El cambio climático sigue siendo a día de hoy una de las asignaturas pendientes de la humanidad, y no tenemos que echar la vista atrás tantos años para ver el impacto que están teniendo nuestras acciones en el ecosistema. Olas de calor desmedidas, repentinas inundaciones, islas de basura, el deshielo de los polos e incendios forestales son solo algunas señales de que algo está pasando. El planeta nos está avisando y en nuestras manos está aportar nuestro granito de arena para combatirlo.
Para tomar conciencia del cambio climático y del esfuerzo que debemos realizar entre todos para revertir esta situación, surge Terraternity. La combinación de las palabras Tierra y eternidad da nombre a este juego de mesa de Igan Mich Games que, el próximo 5 de octubre, comienza su campaña de financiación en Kickstarter con 2 juegos. Terraternity – The Energy Challenge, un eurogame de dureza media-baja de colocación de trabajadores y gestión de recursos y Terraternity – The Card Challenge, un juego de cartas más ligero en el que pondremos a prueba nuestro pulso.
Número de jugadores: | 2 – 6 |
Duración: | 60 – 120 minutos |
Edad mínima: | 14 años |
Editorial: | Igan Mich Games |
Diseño: | Udo Neumann |
Ilustración: | Peter Varga |
Precio: | por determinar |
Índice
¿De qué va?
Nuestro objetivo en Terraternity es claro, luchar contra la contaminación que están emitiendo los distintos países, para hacer de este mundo un lugar sostenible que puedan disfrutar las generaciones futuras. Para ello, cada jugador tiene que hacer lo posible para reducir sí o sí las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de sus países. ¿Y cómo lo hacemos? Sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables, desarrollando plantas solares, centrales hidroeléctricas y parques eólicos. Solo así seremos capaces de cubrir la demanda de energía de cada país, logrando la compensación de carbono con la que neutralizar por completo las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esta filosofía de juego es el hilo conductor de ambos títulos, pero vamos a ver más en detalle cada uno de ellos.
Terraternity – The Card Challenge
El primero de ellos, es un juego competitivo de 2 a 6 jugadores en el que los jugadores por turnos, irán bajando cartas de país y de plantas de energía a su área de juego, pero su construcción generará CO2 que debemos equilibrar en el globo terráqueo, haciéndonos conscientes del peso que tienen estas emisiones dañinas sobre el planeta. Tendremos que buscar que nuestra contaminación tenga un buen fin, con el uso de energía renovables por los países.
Neutralizar un país (que los cubos verdes del país y sus cartas de planta superen o igualen los cubos negros del país) nos dará PV al final de la partida, aunque hemos de tener en cuenta que hasta entonces los países continuarán produciendo CO2, al igual que la construcción de las plantas de energía renovable que les asignemos. Esta contaminación tendrá un impacto directo en el globo terráqueo, pues nos llevará de nuevo a colocar cubos negros que intentaremos compensar como buenamente podamos. Si no se nos cae ninguno estupendo. Ahora, si un cubo toca la mesa se produce un desastre climático que nos penalizará con puntos negativos para nuestro final de partida.
La partida se compone de un número indeterminado de rondas hasta que un jugador provoca el final de esta al neutralizar su quinto país. Cada turno tiene 5 fases, que jugaremos de forma ininterrumpida antes de ceder el turno al siguiente jugador, las cuales son: verificar plantas de energía (se completan o no su construcción), comprobar la neutralidad de carbono de los países (se iguala o supera sus cubos negros con cubos verdes), recoger cubos negros (de los países en vías de desarrollo sostenible), colocar dicho CO2 (encima del mundo con buen pulso) y jugar las cartas (de país y plantas de energía renovable, hasta plantarnos). Por último, mencionar que el ganador de la partida, no es el que neutraliza el quinto país antes que el resto, sino el jugador más ecológico que ha conseguido mayor número de puntos positivos (cubos verdes de sus países y plantas neutralizadas), restándoles los negativos obtenidos con cubos negros. No gana el más rápido, sino el más comprometido con el planeta.
Terraternity – The Energy Challenge
Ahora paso a comentaros la caja grande, que desarrolla con más profundidad y exigencia el mismo objetivo que su juego de cartas. Nuestra misión es lograr que el mundo sea un lugar más sostenible, cambiando nuestra mentalidad de consumo desenfrenado, sin tomar conciencia del desastre ambiental que generamos. Para ello, haremos que todos los países del mundo, apuesten por las energías renovables. No obstante, este no será un camino fácil, necesitaremos dinero, recursos y trabajadores cualificados para esta tarea verde. Sabemos que el reto tendrá consecuencias positivas, así que debemos ponernos manos a la obra.
Terraternity – The Energy Challenge, es un eurogame con un toque de destreza de 2 a 4 jugadores (con modos competitivo y cooperativo), en el que debemos construir nuestro engine building con las cartas de países y gestionar muy bien nuestros recursos y trabajadores para conseguir dar un giro en nuestra partida, pasando de ser grandes productores de CO2 que repercuten en el globo terráqueo, hasta llegar a neutralizar su emisión con plantas de energía renovable o, incluso, mega plantas, haciéndonos los más ecológicos posibles.
En este caso, la partida tiene un número máximo de rondas que iremos marcando con los meeples de cada jugador en el propio tablero. Quien consiga neutralizar 5 países gana la partida y se lleva el MVP de la sostenibilidad. Sin embargo, si llegamos al décimo año y nadie los ha conseguido, o si se producen 5 desastres durante la partida, todos perdemos.
Al igual que el juego de cartas, cada jugador realiza todas las acciones que vamos a comentar a continuación, antes de pasar el turno al siguiente jugador.
Al inicio de este, el jugador activo avanza su meeple por el track de tiempo personal del tablero general. Esto le permitirá obtener alguna ventaja que le ayudará a subir de nivel, contar con un dado adicional o empezar a aportar cubos negros al globo, todo dependerá del tipo de estrella que revele. Además, comprobará si ha completado alguna de las plantas de energía renovable, que tenía en proceso de construcción o si tendrá que postergarla un año más.
Hecho esto, echamos un vistazo a nuestras cartas activas y tomamos de la reserva general los cubos negros y verdes correspondientes. Ahora, decidimos si compensamos unos con otros para no colocar tantos cubos en el globo terráqueo, o si por el contrario preferimos subir de nivel en nuestro tablero personal. Podemos combinar ambas, pero elijamos con cautela para evitar que nos estalle un desastre. Si colocamos los cubos con éxito, recibimos los recursos indicados de nuestras cartas y, en caso contrario, cogemos una carta de desastre que nos hará tirar cubos rojos por el tablero afectando negativamente a los jugadores que estén en un país al alcance de los cubos lanzados.
Posteriormente, el jugador empleará sus dados para realizar las acciones disponibles en su tablero. Estas le pueden llevar a:
- Activar un país, el cual nos hará poner cubos negros en el globo y se marcará en el tablero con una bandera para que pueda ser afectado por los desastres. Las plantas de combustibles fósiles reflejarán que el país todavía contamina y nos ayudará a contabilizar cuantos hemos neutralizado.
- Crear una planta de energía renovable no es una tarea tan sencilla como en el juego de cartas. Para construirla hemos de contar con los recursos requeridos, colocar en el globo los cubos negros de la misma y situar la planta en el track de tiempo personal en el año indicado. Ahora bien, si queremos completarla tenemos que llegar ha dicho año y tener en ese momento los trabajadores necesarios para terminarla.
- Cada tablero de jugador cuenta con un tipo diferente de trabajadores que contrataremos (pagando si es ajeno) para obtener recursos de un país al inicio del turno o para cumplir el requisito final para completar una planta.
- Tenemos la opción de intercambiar recursos con otros jugadores o con la banca (mediante una tasa variable) para tener acceso a recursos a los que no hemos podido adquirir tan fácilmente o para venderlos por dinero.
- Podemos activar una mega planta previo pago de cubos amarillos o cartas, para agilizar el proceso de completar una planta.
- Be especial es una acción puntual que nos dará un bono de otro jugador. Cada jugador cuenta con ventajas variables en función de su personaje, lo que nos hará adelantar el año de finalización de una planta, intercambiar recursos a una tasa de 1:1, recuperar a un trabajador bloqueado por un desastre o bichear-tomar cartas de algún mazo.
Adicionalmente, podemos usar tantas cartas como queramos de nuestra mano para conseguir cubos verdes o amarillos, dados para acciones extras, obligar a colocar cubos a todos los jugadores o mitigar el efecto de un desastre entre otras alternativas.
Terminado nuestro turno, reponemos nuestra mano de cartas y empieza el turno del siguiente jugador, salvo que se active uno de los finales de partida comentados.
Mi opinión
El proverbio «El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo» dio pie a la conocida teoría del efecto mariposa, la cual explica que una pequeña acción, por insignificante que parezca, puede tener un gran impacto con el paso del tiempo. En nuestro día a día podemos hacer pequeñas grandes cosas para combatir el cambio climático como reciclar, generar menos residuos, no malgastar energía, movernos con medios de transporte sostenibles entre otras muchas, algo que sin duda puede marcar un cambio de rumbo para proteger nuestro planeta.
Con esta breve reflexión quería empezar mi opinión sobre Terraternity, un juego que nos trae a la mesa una propuesta muy interesante, tanto para disfrutar jugando como para concienciarnos y educarnos en materias medioambientales.
Todo esto lo vemos reflejado en el desarrollo del juego, cuyo fin es reducir la producción de CO2 apostando en todos los países del mundo por energías renovables construyendo plantas solares, centrales hidroeléctricas y parques eólicos, dejando de lado los combustibles fósiles que están contaminando nuestro ecosistema. Al principio, todos los países producen en su totalidad CO2 que debemos neutralizar con energía sostenible. Hasta entonces, tanto los países como el desarrollo de las plantas generan cubos negros que tendremos que equilibrar con buen pulso sobre el globo terráqueo. Nuestro mundo no puede sostener toda la contaminación que emitimos, por lo que tarde o temprano provocará una catástrofe medioambiental, con la que nos llevaremos un duro golpe a modo de PV negativos o perdida de recursos.
Tanto el juego de cartas como el eurogame tienen su dosis de toma de decisiones y su punto de habilidad, pero eso sí a distintos niveles.
Terraternity – The Card Challenge, es un juego mucho más ligero a nivel mecánico que gira, y nunca mejor dicho, sobre el globo terráqueo. En él bajaremos cartas de país y de energía, que nos obligarán a colocar cubos negros en el globo tanto al jugarlas como conforme pasen las rondas. Completar las plantas de energía nos permitirá disminuir el número de cubos a colocar, pero hasta entonces tendremos que hacer malabares para que la torre aguante todo lo que le echemos. La gracia sin duda de esta versión, es esa capacidad de los jugadores de jugársela y ver hasta donde están dispuestos a arriesgar. Nosotros decidimos cuantas cartas jugamos de nuestra mano, y por consiguiente cuantos cubos colocamos. ¿Preferimos ir sobre seguro para no ser penalizados u optamos por una estrategia más arriesgada para llevarnos más puntos? Esa tensión por superar el ritmo de juego de nuestros contrincantes, teniendo en cuenta que en cualquier momento se puede ir todo al traste, hace que las partidas sean entretenidas. Eso sí, controlemos que el entreturno no se alargue más de la cuenta, los demás jugadores están esperando su turno para salvar el mundo.
Por su parte Terraternity – The Energy Challenge nos ofrece un reto más exigente, donde lo que acabamos de comentar del juego de cartas tiene peso en la partida pero este va un paso más allá a nivel estratégico. Obtener energía renovable es más complicado, ya que tenemos que primero producir/intercambiar recursos así como tener listos a los diferentes trabajadores al momento de completar la construcción. Esto no será tan sencillo, porque los trabajadores son limitados y pertenecen a los distintos jugadores. Tendremos que contratarlos y también nos los podemos robar entre nosotros, haciendo que la interacción en el juego vaya más allá de estorbarnos en la disposición de cubos en el globo. Esta interacción se acentúa fuera de nuestro turno con la colocación de banderas en el mapamundi. No os sorprenda que en un turno ajeno acabemos llevándonos de rebote un desastre, sin comerlo ni beberlo. La gestión de recursos es clave si queremos construir plantas y sobre todo las mega plantas que nos harán ahorrarnos mucho tiempo y esfuerzos.
La editorial ha querido llevar la idea del juego también a la práctica, utilizando en el desarrollo del juego materiales reciclados, madera de bosques con certificado FSC y sustituyendo el plástico que perdura en el tiempo por madera, algodón y tintas a base de soja. Esto no ha impedido que la producción y calidades de Terraternity sean estupendas, con un despliegue en mesa llamativo que invita a jugar.
A su vez, la editorial colabora con One Tree Planted para donar un árbol por cada juego vendido en su campaña de Kickstarter que comienza este 5 de octubre. Si os ha gustado la idea del juego y el mensaje que quiere hacernos llegar de que podemos aportar nuestro granito para preservar entre todos el planeta, para que lo disfrutemos ahora y en el futuro las generaciones venideras, os recomiendo que os paséis por la campaña de financiación.