Viajamos en el tiempo hasta la era prehistórica para convertirnos en jefes tribales. ¿Nuestro objetivo? Enviar a nuestros mejores cazadores al valle en busca de las mejores piezas y así, el Chamán, pueda plasmar en las paredes y techo de la cueva las presas conseguidas a través de bellas pinturas rupestres. ¡Pero mucho ojo! Pues si queremos convertirnos en la tribu más avanzada culturalmente, tenemos que complacer los deseos de los ancianos y seguir las pautas que nos han marcado.
Así se nos presenta Prehistorias, un juego de mesa de subastas y poliominós editado por Maldito Games en el que tendremos que jugar con astucia nuestros cazadores, para hacernos con los animales que más nos interesen en cada momento, logrando así cumplir con los objetivos definidos por los ancianos que nos permitan quitarnos de encima la mayor cantidad de tótems posibles. ¡Bienvenidos a Prehistorias!
Número de jugadores: | 2 – 5 |
Duración: | 30 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Género: | subasta gestión de mano reconocimiento de patrones colocación de losetas |
Complejidad: | 1,50 / 5 |
Editorial: | Maldito Games |
Diseño: | Alexandre Emerit Benoit Turpin |
Ilustración: | Camille Chaussy |
Precio recomendado: | 21,21€ |
Índice
Preparación de partida
Para dar comienzo, desplegamos el tablero principal por el lado adecuado según el número de jugadores.
Posteriormente, preparamos la reserva de losetas de animal. Contamos con 6 tipos, que varían en tamaño y forma, y que pueden tener distintos animales impresos. Las mezclamos y apilamos por tamaño para crear lo que serán las pilas de reposición. A continuación, vamos rellenando los espacios habilitados en las zonas de caza del tablero central con la primera de cada tipo.
PD: los animales legendarios, a pesar de ser de tamaño 4, se disponen en una pila diferente al resto de losetas del mismo tamaño.
Seleccionamos al azar las cartas de objetivo comunes (4 a 2-3 jugadores y 5 a 4-5 jugadores) y las ponemos a un lado del tablero. Estas vienen a doble cara según el nivel de dificultad (sol o luna), por lo que previamente decidimos si vamos a colocarlas por un lado, por el otro o hasta combinándolas.
Por último, cada jugador elige un color y recibe un tablero de cueva, 12 cartas de cazador, 8 fichas de tótem y, al menos en las primeras partidas, una carta de ayuda. Barajamos bien las cartas de cazador y creamos nuestro mazo de robo personal, del cual cogemos 3 cartas para formar la mano inicial.
¿Cómo se juega a Prehistorias?
Prehistorias se juega a lo largo de un número indeterminado de rondas hasta que un jugador haya descartado sus 8 fichas de tótem. Cada ronda se divide a su vez en 3 fases de juego:
Fase de iniciativa
Esta fase inicial determina en qué orden vamos a salir de caza, para lo que hacemos una puja de forma simultánea con las cartas que tenemos en mano. Escogemos las que consideremos oportunas y las jugamos boca abajo en nuestra zona de juego, aunque no estamos obligados a jugar ninguna.
Cuando todos estén listos, revelamos nuestras cartas y comprobamos quien empieza la fase de acción. Para ello, cada jugador suma el valor superior izquierdo de sus cartas jugadas y, el que tenga una puntuación menor, comenzará la siguiente fase y así sucesivamente hasta el jugador con mayor puntuación que jugará el último. En caso de empate, este se resuelve a favor del jugador que tenga el cazador con más velocidad (número superior derecho).
Fase de acción
Siguiendo el orden establecido, cada jugador utiliza las cartas jugadas en la puja para llevarse losetas de animal del valle (tablero central) que colocará en su cueva para realizar diferentes patrones.
En Prehistorias, cada carta es indivisible y se puede utilizar solo una vez, aunque podemos sumar el valor de caza de varias de ellas para alcanzar una superior. ¿Y cuánto cuestan las losetas? Cada una viene acompañada de una tablilla con 2 flechas asociadas a un número o intervalo. Estos valores nos indican la puntuación que deben tener las cartas para poder conseguirlo, por lo que tenemos 2 opciones para llevárnosla:
- Flecha naranja: la cogemos pero sufrimos una herida.
- Flecha verde: ¡la caza ha sido todo un éxito! Nos la llevamos sin ningún rasguño.
PD: si tenemos varios cazadores podemos enviarlos a distintas zonas de caza para ganar más de una loseta en un mismo turno.
Las cartas utilizadas para conseguir alguna loseta van a nuestra pila de descartes y las restantes vuelven a nuestra mano. Después, robamos de nuestro mazo de robo tantas cartas según los cazadores heridos y las piezas obtenidas durante nuestro turno:
- Si no nos llevamos ninguna recibimos 3 cartas.
- Si obtenemos alguna, recibimos tantas cartas según las heridas:
- 2 cartas con ninguna herida.
- 1 carta con 1 herida.
- 0 cartas con 2 o más heridas.
Ahora es el momento de pintar en nuestra cueva los logros colocando las fichas en nuestro tablero. Al hacerlo, hemos de cumplir una serie de reglas:
- El tablero tiene que estar orientado hacia nosotros, al igual que los animales que vayamos disponiendo sobre él (los animalitos con las patitas hacia abajo, ¿quién pinta del revés?).
- La primera loseta que pongamos en la partida ha de ocupar al menos una casilla de la columna izquierda.
- Las losetas han de colocarse adyacentes ortogonalmente a una anteriormente colocada, ya sea de animal o pinturas de cazador-animal totémico que pegamos en el tablero.
Por último, y antes de pasar el turno al siguiente jugador, comprobamos si cumplimos algún objetivo:
- El primer jugador que complete el requisito de una carta, coloca sobre ella 2 tótems, mientras que los demás jugadores que lo consigan después de él solo podrán descartarse de 1. Este tipo de objetivos solo se pueden cumplir una vez por jugador.
- El tablero principal cuenta con 3 objetivos permanentes que podemos efectuar cuantas veces queramos durante la partida. Descartamos 1 ficha de tótem por cada columna o fila que completemos y también 1 tótem por cada animal legendario que nos llevemos.
Fase de mantenimiento
Cuando todos los jugadores han jugado su turno, reponemos las zonas de caza que estén libres y empezamos una nueva ronda.
Fin de la partida
El primer jugador que se deshaga de todos sus tótems gana la partida a Prehistorias de inmediato.
Reseña del juego de mesa Prehistorias
Prehistorias es un juego de corte familiar en el que comprobamos, que hacer pinturas rupestres en el interior de una cueva, tiene más miga que coger un poco de arcilla y ponerse a dibujar animales sin ton ni son. En él, nos ponemos en la piel del líder de una tribu que busca el reconocimiento cultural entre los pueblos colindantes. Para ello, primero nos toca echar un vistazo a los deseos de los sabios ancianos y así, posteriormente, elegir a los cazadores más adecuados para que vayan al valle, armados hasta los dientes, y cacen diferentes tipos de animales, que pintaremos en nuestra cueva siguiendo las pautas indicadas por los ancianos.
Para decorar nuestro tablero personal, contamos con múltiples fichas de poliominós, comúnmente conocidas como tetris, con formas variables donde encontraremos representados los animales que habitan nuestro valle, lugar de caza al que acudiremos en cada ronda para hacernos con las piezas más preciadas para nuestra cueva. Este valle será el escenario en el que se irá disponiendo un número muy reducido de losetas y que no se repone hasta la siguiente ronda, por lo que estarán muy cotizadas y no será nada fácil hacerse con ellas. ¿Quién se las llevará?
Aquí entra en juego el sistema de pujas de Prehistorias para establecer el orden de juego a la hora de conseguir las fichas. Su particularidad, empezará jugando quien apueste por un valor total de cazadores más bajo. Esto, sin embargo, es un arma de doble filo, pues si jugamos un valor muy reducido es más que probable que nos aseguremos comenzar, aunque solo podremos llevarnos las losetas que ocupan un menor espacio en el tablero. De ahí que en cada ronda sopesemos si nos sale más a cuenta retrasar un poco nuestro turno, haciendo una puja alta con la intención de llevarnos una más valiosa (como puede ser un animal legendario) o hasta 2 o 3 de una tacada, o por el contrario asegurar con una más baja para al menos no regresar a la cueva con las manos vacías.
Y es en este punto donde resalta el funcionamiento del robo de cartas con el que los jugadores reponen mano. El juego premia con más cartas a los jugadores que lo hacen bien y son capaces de regresar de caza con el menor número de heridas posible, pero también da un empujoncito a aquellos jugadores que han tenido mala suerte y no han podido llevarse nada, para que así su mano sea más amplia y variada en la siguiente ronda. Esto permite que los jugadores más ocasionales o novatos no se descuelguen en exceso y también que los más experimentados no se relajen en la disputa de los objetivos.
Cada partida se convierte en una carrera por descartarnos los tótems de nuestro color, ya que el jugador más rápido en completar alguna de las cartas de objetivo se deshará del doble de tótems que el resto, y por consiguiente, tendrá más opciones de ganar la partida. Aunque esto no asegura su victoria, no sería la primera vez que un jugador aparentemente sin opciones se quita de encima en una misma ronda 4 tótems y pasa de ser el último a ganar.
Prehistorias funciona bien al rango completo, pero es cierto que a 2 jugadores no se siente ese agobio en la fase de pujas que si vemos a más jugadores, donde la tensión es constante y en más de una ocasión algún jugador se quedará de morros viéndonos a los demás colocar nuestros animales.
En cuanto a la producción, la calidad de los componentes es destacada, con tableros de buen grosor y un diseño alegre y colorido para que entre por los ojos en las quedadas familiares.
Pros
- Sistema de pujas: me gusta esa puja a la baja en la que tenemos que ajustar al máximo el valor de nuestra apuesta para intentar llevarnos las losetas que más nos interesen, llegando a sacrificar el robo de alguna carta llevándonos alguna herida que otra.
- Dinámico: la fase de selección de cartas se juega simultáneamente y el turno de cada jugador es bastante rápido, lo que provoca que las partidas fluyan a buen ritmo y podamos jugar una partida en 25-30 minutos a lo sumo.
- Variabilidad: Prehistorias cuenta con 18 objetivos, dando lugar a multitud de combinaciones que harán de cada partida totalmente diferente a la anterior.
Contras
- Objetivo 2×1: un par de objetivos (rodear la pintura del cazador y completar el recuadro central) se pueden realizar al mismo tiempo en un par de tableros de jugador. Es por ello que, para no aventajar a estos jugadores haciendo 2 objetivos al mismo tiempo, si salen las 2 en la misma partida volteamos una y resuelto el problema.
- Reposición losetas: las losetas se apilan por tamaños en columnas y a veces, en especial las de tamaño 4 que tienen dos formas, podemos prever qué losetas van a salir de un tipo u otro para esperarnos. Nosotros hemos optado por bolsitas de tela opacas y así se repongan los espacios sin saber qué loseta va a salir.
Mi veredicto
Y vamos cerrando esta reseña de Prehistorias, un juego familiar en el que pujaremos a la baja para llevarnos cuantas más losetas mejor para ir completando nuestra cueva cumpliendo los distintos objetivos disponibles. Un juego sencillo que se juega a buen ritmo y sin apenas pausas, que nos dará buenas tardes de juego en familia, pero también tiene su punto táctico para que los más jugones estén entretenidos jugándolo. Por ello, le doy mi emblema de juego recomendado.