Scrawl es un juego de mesa de la editorial Mercurio Distribuciones. Un party game donde pondremos a prueba nuestra habilidad dibujando y nuestra capacidad de interpretar conceptos, intentando en todo momento sacar adelante la situación en juego sin distorsionarla demasiado, inspirándose en el clásico «teléfono escacharrado».

Número de jugadores:4 – 8
Duración:30 minutos
Edad mínima:17 años
Género:límites en la comunicación
draft
Complejidad:1,00 / 5
Editorial:Mercurio Distribuciones
Diseño:Sin acreditar
Ilustración:Zoe Lee
Precio recomendado:26,06€

Preparación de partida

  1. Cada jugador recibe una pizarra blanca con un clip para sujetar las tarjetas, un rotulador y un borrador. Además, un jugador se queda el marcador de puntos de victoria (PV) y pone el nombre de todos los jugadores.
  2. Se baraja el mazo de tarjetas de situaciones. Estas tienen 4 categorías de colores (blanco, amarillo, negro y rojo), cada una con temas de distintos niveles de dificultad y, en el caso de las negras, con temas para adultos. A su lado dejamos la pila de tarjetas scrawl.

¿Cómo se juega a Scrawl?

Nuestro objetivo en Scrawl es ser el primero en conseguir una cantidad determinada de PV. Para ello, tendremos que dibujar lo mejor posible la situación que nos haya tocado e ir interpretando correctamente las del resto de jugadores, tirando de ingenio y originalidad para convencer a los demás de que nuestras aportaciones han sido las mejores.

La partida se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas hasta que alguien logra tantos PV como jugadores más 2.

Cada ronda se compone de las siguientes fases de juego:

  1. Reparto de situaciones: se elige uno de los 4 colores y cada jugador toma una tarjeta sin que nadie más la vea. La tarjeta tiene una frase o situación que será el tema de su pizarra.
  2. ¡A dibujar!:
    1. Cada uno debe dibujar la situación que le ha tocado en su pizarra.
    2. Una vez hechos los dibujos, cada jugador pasa su pizarra al jugador a su izquierda y recibe otra. El jugador observa el dibujo que le ha llegado, lo interpreta como pueda y debe escribir en una tarjeta scrawl lo que cree que está ocurriendo en esa imagen.
    3. Ahora, el jugador pasa la pizarra con la tarjeta con su interpretación escrita pillada por la pinza al siguiente jugador, quien tendrá que dibujar la frase que acaba de leer sin ver lo que había previamente, proceso que se repite en cadena hasta que cada pizarra vuelve a su propietario.
  3. Revelación y puntuación: por turnos, cada jugador organiza su secuencia de dibujos y frases en orden para que todos vean cómo ha evolucionado el dibujo original y reírse de las descripciones y dibujos que han ido surgiendo. Luego, se otorgan PV: el jugador del dibujo-frase que más le ha gustado al dueño de la pizarra se lleva 1PV, y si por casualidad el mensaje inicial y el final coinciden, el dueño de la pizarra se lleva 3PV.

Fin de la partida

La partida a Scrawl continúa hasta que algún jugador logre acumular una cantidad de PV igual o superior al número de jugadores más 2.

Reseña del juego de mesa Scrawl

Seguimos en la búsqueda de party games que incorporar a nuestra ludoteca y con los que ir puliendo una de las secciones de nuestra ludoteca a la que más recurrimos cuando nos juntamos muchos en mesa y queremos jugar todos a lo mismo, ya sea con la familia, amigos o incluso compañeros de trabajo.

Scrawl lo conocimos hace cosa de un año, nos lo pasamos pipa jugando y aunque ha tardado ya lo tenemos por casa. Es uno de esos títulos diseñados para provocar risas, y para ello replica el formato del conocido «teléfono escacharrado». Para quien no conozca este, se trata de un juego popular que la mayoría en la era premóvil hemos jugado en nuestra infancia. Una propuesta en la que comprobamos fácilmente cómo los mensajes pueden distorsionarse al pasar de una persona a otra.

En el teléfono escacharrado, los jugadores se colocan en círculo, uno piensa en una frase y los jugadores se la van susurrando los unos a los otros en cadena. Posteriormente, este último repite el mensaje lo mejor que pueda recordar al oído de la siguiente persona, y así sucesivamente hasta que el mensaje llega al último jugador, quien dice en voz alta lo que le ha llegado. Por lo general suele ser muy distinto al mensaje original por malentendidos, mala memoria o cambios accidentales en las palabras.

Un juego que es una clara representación de cómo, en nuestro día a día, los mensajes pueden tergiversarse cuando hay varias personas entre medias, algo que replica estupendamente este Scrawl haciendo unos pequeños cambios.

Y es que en el juego de mesa que nos ocupa hoy pretende y logra generar el mismo tipo de situaciones simplemente haciendo algunas modificaciones, con las que además consigue limar algunos peros del juego tradicional que lo hacen más apetecible para jugar.

En primer lugar está el formato de comunicación utilizado para transmitir el mensaje. En vez de comunicarnos de forma oral, recurrimos al formato escrito. Para que se genere ese desconcierto entre los jugadores, alternaremos frases con dibujos, de modo que tendremos que ir interpretando la idea que nos llegue para dibujarla, o a la inversa. Que una imagen vale más que mil palabras no es broma, puesto que no todos plasmaríamos de la misma manera un concepto en una imagen o deducir de una imagen lo que otro quería decir, lo que fomenta la creatividad y nos lleva a situaciones mucho más divertidas que si simplemente nos limitáramos a repetir como un loro una frase.

Por otro lado está el tiempo de espera entre jugadores. Este se reduce notablemente pues, en vez de haber una única secuencia en juego, habrá tantos conceptos a describir e interpretar como jugadores haya en partida. Así, todos vamos a estar jugando en todo momento y, salvo que alguien se entretenga mucho dibujando, apenas tendremos pausas que puedan dar lugar a una desconexión o desinterés por parte de los jugadores que sean más ágiles.

Por último, destacar que al final de la ronda se pone sobre la mesa no solo la situación inicial y la final, sino que además conoceremos como ha ido progresando, o mejor dicho deteriorándose, al pasar por las manos de cada jugador.

En cuanto a su escalabilidad, funciona mejor con más participantes, así que lo recomendaría a partir de 6 jugadores, ya que al aumentar el número de personas también lo hace el número de interpretaciones, y por lo tanto la posibilidad de distorsiones y risas. Incluso puestos a meter jugadores, probad a jugarlo por parejas, ¡es mucho más divertido!

Pros

  • Risas garantizadas: el punto clave de Scrawl es sin lugar a dudas las risas que provoca. La mecánica de juego, que mezcla dibujo e interpretación, da lugar a resultados absurdos y divertidos, especialmente cuando los jugadores no tienen mucho arte dibujando o cuando uno es capaz de sacar un disparate de un dibujo bien hecho. No importa si uno no tiene dotes de artista, la idea es divertirse.
  • Accesibilidad: y como el objetivo es pasar un buen rato, el juego simplifica a la más mínima expresión las reglas, siendo fácil de aprender y jugar, lo cual permite que personas de todas las edades y que no suelan jugarlo puedan hacerlo y disfrutarlo.
  • Desinhibidor social: Scrawl es una muy buena alternativa incluso para romper el hielo en grupos nuevos o si coincidimos con personas que no conocemos de nada, ya que fomenta un ambiente distendido y permite a los jugadores explorar su lado creativo sin miedo al juicio. Aquí, a diferencia de otros juegos, mola equivocarse y que estos «fallos» creen un ambiente donde el cachondeo y la guasa sean constantes.

Contras

  • Calidad de componentes: por lo general los rotuladores que incluyen los juegos de mesa suelen ser reguleros, ya que algunos no pintan o de hacerlo duran más bien poco, pero en este caso los rotuladores son lamentables. En nuestro caso uno no pintaba, algunas puntas se han partido con suma facilidad y hasta se borra el nombre del juego que viene grabado con solo pasar el dedo. Y hablando de borrar, los borradores muy malos. Toca usar alcohol y un algodoncito o bien cambiarlos por otros mejores para que no se queden las pizarras emborronadas tras cada partida.
  • Sistema de puntuación: Scrawl es un juego en el que el los puntos quedan en un segundo plano. Aunque el juego nos ofrece una forma de puntuar, que por su subjetiva ya no me convencía de entrada, esta se suele obviar. Y no es por quitarle mérito al sistema elegido, sino más bien a que los jugadores prefieren ignorar la puntuación y centrarse en echarse unas risas, y visto está que cuando terminamos cada partida la mayoría ni pregunta por quien ha ganado.
  • Grupodependiente: que la experiencia de juego sea más o menos satisfactoria depende y mucho del grupo de juego y de su disposición para involucrarse de forma creativa y con sentido del humor. En un grupo con personas más tímidas, que no les guste dibujar situaciones subidas de tono o simplemente dibujar, puede mermar la experiencia general del grupo.

Mi veredicto

Y vamos concluyendo esta reseña de Scrawl. Una estupenda opción para quienes buscan un party game para grupos grandes que sea accesible, sin apenas reglas pero con muchísima diversión. Un diseño que garantiza risas haya donde vaya, aunque ojo con los amigos vergonzosos y con cambiar antes los componentes troll si no queréis que la experiencia de juego se vaya al traste. Pero salvando eso, una opción muy interesante para quienes buscan un juego que desate carcajadas. Ha sido un éxito con todos los grupos que lo hemos jugado, y junto a Just one se coloca como los parties que más nos gusta sacar a mesa. Una pena los peros comentados, pero aún así le da para alcanzar mi emblema de juego distinguido.

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