alineamos para cumplir los objetivos activos en partida. Una propuesta movida que escala especialmente bien y donde se ha conseguido reducir sustancialmente el tema del azar. Los cortes en el ritmo de juego al cambiar de ronda y la falta de control en lo que hacemos por intentar gastar todos nuestros discos juega en su contra, pero por lo demás es un juego que nos está gustando. Por ello, se lleva mi emblema de juego recomendado.