Corre la década de los 60, y mientras el mundo se reconstruye y redefine, 4 regiones de Asia comienzan a brillar con luz propia: Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur. Son los conocidos Tigres Asiáticos, economías emergentes que, con políticas valientes y apertura al capital extranjero, se transforman en símbolos de progreso. Y es en ese marco donde nosotros, en la piel de inversores, colaboraremos con estas naciones para impulsar su desarrollo mediante infraestructuras, tecnología y comercio global. ¡Su futuro está en nuestras manos!

Tigres Asiáticos: una historia de prosperidad es un juego de mesa de la editorial Maldito Games. En él, a lo largo de 2 Eras, deberemos distribuir estratégicamente nuestro capital en busca del beneficio de nuestros patrocinadores. Cada acción nos permitirá ganar influencia en los distintos Tigres, gestionar recursos como energía y ciencia, y desbloquear potentes bonificaciones. Al final de la partida, quien haya contribuido de forma más decisiva al crecimiento de estas economías será el ganador.

Número de jugadores:1 – 4
Duración:120 minutos
Edad mínima:14 años
Género:worker placement
control de área
set collection
Complejidad:3,74 / 5
Editorial:Maldito Games
Diseño:Nuno Bizarro Sentieiro
Paulo Soledade
Ilustración:Andrea Alemanno
James Churchill
Precio recomendado:50,96€

Preparación de partida

Antes de empezar a jugar a Tigres Asiáticos tenemos que dejar a punto la zona de juego.

En primer lugar la preparación general, montando el tablero en el centro de la mesa y situando los distintos componentes:

  • Colocamos las fichas de prosperidad y bonificación al azar en cada Tigre.
  • Ponemos 3 trabajadores iniciales (uno de cada tipo) en los centros de inversión A, B y C de los Tigres con mayor prosperidad.
  • Preparamos las banderas, las fichas de rendimiento ($ y ¥), y formamos la reserva común con las mercancías, energía, ciencia y fábricas de piezas.

Tras ello, continuamos con la preparación de cada jugador. Cada uno escoge un color y recibe:

  • Un tablero personal: donde ubica la mayoría de sus infraestructuras y trabajadores, estos últimos escogidos tras una pequeña selección al azar.
  • Sus recursos iniciales.
  • Sus marcadores, que coloca en los distintos tracks del tablero común (orden de turno, mercado mundial, fondos de inversión, influencia y gestión).

PD: en partidas a 3 jugadores se añade un jugador neutral a modo de bloqueo de espacios.

¡Y listo! Con todo preparado, ya podemos empezar a jugar a este Tigres Asiáticos.

¿Cómo se juega a Tigres Asiáticos?

Nuestro objetivo en Tigres Asiáticos es convertirnos en el inversor más influyente. Para ello, tendremos que sumar la mayor cantidad de puntos de prosperidad (PP), lo cual conseguiremos colaborando con las economías emergentes de Asia durante su gran despegue económico, principalmente construyendo infraestructuras clave y vendiendo bienes en el mercado.

La partida se desarrolla a lo largo de 2 Eras, y en cada una de ellas los jugadores utilizarán, por orden de turno, sus 10 trabajadores para realizar acciones en el tablero. Estas acciones se dividen en 2 grandes grupos dependiendo de donde ubiquemos a nuestro trabajador.

Construir una infraestructura

Primero, coloca su siguiente trabajador (se cogen en un orden específico) en uno de los centros de inversión de un Tigre, teniendo en cuenta tanto las reglas de colocación como el pago con fondos de inversión disponibles para esa región. Según el centro elegido, tendrá acceso a más o menos espacios de construcción.

Tras ello, si quiere, vende 1 mercancía en un mercado local para avanzar en el track de influencia, y posteriormente construye una infraestructura:

  • Los laboratorios y las centrales eléctricas generan ciencia y energía respectivamente.
  • Las fábricas producen mercancías al instante.
  • Las universidades permiten construir un departamento adicional o una fábrica de piezas.

Cada tipo de infraestructura tiene sus particulares, tanto de disposición como de coste según distintas variables, y además pueden llegar a desbloquear bonificaciones inmediatas, como la construcción de sedes o satélites.

Todas estas construcciones nos otorgan puntos de inversión que, al final de la Era, se canjearán por PP dependiendo de la cantidad de puntos de cada jugador en dicho Tigre.

Vender en el mercado mundial

La otra opción disponible en este Tigres Asiáticos es poner su trabajador en uno de los 4 centros de comercio mundial para vender las mercancías producidas previamente a distintas naciones, lo que le permitirá:

  • Progresar en el track del mercado mundial (clave para el próximo orden de turno y para ganar puntos).
  • Obtener banderas de naciones, que se colocan en su tablero personal y le otorgan bonificaciones de puntuación final por objetivos y también bonificaciones por tipo de nación.

Final de una Era

La Era finaliza cuando todos han gastado sus 10 trabajadores. Al final de cada una, se hace una fase de gestión.

  • En la Era 1: se establece un nuevo orden de turno, se conceden puntos de inversión por influencia y se regeneran los fondos de inversión, además de preparar la siguiente Era.
  • Por su parte, al final de la Era 2: se canjean los bienes por puntos del track del mercado mundial, se conceden puntos de inversión por influencia (que ahora se convierten en PP), se calculan las bonificaciones de puntuación final y el multiplicador de naciones por hitos.

El jugador con más puntos de prosperidad será el ganador. En caso de empate, el orden de turno decide.

Fin de la partida

Tras la 2ª Era, se suman todos los PP de cada jugador para determinar el ganador de este Tigres Asiáticos.

Reseña del juego de mesa Tigres Asiáticos

Tigres Asiáticos: una historia de prosperidad es un juego de mesa diseñado por Nuno Bizarro y Paulo Soledade, dupla de autores portugueses conocida por sus juegos Madeira, Nippon y Panamax. En esta ocasión, nos vuelven a presentar un eurogame de peso medio-alto, en el que tendremos que tomar decisiones bastante tensas, que deja poco margen para el error y que prima la planificación a medio-largo plazo.

Un título exigente inspirado en el auge económico de los 4 Tigres Asiáticos (que también dan nombre al juego) durante la década de los 60. El juego nos pone en la piel de inversores extranjeros que compiten por construir todo tipo de infraestructuras y hacerse un hueco entre los grandes con el que alcanzar el éxito. Pero dejemos la temática a un lado, ya que como la mayoría de eurogames queda en un segundo plano, estando la chicha en las mecánicas que implementa.

La mecánica principal es su sistema de colocación de trabajadores, el cual cuenta con un par de factores que en su conjunto lo hacen llamativo. La primera que, aunque hay 3 tipos de trabajadores diferentes y que cada jugador los roba al azar de su bolsa al inicio de la ronda, estos no entrarán en juego en el orden que queramos. Los trabajadores se colocan en un orden fijo al empezar la ronda, por lo que iremos tomándolos en un orden establecido, aunque asimétrico entre jugadores.

Y este punto es súper importante, porque independientemente de la acción que hagamos (ya sea construir una infraestructura o vender una mercancía) la colocación del trabajador vendrá marcada por lo que se haya hecho en turnos anteriores. Me explico. Tigres Asiáticos pone sobre la mesa un método de colocación con restricciones progresivas en el que, tanto en los distintos centros de inversión de cada Tigre como en los centros de comercio principales del mercado mundial no se puede repetir el tipo de trabajador.

Así, si cada uno de los 4 Tigres tiene 3 centros asociados (A, B y C), cada centro admite únicamente trabajadores de un color concreto. Esto lleva a que, el primer jugador en colocar un trabajador, no solo define el color a seguir por todos los jugadores para elegir ese espacio de acción, sino que además evita que pueda volver a utilizarse durante el resto de la Era en otro espacio de acción del mismo Tigre o del mercado mundial.

Y adicionalmente, cada centro de inversión de los Tigres tiene un coste y rango de actuación distintos, puesto que la A es más cara pero da acceso a los espacios B y C, la B tiene un coste intermedio pero nos deja construir en B y C y la C es la más barata pero a su vez nos limita al espacio C. Y para ello todos partimos inicialmente con los mismos fondos.

También tenemos combos, muchos combos. Aquí, tanto si optamos por la construcción de una infraestructura como por la venta de mercancías para llevarnos una bandera, provocará una serie de acciones en cadena que el propio Tigres Asiáticos define como efecto cascada. Esto nos lleva a que, a medida que retiremos infraestructuras de nuestros tableros personales o incorporemos banderas a nuestro panel, podremos desencadenar acciones varias con las que ganaremos determinadas bonificaciones especiales, avanzaremos en tracks de influencia, pondremos en juego satélites y más.

El resto de mecánicas de este Tigres Asiáticos giran en torno a las fuentes de puntuación. Por un lado tenemos las mayorías por influencia. Una influencia que se gana en función de las infraestructuras construidas en cada Tigre de modo que, al final de cada Era, quienes tengan más inversiones en cada Tigre se llevan más puntos de influencia, lo que se traduce al término de la partida en un montante importante de PP.

Por otro lado están set collection y bonificaciones de puntuación de final de partida, y para ambas tendremos en consideración las banderas, además de otras cosas que hayamos ido haciendo durante la partida. Conseguiremos banderas vendiendo mercancías en el mercado mundial, las cuales asignaremos a distintas secciones de nuestro tablero personal para conseguir PP al final de la partida: según la cantidad de banderas distintas que tengamos y los hitos alcanzados en el track del mercado mundial; y dependiendo de los objetivos a puntuar desbloqueados con dichas banderas y teniendo en cuenta tanto las estrellas de las banderas como las infraestructuras pertinentes construidas. Así, cada uno podrá configurar como mejor le convenga su propio sistema de puntuación.

Un juego con un nivel de interacción alto e indirecto, donde vamos a estar compitiendo constantemente por anticiparnos para ocupar ciertos espacios (ya que el orden en el que colocamos a nuestros trabajadores puede llegar a limitar a los demás jugadores y condicionar sus próximas acciones), obtener las banderas más rentables o colocar determinadas infraestructuras; y también cómo no por la disputa de las mayorías ya mencionadas.

En lo que respecta a la variabilidad, está más que cubierta. Ya de entrada, el peso en la puntuación de cada Tigre varía de una partida a otra, y también las bonificaciones por región asociadas y la disposición de los trabajadores de cada jugador. A eso hay que sumarle el devenir de cada partida, donde los continuos bloqueos, anticipación en determinados aspectos y las distintas vías de puntuación nos harán explorar nuevas opciones en cada partida.

Y en cuanto a la escalabilidad, Tigres Asiáticos va bien a cualquier número de jugadores (el solitario no lo he probado). No obstante, deja mejores sensaciones mejores sensaciones a 4 jugadores. A 2, el juego funciona bien, pero le falta algo de tensión en la disputa por los espacios de acción y las mayorías, ya que hay más margen para maniobrar sin que te bloqueen. A 4 la competencia en todos los frentes se intensifica pero eso sí, la duración crece proporcionalmente.

Pros

  • Colocación de trabajadores: sistema de colocación de trabajadores limitante por tipología de trabajador y espacios que le otorga al juego una buena dosis de tensión e interacción indirecta que me gusta, condicionando lo que puedan hacer los demás jugadores durante lo que resta de ronda.
  • Combero: sin duda uno de sus puntos fuertes, transformando una acción individual relativamente básica en una secuencia de acciones a raiz de la primera que nos hará exprimir el turno si nos lo montamos bien, haciendo que la planificación de los turnos próximos tenga más profundidad de la que aparenta el juego de primeras.
  • Conexión elementos: todo en su conjunto está muy bien hilado e integrado a nivel mecánico. Prácticamente cualquier cosa que hagas va a tener repercusión directa en otra parte del juego, no dejando elementos inconexos que puedan verse como parches.

Contras

  • Azar: que cada tipo de trabajador solo pueda ocupar un centro por Tigre (algo que también se replica en el mercado mundial) hace que el orden en el que nos hayan salido los trabajadores tenga bastante peso en lo que podamos hacer. Cierto es que hay algún ligero matiz para sortear este factor, pero no es lo suficientemente efectivo.
  • AP: entre que todo está tan entrelazado, los posibles combos y las diferentes formas de puntuación (que hasta que le pillas el punto es algo rebuscado) hacen que los jugadores que tiendan al análisis parálisis frenen el ritmo de juego en busca de la acción óptima, repercutiendo negativamente en la experiencia de los jugadores.
  • Diseño: estéticamente el juego no entra por los ojos, pero me chirría más cómo se han planteado el tablero principal. Formato puzle, bastante sobrecargado y con una estructura liosa que impide la lectura cómoda del mismo, al menos hasta que nos familiaricemos con el juego.

Mi veredicto

Y con esto vamos cerrando la reseña de Tigres Asiáticos: una historia de prosperidad. Un eurete de peso medio-alto que nos plantea una propuesta relativamente acccesible en cuanto a reglas pero bastante exigente y profundo. Y lo hace bajo una serie de mecánicas muy bien integradas, destacando tanto el sistema de colocación de trabajadores, como los combos y las bonificaciones de puntuación. Un juego que nos propone una experiencia de juego, que superadas las primeras partidas, es muy satisfactoria, ya que querremos volver a jugarlo para explorar nuevas rutas y alternativas. Tiene algún pero que le ha lastrado en la puntuación final, pero en general nos ha sorprendido. Por ello, le otorgo mi emblema de juego recomendado.

Juego recomendable para una ludoteca estándar
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