A finales del siglo XV, cuatro ciudades concentraban el poder y riqueza de Italia. Las Repúblicas de Florencia y Venecia, El ducado de Milán y el Reino de Nápoles. La situación era proclive para el cambio y sus gobernantes, lejos de ser conformistas, vieron en esta una oportunidad idónea para hacerse con más prestigio. Sin embargo, los avances de una ciudad repercutiría negativamente en la progresión de las demás, pues solo había sitio para que el gobernante de una de ellas se convirtiera en el nuevo señor de Italia.
Virtù es un juego de mesa de la editorial Arrakis Games. En él, los jugadores defenderán los intereses de sus respectivas casas, tratando no solo de mantener su posición a lo largo de la partida, sino también crecer para imponerse a las demás. Convirtámonos en mecenas de académicos y artistas emergentes, comerciemos para incrementar nuestra tesorería, espiemos al enemigo para debilitarlo y usemos la diplomacia para tomar otras ciudades o la fuerza para arrebatársela al enemigo, todo vale para lograr nuestro ansiado objetivo.
Número de jugadores: | 2 – 5 |
Duración: | 60 – 150 minutos |
Edad mínima: | 14 años |
Género: | rondel control de área |
Complejidad: | 3,90 / 5 |
Editorial: | Arrakis Games |
Diseño: | Pascal Ribrault |
Ilustración: | R. Gewska Svetlana Pikul Alena Stepanova Fabrice Weiss |
Precio recomendado: | 50,96€ |
Virtù cuenta con 2 manuales: El arte de gobernar y Las guerras de Italia. En el día de hoy nos centraremos en el primero, que está orientado para partidas de 3 a 5 jugadores y donde se explica el juego en sí. Aunque luego dedicaremos un apartado para comentar por encima las particularidades generales de Las guerras de Italia, reglamento especial para jugar a 2 jugadores.
Índice
Preparación de partida
En primer lugar, desplegamos el tablero de Italia por el lado adecuado en función del número de jugadores, para posteriormente colocar en torno a este los siguientes elementos comunes:
- Las cartas de personajes separadas por tipos.
- Las cartas y loseta de bonificaciones de mecenazgo.
- Las losetas de ciudad neutral.
- Las losetas de título.
- Las losetas de catedral y sus 5 peones.
- 10 cartas de indulgencia.
- Las fichas de bonificación de guerra.
- Los florines.
- El tablero de prestigio.
A continuación, según el número de jugadores se retiran determinadas losetas de ciudad, se marcan algunas ciudades que estarán inhabilitadas durante toda la partida y se le otorga a cada jugador un color, quien recibe:
- Un tablero de acción, llamado de aquí en adelante palacio.
- 3 cartas de familia, que dispone en los espacios interiores de su tablero (salas) o en huecos sombreados de los márgenes (cortesanos).
- Un disco de acción.
- 2 losetas de ciudad iniciales.
- 18 discos de control:
- Uno en el tablero principal en cada una de sus ciudades iniciales
- Otro en el track de orden de turno
- 2 en las casillas iniciales de mecenazgo y ciudades del tablero de prestigio.
- Los restantes en su zona de juego personal.
- 6 peones de tropas: 2 en sus ciudades del tablero principal y los demás en la reserva personal.
- 5 peones de agente: se queda con 2 o 3 según su color y los demás apartados de momento.
- 1 florín.
Y con esto ya estaríamos listos para jugar una partida a Virtù.
¿Cómo se juega a Virtù?
Nuestro objetivo en Virtù es consolidar nuestro poder y supremacía para llegar a ser los nuevos señores de Italia, lo cual vendrá determinado por los puntos de prestigio (PP) que consigamos durante la partida.
La partida transcurre a lo largo de un número indeterminado de rondas (años) hasta que se dan las condiciones necesarias para que se active el final de la misma. Cada año se compone de 2 fases de juego.
Fase 1: primavera
Empezando por el jugador inicial y siguiendo el orden establecido en el track de orden de turno, cada uno mueve su disco de acción en el rondel de su palacio, para posteriormente realizar la acción indicada en la sala en la que se detenga.
El disco de acción debe moverse en el sentido de las flechas, pudiendo desplazarlo 1 o 2 espacios de forma gratuita, y adicionalmente pagar 2 florines para tener un movimiento extra y/o gastar símbolos de flecha para avanzar alguno más.
Hago un inciso para indicar que el florín es el único recurso físico del juego, ya que los restantes (coronas, cruces, flechas mencionadas e incluso los propios florines) aparecen mediante simbología en la parte inferior de losetas y cartas. Estas muestras un lado a color con los recursos disponibles y otro ámbar con los recursos agotados.
Una vez haya movido su disco, realiza la acción de la carta de la sala, y si no la hay, hace la impresa en el tablero. Las acciones disponibles en Virtù son:
- Gobierno: por cada corona/cruz, reactiva 2 de sus losetas o un bonificador de alianza.
- Mecenazgo: avanza su disco de control un espacio en el track de mecenazgo y paga el coste indicado. En los niveles 2 y 4 obtiene además una bonificación por mecenazgo (ventajas variables a usar durante la partida), eligiendo entre las disponibles, pero sin repetir tipo.
- Comercio: recibe 2 florines por cada barco que pague.
- Anexión: toma el control de una ciudad neutral. Paga con coronas el valor de anexión +1 (valor de la ciudad y se suma/resta si hay un agente enemigo/propio en ella). Esta debe estar adyacente a una ciudad controlada por el jugador, o que conecte por mar pagando barcos. Tras ello, dispone un disco de control en la ciudad y obtiene la loseta de la ciudad.
- Guerra: se mueven tropas para asediar una ciudad neutral o rival, pagando caballería si el movimiento es por tierra o barcos si es por mar. El ataque se resuelve al final de la fase de primavera.
- Espionaje: por cada máscara que pague puede colocar/mover un agente a una ciudad, sala del palacio de otro jugador o alianza que no tenga ya uno; o eliminar un agente de un adversario, quien lo recupera.
Para pagar el coste de una acción:
- Utiliza los recursos de la sala:
- De la carta de acción y de la carta de mejora si la hubiera.
- Si no hay carta, el recurso del espacio.
- Empleando los recursos de las cartas de cortesano, que están en los laterales del tablero y se voltean tras su uso para indicar que están agotados.
- Pidiendo una indulgencia: préstamo que se puede solicitar una vez al año en cualquier momento, ya sea en esta fase o la de invierno. Bloquea el espacio de la acción que va a realizar este turno y, salvo que en algún momento se deshaga de ella pagando el coste de liberación, esta le penalizará al final de la partida.
PD: si el disco de acción pasa por determinadas casillas, volverá a reactivar las cartas de cortesano que estén agotadas en el lado correspondiente.
Cuando todos hayan jugado su turno, se resuelven los siguientes aspectos:
- Asedios: por orden de turno, cada uno solventa los asedios a ciudades neutrales o enemigas que ha iniciado durante el año. Para ello, se evalúa la fuerza de combate de cada bando, donde el atacante cuenta sus tropas y el defensor calcula el valor de la ciudad como vimos en la acción de anexión, además de añadir también sus tropas. Posteriormente, los implicados se alternan para gastar bonificadores de guerra hasta que no quieran/puedan usar más. Dependiendo del vencedor, se realiza el reajuste oportuno de tropas y ciudad (disco de control, loseta y modificación en el track de ciudad). Adicionalmente, si el atacante gana, recibe un disco a modo de trofeo del rival, pero si es derrotado, puede retirar sus tropas a ciudades de su poder.
- Nuevo orden de turno: en función de la posición de los discos del track de ciudad, se reordena el orden de turno, de modo que quien más ciudades tenga pase a ser el primer jugador.
Fase 2: invierno
Llegados a esta fase cada jugador, según el orden de turno, hace estos 5 pasos antes de pasar al siguiente jugador:
- Pagar a tropas: paga de 0 a 2 monedas en función de la cantidad de tropas que tiene en el mapa.
- Reorganizar el palacio: configura las cartas de su palacio, teniendo en cuenta que:
- Si una carta tiene el disco de acción, un agente o una indulgencia, esta no se puede mover.
- Las cartas agotadas no se pueden desplazar.
- Las cartas que se quiten de una sala, pasan como agotadas a un espacio de cortesano.
- Comprar elementos:
- Cartas: tras pagar su coste, estas van a un espacio de cortesano por el lado de disponible.
- Losetas de título: pagando el coste puede obtener las cartas de ducado y principado de su color, además de una (y solo una) de reino o república.
- Losetas de catedral: compra la catedral, que coloca por su cara de recursos agotados, y pone el peón de catedral en una ciudad bajo su control que tenga un valor de 3 o 4.
- Reclutar tropas: paga florines para colocar tropas. 1 florín para poner una en una de sus ciudades iniciales o 3 para situarlo en otra ciudad bajo su control.
- Forjar una alianza: gasta recursos para formar una nueva alianza o apropiarse de una de otro jugador, colocando un disco de su color en la zona de alianzas del tablero de Italia.
Si no se dan las condiciones de final de partida, se empieza un nuevo año.
Fin de la partida
La partida a Virtù termina si al final de la fase de primavera:
- No quedan ciudades neutrales en el tablero.
- Un jugador llega al final del track de mecenazgo.
- Un jugador llega al final del track de ciudades.
En ese caso, cada jugador calcula sus PP en función de:
- Su posición en los tracks de ciudades y mecenazgo.
- Ciertas cartas y losetas otorgan PP.
- Su influencia religiosa. Se hace un recuento del número de símbolos de cruces que ha conseguido y se conceden PP por posición.
- Los trofeos que haya ganado al asediar con éxito una ciudad enemiga.
- Las alianzas que tenga.
- Las indulgencias que no haya podido deshacerse restan.
El jugador con más PP se lleva alza con la victoria.
Las guerras de Italia
En este modo para 2 jugadores, el setup se adapta por completo para jugar a Virtù en pareja, se alteran las condiciones de final de partida, la acción de mecenazgo desaparece y algunos cambios menos relevantes. No obstante, vamos a poner el foco en el cambio más significativo que guarda relación con las ciudades.
Ahora contamos con 3 ciudades principales que están controladas por discos de colores que no pertenecen a ninguno de los jugadores. Estas, a diferencia de las restantes, no se pueden anexionar como estábamos acostumbrados en El arte de gobernar. Ahora disponemos de un tablero de influencia que determina la postura de una ciudad frente a los jugadores, sobre la que podemos influir utilizando la acción de anexión.
Hay 3 tipos de posturas: neutral, que no ayuda a ninguno de los jugadores; favorable, que permite a un jugador mover sus tropas a través de la ciudad; y hostil, donde el adversario se verá en una situación perjudicial que le obliga a sitiar la ciudad si llega hasta ella. Estas 2 últimas van de la mano, si para un jugador es favorable, para el contrario es hostil.
Cuando un jugador alcanza la zona de alianza del track de influencia, puede forjar una alianza permanente con la ciudad en cuestión, que le otorga todos los componentes disponibles de la ciudad: cartas de familia, losetas de ciudad, tropas y agentes.
Reseña del juego de mesa Virtù
La transición de la Edad Media a la Edad Moderna trajo consigo multitud de cambios a todos los niveles que no tardaron en tener un impacto notable en la sociedad. Las ciudades más destacadas de Italia se repartían el poder y riqueza de la nación, y si algo nos ha enseñado la historia es que eso de repartir el pastel no siempre ha sido del agrado de todos. Cada ciudad vela por sus intereses, y ahora solo les preocupa la supremacía comercial y política de Italia. ¿Quién se hará con el prestigio que le catapulte hasta lo más alto?
Virtù es un juego de mesa que podríamos situar a mitad de camino entre eurogame y wargame. Su autor, Pascal Ribrault, combina mecánicas principalmente de euro y la confrontación en el mapa de un wargame, para presentarnos una propuesta con una carga estratégica importante y una alta complejidad, que se orienta especialmente a un público experimentado en este tipo de juegos.
La mecánica sobre la que gira el juego es la selección de acciones, sistema que se implementa a través de un rondel en los palacios personales de los jugadores. Estos, asimétricos entre sí, muestran lo que podremos hacer durante la partida. Un total de 5 acciones que activaremos conforme vayamos avanzando nuestro disco de acción por el rondel.
Sin embargo, la gracia de Virtù radica en la modularidad de nuestro palacio, el cual personalizaremos a nuestro gusto mediante cartas, que nos posibilitan sustituir la acción y recurso que otorga cada espacio de acción por la que mejor nos encaje en cada fase de la partida. Vamos a poder cambiar la cantidad de acciones de un tipo u otro, el orden de aparición de las mismas e incluso mejorarlas superponiendo cartas, dotando a los jugadores de una capacidad total de configurar el tablero en función de cómo se desarrolle la partida.
Pero para poder activar las acciones necesitaremos recursos, provenientes de la propia carta de acción empleada (además de la mejorada) y también de cartas de cortesano y losetas. Estas últimas se agotan tras su uso, por lo que es importante que aprovechemos los tiempos al dar la vuelta al rondel y también utilizar la acción de gobierno en los momentos clave para poder tenerlas disponibles cuando las volvamos a necesitar.
Llevar una adecuada gestión del palacio será clave para que nuestra ciudad progrese, aunque no debemos obviar a los demás jugadores en mesa. Hay un alto grado de interactividad entre los jugadores que le sienta muy bien al juego y saca su lado wargame. A medida que los jugadores vayan reforzando sus palacios y controlando ciudades neutrales, pronto llegarán los asedios y batallas campales. Estos les permitirán medir fuerzas y empezar a desequilibrar la partida, así que no seamos reacios a las acciones de guerra por miedo a perder o por esperar a que llegue un mejor momento para abordar el ataque, ya que es uno de los pilares sobre los que se sostiene el juego.
Pros
- Rondel de acciones: era conocedor de lo versátil que era el tablero personal y todas las opciones que brinda a los jugadores, para poder administrar sus propias acciones por medio de cartas y también losetas. Tenía recelo por ver si esa gestión de acciones y recursos funcionaba tan bien como esperaba, pero me ha sorprendido muy gratamente.
- Escalabilidad: Virtù cuenta con un manual para 3-5 jugadores y otro para 2, solventando este último de una forma muy ingeniosa el más que previsible problema de escalabilidad a 2 jugadores, haciendo que el juego funcione de maravilla en pareja. La propuesta a 3 y 4, como cabría esperar, ha funcionado muy bien con los grupos de juego con los que lo he sacado, quedándome eso sí la sensación que sobraría ese quinto jugador.
- Profundidad: juego exigente en el que tenemos que tener en cuenta muchos factores para poder desarrollar nuestra partida de una forma óptima. Cuantas más partidas le dediquemos, la experiencia de juego será mucho más gratificante, especialmente si se saca con el mismo grupo.
Contras
- No apto para todos: notable curva de aprendizaje y muchas particularidades que se nos pueden escapar en primeras partidas, que sin duda frenarán esa primera toma de contacto con el juego. Saber que no es un eurogame duro y ya, pues tiene mucho de wargame, por lo que tiene que gustar este tipo de juegos.
- Quedarse descolgado: El desarrollo continuo de los jugadores y la alta duración de las partidas propicia a que, si alguien se queda por detrás por un motivo u otro, le sea complicado reengancharse y acabe por desconectar de la partida. Esto se puede dar por diversas circunstancias. Desde propias, por una mala gestión del palacio que nos haga no saber aprovechar las acciones o incluso no poder mantener las tropas; como a través de terceros, al bloquearnos nuestras acciones con espías o porque seamos foco continuo de ataques que nos debiliten por completo.
- Análisis parálisis: título altamente estratégico en el que tendremos que tomar constantemente decisiones en función del transcurso de la partida. Esto, sumado a que podemos cambiar con facilidad la configuración de las acciones del palacio, alargan la partida más de lo esperado.
Mi veredicto
Y con esto vamos cerrando la reseña de Virtù, un juego de mesa durete que por diversos aspectos ya mencionados podemos categorizar como euro-wargame. Un juego de selección de acciones en el que los jugadores trabajarán su propio rondel de acciones para plantear la estrategia que llevarán al mapa de Italia, lugar en el que se darán de lo lindo para hacerse con el poder y riqueza que ansían. Una propuesta muy interesante que pide partidas para que podamos sacarle todo su potencial y realmente disfrutarlo. Título complejo donde los haya, en especial por la alta interacción que propone y las múltiples opciones que nos da para sacar el máximo partido a nuestro rondel, sin duda el motor de nuestra ciudad. Si salvamos los puntos negativos mencionados, nos encontramos con un buen juego para los más exigentes. Es por ello que, considerando todo lo expuesto, le otorgo mi emblema de juego recomendado.