Cada año se invierten miles de millones de dólares en compañías aeroespaciales, donde gran parte de ese dinero se destina a programas de exploración espacial para conocer lo que hay más allá de nuestro planeta. Sin embargo, mucho más cerca de lo que nos imaginamos, hay un mundo aún por descubrir. Y es que en la Tierra, el 71% de la superficie está cubierta por océanos, de los que tan solo se ha llegado a investigar un irrisorio 5%. ¿Qué nos estaremos perdiendo en las profundidades marinas?

La Tripulación: misión mar profundo es un juego de mesa de la editorial Devir Iberia. En él los jugadores, quienes representaremos a una experta tripulación, nos adentramos en la inmensidad del océano para encontrar el misterioso continente perdido de Mu. Pero hasta entonces queda un largo camino, el cual dividiremos en pequeñas misiones que resolveremos mediante un sistema de bazas cooperativo que nos tendrá «sumergidos» en la aventura.

Número de jugadores:3 – 5
Duración:20 minutos
Edad mínima:10 años
Género:gestión de mano
límites en la comunicación
Complejidad:2,00 / 5
Editorial:Devir Iberia
Diseño:Thomas Sing
Ilustración:Marco Armbruster
Precio recomendado:13,46€

Portada de La Tripulación: misión mar profundo

Preparación de partida

En primer lugar, se barajan las cartas grandes y se reparten equitativamente entre los jugadores. También se le entrega a cada jugador una ficha de sonar (por el lado verde) y una carta de recordatorio que deja frente a él.

Colocamos en el centro de la mesa:

  • La ficha de señal de socorro boca abajo.
  • La ficha de capitán.
  • El mazo de cartas de tarea previamente mezcladas.

Por último se elige la misión a jugar. Se recomienda seguir el orden establecido en el diario de navegación y comenzar por la primera. De este modo, podemos «seguir» la historia, especialmente porque la complejidad va en aumento a medida que superamos misiones.

Y con ello ya estaríamos listos para jugar una partida a La Tripulación: misión mar profundo.

¿Cómo se juega a La Tripulación: misión mar profundo?

Nuestro objetivo en La Tripulación: misión mar profundo es completar las 32 misiones que componen el diario de navegación. En cada una de ellas, trabajaremos en equipo para cumplir las tareas encomendadas a cada jugador, apoyándonos los unos en los otros para que, al final de cada partida, podamos decir a los 4 vientos que la misión ha sido todo un éxito y así pasar a la siguiente.

Fase de preparación

Al inicio de cada partida/misión, un jugador lee el texto explicativo de la misma, el cual combina la narrativa de la historia y, en la mayoría de los casos, un fragmento final con una regla especial a considerar, que viene acompañado además de una iconografía que nos servirá para ultimar la preparación.

Por lo general, cada misión nos indica un número que indica el nivel de dificultad. Este viene reflejado en el dorso de las cartas de tarea, el cual varía según el número de jugadores en partida. Así, iremos robando cartas del mazo de tareas hasta que el valor total de las cartas coincida con el solicitado en la misión. Estas serán las condiciones a cumplir para ganar la partida y se revelan en el centro de la mesa para que estén visibles para todos.

Posteriormente, cada jugador mira sus cartas y el capitán, quien tenga el submarino de valor 4, toma la ficha de capitán (jugador inicial), además de encargarse de llevar la ronda de selección de tareas.

Empezando por él y en sentido horario, pregunta a cada jugador qué tarea quiere quedarse. Si hay menos tareas que jugadores, está permitido pasar y no coger ninguna, pero al final de la ronda todas han de quedar asignadas.

Fase de juego

La fase de juego se compone de tantas rondas como cartas tenga cada jugador en su mano.

En cada ronda, el jugador inicial juega una carta de su mano boca arriba en la mesa. Esta abre la baza, determinando a qué palo (color) se va en esa ronda. Así el resto de jugadores, en sentido horario, se turnarán para jugar una carta de su mano del mismo palo, y solo en el caso de no tener ninguna, juega una de otro palo.

Una vez todos los jugadores hayan jugado una carta, gana la baza el jugador que ha jugado la carta más alta del palo que abrió la baza. No obstante, si alguien ha podido jugar un submarino, este se impone al resto de cartas al ser considerado como triunfo, palo que lo gana todo. El ganador de la baza se lleva todas las cartas a su zona de juego (para comprobar al final de la partida si le permiten cumplir su misión) y se dispone a empezar una nueva ronda.

Si durante la partida, se cumplen las condiciones de una tarea, y esta ya no puede fallarse, se voltea para recordar al resto de jugadores que ya está hecha.

Así seguimos jugando hasta que se dé uno de los siguientes finales:

  • Fracaso absoluto: si en algún momento nos damos cuenta que una tarea es imposible de realizar, o si al término de la partida comprobamos que no están todas completadas, habremos perdido estrepitosamente. Dejamos reflejado en el diario de navegación los intentos que llevamos en dicha misión y la repetimos, pudiendo mantener las tareas o sacar otras nuevas.
  • Reto superado: si tras la última ronda, revisamos que las condiciones de todas las tareas se han cumplido, hemos ganado y estamos listos para pasar a la próxima misión.

Límites en la comunicación

La regla de oro de este La Tripulación: misión mar profundo es que los jugadores tienen terminantemente prohibido hablar sobre las cartas que tienen en la mano. Sin embargo, como toda regla, siempre hay una excepción.

Una vez por misión, cada jugador puede compartir información parcial de una de sus cartas mediante su ficha de sonar. Para ello, el jugador coloca frente a él una carta de color (nunca un cohete) y pone sobre esta la ficha de sonar. Dependiendo de la posición de la ficha, indicará una cosa u otra:

  • En la parte superior: es la carta más alta de ese color.
  • En la parte inferior: es la carta más baja de ese color.
  • En el centro: es la única carta de ese color.

Tras ello, lleva a su mano la carta de recordatorio para que no se le olvide que tiene una carta en mesa y, cuando considere oportuno, puede descartar la carta recordatorio para jugar la carta comunicada.

Reseña del juego de mesa La Tripulación: misión mar profundo

A pesar de que nuestra última misión en busca del noveno planeta fue una auténtica odisea, nuestros superiores quedaron bastante satisfechos con el rendimiento del equipo y lo conseguido durante aquella trepidante aventura. Buena muestra de ello es que no hayan tardado en asignarnos un nuevo encargo, la misión mar profundo. En ella volvemos a reunir a nuestros mejores profesionales para sumergirnos en las gélidas aguas del océano Pacífico, ni más ni menos para encontrar el continente perdido de Mu. ¿Daremos con él?

La Tripulación: misión mar profundo es una secuela independiente de La Tripulación: en busca del noveno planeta. Un título que bebe, y mucho, de su antecesor, pero que cuenta con algunas modificaciones que cambian sustancialmente el juego, para que no sea más de lo mismo con un ligero lavado de cara y evitando que se convierta en la típica segunda parte que solo busca hacer caja aprovechando el éxito del juego original, ganador del Kennerspiel des Jahres 2020 y del Jda 2020.

Nos encontramos ante un juego cooperativo donde los participantes, en cada una de las 32 misiones, se repartirán una serie de tareas, que tendrá que cumplir cada jugador de forma particular, pero con la inestimable ayuda de sus compañeros.

Para ello recurrimos a las bazas, sistema de juego a través del cual el primer jugador baja una carta a mesa que fuerza a sus compañeros a jugar una carta del mismo palo si tienen, ganando aquel que juegue la carta más alta. De este modo, a lo largo de la partida trataremos de cumplir todas y cada una de las tareas en juego, dando exactamente igual cuantas bazas se lleve cada uno, siempre que al final consigamos que todas las tareas se hayan conseguido.

Para que La Tripulación funcione, es fundamental que la comunicación entre los jugadores fluya de la forma adecuada. Y con esto me refiero a que se puede comentar la partida para indicar a por qué tarea es mejor ir ahora, para hacer hincapié en que un jugador no ha podido jugar al palo que abría la baza… pero sin hablar de las cartas que cada uno tiene en mano, ni siquiera a modo de sugerencia. Eso sí, podemos dar una pista por partida utilizando la ficha de sonar para decir algo sobre una de nuestras cartas.

Esta limitación en la comunicación que impone el juego es clave para el correcto funcionamiento del mismo. Sin embargo, al ser una fina línea difícil de trazar con exactitud, es mejor que no nos obsesionemos con ello ni midamos cada palabra que digamos para disfrutar por completo de la experiencia de juego.

La Tripulación: misión mar profundo, además de todo lo comentado con anterioridad, mantiene la esencia de La Tripulación. Ofrece un juego mecánicamente sencillo que se puede sacar a mesa fácilmente con cualquiera, proponiendo una cantidad importante de misiones (con dificultad ascendente para que los jugadores evolucionen con la aventura) que engancha que da gusto.

Pero tal y como hemos dicho, el juego que nos ocupa no solo es independiente de su hermano mayor, sino que tiene cositas que lo diferencian del anterior.

Por un lado nos encontramos con el ajuste de la dificultad. Además de la ya mencionada dificultad escalable conforme avanzamos misiones, también se puede modular la complejidad de cada misión. En este caso, cada tarea tiene asignado un grado de dificultad en función del número de jugadores. Así, dependiendo del requisito de cada misión y del número de jugadores, en cada misión se revelará una cantidad diferente de tareas, adaptándose cada misión al grupo.

Y por otro lado está el cambio significativo en las misiones. Para que La Tripulación: misión mar profundo se renueve, no se podía sacar un juego con el mismo tipo de retos. En La Tripulación los jugadores se distribuían tareas que generalmente indicaban qué carta tenía que llevarse cada jugador, normalmente siguiendo un determinado orden. Esto y pequeños cambios entre partidas dotaban al juego de variabilidad, pero no para sacar un juego nuevo. Es por ello que se ha hecho un cambio radical que afecta a tareas y misiones.

Ahora sí, las cartas de tareas son totalmente diferentes entre sí. Pasamos de tener que ganar una carta determinada para cumplir una tarea a encontrarnos tareas muy variadas como ganar exactamente 3 submarinos, ganar todos los nueves, ganar una baza que solo contenga cartas impares, ganar más amarillas que azules, ganar cero bazas, etc. Esta diversidad en las tareas le sienta de maravilla, al igual que encontrarnos con misiones que se juegan en tiempo real.

Pros

  • Rejugabilidad: aunque disminuimos de 50 a 32 misiones, la variedad de tipos de tareas hacen que la rejugabilidad de la La Tripulación: misión mar profundo se dispare, habiendo juego para rato incluso después de terminarse el diario.
  • Apto para todos los públicos: juego con mecánicas sencillas que enganchará a todo tipo de jugadores, desde los más pequeños hasta los más mayores, dejando muy buen sabor de boca a quienes les guste echarse unas partidas rápidas y divertidas a juegos cooperativos.
  • Dificultad modular: el juego original pecaba de no adaptar bien las misiones al número de jugadores, por lo que la dificultad de la misión cambiaba mucho, no solo según el número de jugadores, sino también dependiendo de las tareas que salieran a mesa, algo que se ha corregido por completo en este título.

Contras

  • Temática: es irrelevante. El tema no se implementa de ninguna manera, quedando la trama en sí en último plano sin trascendencia.
  • Respetar comunicación limitada: en ocasiones se nos olvida que hay determinada información que no se puede compartir. Esas veces, por despistes o por hacer trampa para ganar una misión que se ha torcido, hablamos más de la cuenta. Los límites en la comunicación están para algo y forman parte indispensable para el buen funcionamiento del juego.

Mi veredicto

Y con esto vamos cerrando la reseña de La Tripulación: misión mar profundo. La secuela de La Tripulación: en busca del noveno planeta nos trae una nueva propuesta de este juegazo. El juego referente de bazas cooperativo repite éxito con esta segunda parte. Título independiente que ofrece un juego que, manteniendo la esencia original, aporta lo suficiente como para que disfrutemos de algo nuevo dentro de que estamos en el universo La Tripulación. Tareas renovadas que amplían la variabilidad y rejugabilidad, sumado a una dificultad adaptada al número de jugadores para que cada misión sea un verdadero reto, son la cara visible de los cambios más significativos del juego que le vienen como anillo al dedo. ¿Mejor o peor que el juego original? ¿Son compatibles? Quien tenga una ludoteca muy amplia puede tener ambas, pero por aquí sin duda nos quedamos con La Tripulación: misión mar profundo. Mejora lo poco que se podía mejorar del juego original para ofrecer un producto redondo, y por ello le otorgo mi emblema de un señor juegazo.

Este juego de mesa es imprescindible en cualquier colección
5% de descuento en ¿Jugamos una?
clic en el enlace