No muy lejos de la ciudad alemana de Berlín se encuentra la localidad de Postdam, lugar elegido por el rey Federico el Grande para construir la residencia de verano de la corona, el Palacio de Sanssouci. Ante él, unos impresionantes jardines de estilo barroco lo custodiaban, siendo especialmente llamativa su curiosa disposición en terrazas ajardinadas a distintas alturas.

Un hogar veraniego envidiable que llegó a ser durante décadas el punto de encuentro de la familia real. Al menos así fue hasta la muerte del rey, momento en el cual el palacio cayó en el olvido y con él sus espectaculares jardines. No obstante, parece que Sanssouci volverá al lugar que le corresponde de la mano del rey Federico IV, quien nos ha encargado la elaboración de un boceto con el que ampliar y remodelar los jardines según sus deseos explícitos.

Sanssouci es un juego de mesa de la editorial Maldito Games en el que los jugadores darán vida a los arquitectos que se encargarán del diseño de los nuevos jardines, con sus estátuas, zonas arboladas, fuentes, pérgolas, laberintos, escalinatas y alguna que otra cosita más para que el rey y los nobles disfruten de sus paseos matutinos. ¿Quién se apunta?

Número de jugadores:2 – 4
Duración:40 minutos
Edad mínima:8 años
Género:colocación de losetas
construcción de patrones
gestión de mano
Complejidad:2,10 / 5
Editorial:Maldito Games
Diseño:Michael Kiesling
Ilustración:Andreas Rocha
Sergio Chaves
Precio recomendado:33,96€

Portada de Sanssouci

Preparación de partida

En primer lugar colocamos el tablero común en el centro de la mesa.

Cada jugador elige un color y se le hace entrega de:

  • Un tablero de jardín.
  • Su mazo de cartas de acción, el cual baraja y roba las 2 primeras para formar su mano inicial.
  • 9 nobles que dispone en la parte superior de su tablero, en los espacios señalizados con el símbolo de una corona.
  • Un disco de puntuación que pone en la casilla 0 del track de puntuación del tablero común y al lado las fichas de 50/100 puntos de victoria (PV).
  • 2 cartas de misión, que puede consultar en cualquier momento y que mantiene ocultas al resto de jugadores.

Cogemos la bolsa e introducimos en ella las losetas de estructura adecuadas en función del número de jugadores. Agitamos la bolsa y rellenamos aleatoriamente las 10 casillas del tablero común.

Y con esto ya estaríamos preparados para jugar una partida a Sanssouci.

Juguemos cartas para ampliar nuestro jardín con nuevos elementos

¿Cómo se juega a Sanssouci?

Una partida a Sanssouci se desarrolla a lo largo de 18 rondas, en las que los jugadores se turnan para coger una loseta del tablero común que añadirán a su jardín personal siguiendo una serie de indicaciones-restricciones.

En su turno el jugador activo deberá de hacer los siguientes pasos:

  1. Jugar una carta: elige una carta de acción de su mano, la descarta y toma una loseta del tablero común, pero su elección vendrá condicionada por el tipo de carta que juegue. Las hay de 3 tipos:
    • Color: los colores de la carta se corresponden con los del tablero común, y cada uno de ellos se asocia a su vez con 2 losetas. Elige una de entre las 4 opciones posibles.
    • Estructura: toma cualquier loseta que coincida con dicha estructura. Si no hay, es libre de pillar la que le dé la gana.
    • Comodín: escoge la loseta que quiera.
  2. Colocar una loseta: ahora toca poner la loseta en su jardín. Este se divide en columnas por tipo de estructura y en filas por color. Así, dependiendo de la loseta elegida y el color del espacio del que la haya cogido, sabrá en que casilla tiene que ponerla. Si en ella ya hay una estructura, impresa o loseta, voltea la loseta para jugarla como jardinero, pudiendo ahora colocarla en una casilla libre de esa fila o columna.
  3. Mover un noble: uno de sus nobles se va a dar un paseo por los jardines de Sanssouci. El noble:
    • Se desplaza ortogonalmente.
    • Puede pasar por estructuras (impresas o losetas) y jardineros.
    • Puede cruzarse con otro noble.
    • Debe acabar en una estructura que esté en un espacio inferior de la misma columna en la que comenzó. Tras ello, puntúa como indique la fila en la que haya terminado su movimiento.
  4. Reponer la loseta: saca una loseta de la bolsa para reponer el hueco libre.
  5. Robar una carta: coge una nueva carta de acción de su mazo (si quedan).
Desarrollemos un boceto a la altura del rey

Fin de la partida

La partida concluye cuando todos los jugadores han jugado sus 18 turnos. A los puntos conseguidos durante la partida gracias a los paseos de nuestros nobles, le sumamos:

  • De 4 a 8 PV por fila completada según su altura.
  • 5 PV por columna completada.
  • De 2 a 6 PV por cada carta de misión dependiendo de la fila en la que esté el noble de esa columna.

El jugador con más PV consigue que su boceto sea la propuesta ganadora para reformar los jardines de Sanssouci.

¿Hasta dónde llegarán nuestros nobles?

Miniexpansiones

No alteran lo ya explicado y se pueden jugar por separado o a la vez.

  • Recompensas: estos tableritos se ponen sobre el tablero principal de cada jugador, de forma que cada uno contará con premios y penalizaciones en forma de PV, que se activarán conforme pongamos losetas en los espacios marcados.
  • Jabalíes: el jabalí ocupa un espacio de nuestro tablero y, en el caso de que vayamos a poner una loseta sobre esta, debemos mover a nuestro jabalí a otra casilla libre ortogonalmente adyacente. Cada vez que lo desplacemos nos da 1 PV y si en algún momento no podemos moverlo, lo retiramos de la partida y recibimos otros 3 PV. ¿Y si sigue en juego al terminar la partida? Perdemos puntos según los espacios libres que haya en la región donde esté.
Recompensas y jabalíes para dotar de asimetría al juego

Reseña del juego de mesa Sanssouci

Federico IV tenía sus cualidades y la verdad que no dibujaba nada mal. Sin embargo, de ahí a diseñar la remodelación de los jardines del palacio de Sanssouci, antigua residencia de verano de su tío abuelo… Pero para algo era el rey ¿no? Mejor será contratar a los 4 mejores arquitectos de Prusia, quienes tendrán menos de una hora para hacer su boceto y sorprender gratamente al rey.

Sanssouci es un eurogame ligerito de colocación de losetas y construcción de patrones de Michael Kiesling, autor de juegos de mesa con mucho recorrido en el mundillo lúdico como Azul, Tikal, y Heaven & Ale. En esta ocasión, Maldito Games nos trae un título que se publicó hace ya unos 8 años y fue seleccionado como juego recomendado en el SdJ de 2014, pero que no ha llegado a editarse en español hasta ahora.

En él nos toca poner bien bonito el jardín real, para lo que dispondremos de 18 turnos, en los cuales cogeremos losetas de un tablero compartido y las encajaremos como buenamente podamos en nuestro jardín. Un juego bastante simple, o al menos eso es lo que parece sobre el papel tras la lectura del manual. Ya en faena, y sobre todo conforme pasan las rondas, vemos que el sistema de juego no es tan plano como aparentaba, haciendo uso de varios elementos que limitan nuestra capacidad de acción y que lo hacen más exigente.

Consigamos las estructuras que mejor nos encajen

Empezamos por las cartas de acción. Hay 18 cartas a jugar en 18 turnos, por lo que vamos a utilizar sí o sí todas. Ahora bien, solo vamos a tener 2 en mano. ¿Solo 2? Sí, solo 2. La gestión de mano se reduce a un par de cartas, así que es importante que previamente conozcamos el mazo para saber qué queda por salir. Hay una de cada tipo de estructura, un comodín y las restantes son combinaciones de pares de colores. ¿Es un problema que nos salga una carta antes de lo esperado? Para nada. Nadie va a tocar nuestro tablero ni va a incidir directamente sobre él. La clave está en cómo nos planificamos a medio-largo plazo para ir completando las columnas que teníamos previstas según nuestras misiones, y ya el resto lo iremos viendo según las losetas que salgan.

Elegir la carta a jugar dependerá de lo que haya en el tablero común. Sobre este, 10 losetas y cada una asociada a un color. Según las cartas que tengamos, las losetas que haya en el tablero y en el sitio en el que estén, podremos coger una u otra. Si a eso le sumamos que al ponerla en juego en nuestro tablero personal (donde cada casilla tiene nombre y apellido al estar reservada para una estructura-color) comprobaremos que los jardines de Sanssouci se convierten en un puzle no tan fácil de cuadrar. El azar tiene un peso notable, con turnos en los que nos vendrá genial 2-3 losetas y en otros no nos guste ninguna.

Las hay por color, estructura y comodín

No obstante, Sanssouci introduce en la colocación a los jardineros, quienes mitigan parte del azar mencionado al poder voltear una loseta si coincide con una ya puesta, pudiendo jugarla en cualquier casilla de la fila o columna en cuestión. ¿Ventajas? Ayudan a completar hileras para puntuar y conectan los caminos por los que pasan los nobles, dándonos así un respiro al no encontrar la loseta que llevamos un rato buscando. Este punto hace que el juego coja fuerza, forzando estas situaciones para ganar esa flexibilidad que perdemos en otros pasos del turno. Aunque también tienen su pero, pues los nobles no se van a detener sobre ellos, por lo que tendremos que jugar con las posibles combinaciones, alternando unas y otras para que los nobles puntúen a ser posible en las últimas filas.

Y es que los nobles, la última decisión relevante de nuestro turno, tienen su miga. Vamos a mover 18 veces, así que no perdamos la oportunidad de avanzar en cada turno, y si es posible hacerlo en la zona inferior del jardín mucho mejor. Es inevitable que nos centremos en bajar cuanto antes los que tenemos como misión y dejemos a los demás a un lado. Pero si vamos un poco más allá, comprobaremos que podemos aprovechar un par de columnas que tengamos encaminadas y a partir de ahí ramificar en horizontal para que los nobles aprovechen los caminos ya realizados, dando así un golpe sobre la mesa en la partida.

Cada meeple recorrerá los paseos del jardín real

Pros

  • Nobles: dotan al juego de profundidad cuando nos percatamos de la importancia que tiene sacar partido de los caminos ya hechos en otras columnas para mover al resto de nobles por el mismo. Puntuar en cada ronda es posible con ayuda de la nobleza, así que pensemos la vía más óptima para que bajen con mayor rapidez.
  • Accesibilidad: fácil de enseñar y aprender, con turnos ágiles y una duración ajustada, lo que invita a sacarlo a mesa con grupos de juego familiares. Cuenta además con suficiente profundidad como para disfrutarlo en el tiempo con partidas entretenidas y distendidas que dejan buen sabor de boca al estar constantemente haciendo cosas.
  • Miniexpansiones: partidas más interesantes con las 2 miniexpansiones que incluye. Los tableritos de recompensas meten un grado de asimetría que se quedaba corto con las pequeñas modificaciones de los tableros base, mientras que los jabalíes incorporan un elemento más a mover que le da una vueltecita más al juego.

Contras

  • Azar: que de la bolsa salgan las estructuras que queremos y en el color que podemos coger es una lotería que puede llegar a frustrar.
  • Distinguir estructuras: mientras que las escalinatas y las fuentes se diferencian con mucha claridad, otras como los laberintos y los jardines dan lugar a confusión. Más de una vez me he encontrado en el recuento una loseta en una columna que no es la suya.
  • Interacción: el juego carece de interacción más allá de que nos puedan quitar una loseta concreta, y ya hemos comentado que no tenemos precisamente mucho margen de maniobra para escoger a nuestro gusto. Esto hace que escale bien, pero no le hubiera venido mal un poco de puteo.

Mi veredicto

Y vamos cerrando la reseña de Sanssouci, un juego de mesa ligero bastante agradable de jugar gracias a los pasos sencillos y rápidos que nos llevarán a hacer de nuestro boceto la mejor elección para el nuevo diseño del jardín real. No obstante, las restricciones a la hora de conformar nuestro tablero y su optimización de cara a puntuar es más compleja de lo que aparenta, que tiene un azar más elevado de lo que gustaría al seleccionar las losetas y que un poco de interacción no le hubiera venido nada mal para que los jugadores levanten la mirada de sus tablero, le resta puntos. Por ello, le doy mi emblema de juego de mesa aprobado.

Este juego de mesa no está mal, al menos probadlo
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