Hay quien asegura haber escuchado a un hechicero haciendo artes marciales en un recóndito camping en mitad de un apocalipsis zombi, o quien ha oído a un cavernícola jugando al ping pong con un lanzallamas en un restaurante. Pensaba que la gente se estaba volviendo loca, pero todo se ve con otros ojos cuando uno vive una chaladura como esta en primera persona. ¿Qué está pasando?

Sound Box es un juego de mesa de la editorial Devir Iberia. En él, un jugador se pondrá las gafas para tratar de escuchar e identificar cada uno de los sonidos que están haciendo sus compañeros… ¡pero estos los harán todos a la vez! ¿Será capaz el escucha de reconocerlos todos? ¿Y los ruidosos de sus compañeros de bordar el palabro que les ha tocado?

Número de jugadores:4 – 7
Duración:30 minutos
Edad mínima:8 años
Género:límites en la comunicación
deducción
acción simultánea
Complejidad:1,00 / 5
Editorial:Devir Iberia
Diseño:Hjalmar Hach
Lorenzo Silva
Precio recomendado:17,96€

Portada de Sound box

Preparación de partida

En primer lugar, desplegamos el tablero de juego en el centro de la mesa, por el lado adecuado según el número de jugadores.

Barajamos el mazo de cartas de sonido para formar un mazo de robo, del que tomamos 10 para rellenar los espacios del tablero numerados del 1 al 10, mientras que las fichas con el mismo valor se introducen en la bolsa de audios.

Posteriormente, organizamos los tracks del tablero:

  • Al inicio de la pista de sonidos situamos la ficha de progreso y, en las distintas casillas del recorrido, ponemos las fichas numeradas del 11 al 20 y las de sonido doble según corresponda.
  • Al comienzo del marcador de síncope colocamos la ficha de pulso.

Dejamos el reloj de arena cerca del tablero, o en su defecto podemos usar la app web del juego.

Elegimos quien será el jugador inicial y le hacemos entrega de las gafas de escucha. Y con todo listo, ya estaríamos preparados para jugar una partida a Sound Box.

¿Cómo se juega a Sound Box?

Nuestro objetivo en Sound Box es llegar al final de la pista de sonidos antes de que lo hagamos en el marcador de síncope. Para ello, los jugadores se irán alternando para tratar de averiguar «a ciegas» los conceptos que están interpretando sus compañeros, para lo que utilizarán todo tipo de sonidos extraños, disparatados y puede que en ocasiones hasta elocuentes.

La partida se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos hasta que se da una de las condiciones de final de partida mencionadas. El turno de cada jugador se compone de las siguientes 3 fases.

Creación de sonidos

Al inicio del turno el escucha, que será el jugador que tenga en su poder las gafas, ojea todas las cartas de sonido que hay reveladas en torno al tablero de juego, antes de ponerse las gafas.

Cuando lo haya hecho, los demás jugadores, que serán los ruidosos, se pasarán la bolsa para tomar una ficha al azar de la misma. Esta se asocia a una carta del tablero y será el concepto que tendrá que interpretar utilizando sonidos. ¡Repito! Solo y exclusivamente sonidos.

Por lo tanto, está terminantemente prohibido usar palabras, cantar y tararear canciones, pero sí está permitido emplear objetos que estén a su alcance.

Una vez cada ruidoso haya mirado su ficha e identificado la carta que le ha tocado, se voltea el reloj de arena y comienza el juego.

Durante los próximos 13 segundos, los ruidosos harán simultáneamente sus sonidos, «pisándose» los unos a los otros e intentando representar lo mejor posible sus respectivas cartas para ayudar al escucha a que este pueda reconocerlas.

Identificar sonidos

Tras agotarse el tiempo llega el turno del escucha.

Durante esta fase, este se quita las gafas y se dispone a adivinar qué cartas ha escuchado durante la fase de creación de sonidos. Comienza señalando la carta del sonido que ha reconocido con mayor claridad y, en caso de acertar, el jugador que la ha representado revela su ficha para confirmar que la respuesta es correcta.

De este modo, el escucha podrá seguir adivinando cartas hasta que acierte todas, o bien se equivoque en alguna de ellas.

Las cartas acertadas se retiran de la partida y las que no siguen en juego para el próximo turno.

Borrado y fin de partida

Fase de mantenimiento en la que se comprueba el desenlace de la partida, a la par que se prepara el próximo turno.

  1. Se revelan las fichas que no se han averiguado este turno y se avanza la ficha de pulso tantos pasos como indiquen las mismas. Si esta llega al final del recorrido, el equipo pierde estrepitosamente.
  2. En caso contrario, se cuentan las cartas acertadas y se avanza la ficha de progreso en su respectivo track.
    • Si llega a una casilla con ficha, se introduce esta en la bolsa.
    • Si llega a una ficha de sonido doble, esta se asigna a un jugador al que le toque ser ruidoso en el siguiente turno. En cada turno, irá rotando entre los ruidosos, y obligará a su poseedor a interpretar 2 cartas en los 13 segundos de juego.
    • Si llega al final del recorrido, los jugadores ganan la partida.
  3. Si la ficha de progreso no activa el final de partida, se pasa a preparar el siguiente turno:
    • Se devuelven a la bolsa todas las fichas.
    • Se rellenan los espacios del tablero (incluidos los que se desbloqueen de la segunda columna) con nuevas cartas de sonido.
    • Se ceden las gafas de escucha al siguiente compañero y ya podemos jugar un nuevo turno a Sound Box.

Variantes

  • Variante de iniciación: para hacer más accesible la primera toma de contacto a Sound Box, se omiten en las primeras partidas el uso de las fichas de sonido doble.
  • Variante para niños: se juega solo con los conceptos que tienen una estrella en la propia carta, de modo que se evita el uso de palabras que pueden ser considerados para adultos.
  • 6-7 jugadores: para jugar al máximo de jugadores, al tercer jugador en sentido horario se le entregan las gafas de grabador, quien durante la fase de creación de sonidos permanecerá con los ojos tapados como el escucha, pero en la fase de identificar sonidos, ayudará al escucha replicando los sonidos que ha escuchado.
  • ¿Quién habla?: durante las fases de creación de sonidos, cada jugador deberá detenerse en 2 ocasiones para decir su nombre.
  • Sonidos intermitentes: en la fase de creación de sonidos, el escucha tiene que taparse y destaparse los oídos constantemente para complicar la identificación de los sonidos.

Reseña del juego de mesa Sound Box

Sound Box es un party game cooperativo, que se presenta como una propuesta diferente y divertida con la que amenizar las tardes en familia o con amigos no jugones. Para sacar con el típico grupo que no ha superado todavía el Monopoly o que juega ocasionalmente si se le aprieta un poco, pero que en líneas generales está receptivo a echarse unas risas y pasar un buen rato.

En cada turno, un jugador tomará el papel de escucha y el resto serán los ruidosos. El primero se pondrá las gafas para intentar adivinar a ciegas lo que sus compañeros de juego le dirán, quienes cogerán una ficha al azar de la bolsa para conocer qué sonido le ha tocado interpretar a cada uno de ellos, y… ¡a jugar! A partir de ese momento, comienzan 13 breves e intensos segundos donde los ruidosos procurarán explicar lo mejor posible sus conceptos al escucha, utilizando solo y exclusivamente sonidos.

Y es en esos sonidos que hacen los jugadores donde se concentra la gracia de este Sound Box. Cada carta de sonido plantea al ruidoso un entretenido reto a modo de concepto, que puede ir desde objetos relativamente simples como una aspiradora, hasta sucesos más elaboradores como escaparse de una cárcel.

A priori, puede parecer sencillo interpretar el concepto. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta que el juego tiene un par de capas que elevan la dificultad y supone un verdadero desafío para los participantes.

Los ruidosos tienen que ser capaces de dar rienda suelta a su imaginación. Improvisar en un corto intervalo de tiempo un sonido distintivo y lo suficientemente elaborado como para que el escucha pueda asociarlo a alguna de las cartas. Habrá sonidos que si no nos los curramos se parecerán bastante entre sí, por lo que hay que esforzarse un poco, perder sobre todo la vergüenza y buscar esas sutiles diferencias que pueden distinguir nuestro concepto de otro que haya sobre la mesa.

El escucha por su parte tendrá que tener en cuenta un par de aspectos. Deberá recordar todos los conceptos que pueda de los que hay sobre la mesa, para hacerse una idea de qué tipos de sonidos tiene que averiguar. Aunque pueda verlos a posteriori, es importante que al menos tenga una idea general de lo que puede encontrarse para no ir a ciegas. Y también, durante la fase de juego, tiene que ser capaz de separar los sonidos que provienen de los distintos jugadores. Todos harán sus ruidos simultáneamente, por lo que este punto es clave para ir identificando las distintas ideas que cada uno le quiere transmitir al escucha con su dotes de interpretación.

Sound Box reúne los requisitos que todo buen party debe tener. Que sea divertido, con reglas accesibles que permitan jugarlo fácilmente con todo tipo de jugadores y que las partidas sean ágiles y rápidas. Ahora bien, que el equipo cuaje una buena partida es bastante complicado para un juego de estas características.

En el momento en el que un escucha se equivoque identificando un sonido, la fase termina de inmediato, restándonos en el marcador de síncope los puntos indicados en cada carta que quede por adivinar. Entre que unas fichas restan hasta 3 puntos y que un traspié nada más empezar la fase de identificación de sonidos nos hará comernos todas las fichas, puede llevarnos a una caída en picado de nuestra ficha de pulso, por lo que en apenas un par de turnos podemos pasar de ir bastante bien a perder estrepitosamente, y por lo tanto quedarnos con un sabor agridulce.

Pros

  • Originalidad: gusta tener un party cooperativo que se aleje de sistemas de juego típicos y tan trillados como con los que se está saturando el mercado de los juegos de mesa. Algo diferente que supone un soplo de aire fresco a nuestra ludoteca.
  • Diversión: un juego divertido y caótico que genera situaciones disparatadas. Risas garantizadas tanto para quienes lo juegan como para quienes prefieran disfrutarlo desde fuera viendo a sus amigos y familiares jugarlo. Cada partida deja al menos un par de momentos para el recuerdo.
  • Rejugabilidad: 110 cartas a doble cara, para dar un total de 220 conceptos, que abren multitud de combinaciones en mesa que dependiendo los que toque explicar en cada turno, nos aseguran que el juego siga viendo mesa con el paso del tiempo.

Contras

  • Grupo dependiente: hay que contar con el grupo adecuado para que al sacarlo a mesa la experiencia de juego sea satisfactoria. No apto para aquellas personas que no se involucran lo suficiente, ya sea por vergüenza porque les dé corte hacer el payasete o simplemente no les apetezca currarse mucho los sonidos por falta de imaginación.
  • Penalización errores: un par de fallos en los momentos menos oportunos pueden tener un peso determinante en el marcador de síncope, dando al traste todo lo conseguido previamente. Algo que puede pasar con facilidad cuando hay muchas cartas reveladas en mesa y cuando se introduce alguna variante o las fichas de sonido doble.
  • Respetar límites comunicación: algunos conceptos invitan a saltarse las restricciones de comunicación, tarareando o diciendo alguna palabra que no se llegue a considerar un sonido propiamente dicho. Os animo a que no seáis tan estrictos con los límites de comunicación para que la partida fluya y se disfrute.

Mi veredicto

Y con esto vamos cerrando la reseña de Sound Box. Un party game cooperativo que pone a prueba nuestra creatividad con un juego loco y ruidoso, donde los jugadores se las tendrán que ingeniar para hacer sonidos raros y divertidos para intentar que el jugador con los ojos tapados adivine la mayor cantidad de cartas posible. Título donde la imaginación tiene que fluir y en el que los participantes tienen que dejarse la vergüenza en casa para soltarse la melena y pasárselo bien. Si damos con el grupo de juego correcto y estamos dispuestos a enfrentarnos a un reto divertido a la par que difícil de superar, disfrutaremos bastante de este Sound Box. Nos ha sorprendido para bien y cumple su cometido, por ello le doy mi emblema de juego recomendado.

Juego recomendable para una ludoteca estándar
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