¡Buenas jugones! ¿Cómo van esas resacas lúdicas? Han pasado un par de semanitas del evento de juegos de mesa de Granada, y ya estamos pensando en cuál es el siguiente reencuentro. ¿Sevilla?, ¿Córdoba? o ¿Essen? Y es que la experiencia es intensa, pero siempre muy gratificante.
Mesas llenas de gente amantes, como nosotros, de los juegos de mesa, otros que exploran por casualidad este mundo y se pasan a echar un vistazo e incluso se animan a jugar un par de partidas… ¡no saben donde se ha metido! Novedades frescas que teníamos ganas de conocer, juegos que aún no habíamos tenido la oportunidad de probar, otros que ya conocíamos pero a los que nunca está de más jugar alguna partida con un grupo diferente, prototipos que descubrir y campeonatos de clásicos.
Y no solo de juegos vive esta afición, pues además pasamos ratos agradables con compañeras y compañeros, ya amigos y otros nuevos que desvirtualizamos. Todo esto reunido en un mismo pabellón, en Meeple Factory 2022.
Y en este artículo, os queremos contar cómo fue nuestra experiencia en ese fin de semana. Así, poder compartir impresiones con los que asistieron y, también, mostrar un poco este evento para los que aún no lo conocen. Aunque, a Graná hay que venir sí o sí.
Sábado
El primer día comenzó con un poco de retraso, y es que la luz jugó una mala pasada, retrasando la entrada al recinto. Pero la cosa se animó rápido y, a pesar de ese inicio relativamente relajado, el bullicio llegó pronto a las mesas de juegos. En un primer recorrido de reconocimiento, pudimos apreciar las múltiples posibilidades lúdicas que nos iba a ofrecer la feria, así que había que organizarse.
Las primeras partidas fueron probando prototipos, y es que este año teníamos una tarea muy especial, que nos hacía mucha ilusión. Éramos miembros del jurado, junto con Casilla de Salida, Partidas por Jugar, Not in my Game, Meeple City y Ludoende, para seleccionar a los 5 prototipos finalistas, siendo el ganador elegido por el gran diseñador de juegos de mesa italiano Simone Luciani (con su nombre grabado en títulos como Barrage, Gran Hotel Austria o Marco Polo).
Fue muy bonito ver cómo los autores nos explicaban sus juegos desde cero, con la ilusión de un proyecto entre manos que algún día se puede convertir en juegos de mesa reales. En estas pruebas, pudimos apreciar las fases del proceso para crear un juego, con algunos juegos en etapas iniciales a los que hay que seguir puliendo, y otros muy cerrados, que nos los imaginamos ya en nuestra ludoteca. El ganador fue el juego de mesa Shooting Prado de Julio Falagán, un set collection familiar, dinámico y cultural, en el que intentar fotografiar las mejores obras del museo del Prado, pero con el inconveniente de que está bastante abarrotado de gente, convenceremos al público para abandonar nuestra sala y ocupar la de los rivales. Pudimos disfrutar de una partida a 3 jugadores con el autor, mostrándonos el gran potencial del juego, siendo una apuesta divertida, interactiva, a la par que educativa.
Para nosotros un merecido ganador, aunque también jugamos a otras tantas propuestas que van por muy buen camino como Bannum & Bellum, Inferno y Sobreplano entre otros. Y a los 16 participantes, desearos mucha suerte con vuestros juegos, fue un placer jugarlos.
Sin embargo, pese a que esta faena nos llevó dedicar gran parte del día a jugar prototipos, también pudimos disfrutar de otros títulos. Doña Meeple, amante del Carcassone desde sus inicios jugones, no dudó en apuntarse al torneo que se organizaba, aunque no es el juego que mejor se le da, consiguió colarse en la final, pero no logró el triunfo. Estos campeonatos, transmiten en sus partidas una gran sensación de competición y concentración, que merece la pena sentir, tomando en serio cada jugada, sobrepasando la intención de pasar el rato para ir a por todas a por la victoria.
Y como broche final, la próxima novedad de Perro Loko Games, que aún está en el horno, Once Upon a crime, un juego narrativo en equipos en el que deducir los trapos sucios de algunos de los personajes de cuento más famosos, que se han pasado al lado oscuro de la historia. A nosotros nos gustó bastante, jugando con una historia creada por el propio Chus, resaltando sus originales ilustraciones de cuento perverso.
Después, ya fuera del evento, como se está haciendo tradición disfrutamos de una cena en buena compañía con algunas cuentas y autores de juegos de mesa, mostrándoles la magia de las tapas de Granada.
Domingo
El domingo fue un día más tranquilo para nosotros, pudimos tomarnos con más calma el evento y poder probar juegos que le habíamos echado el ojo el día anterior, pero que no pudimos jugar ninguna partida.
Comenzamos con el juego que más me había llamado la atención de todo Meeple Factory a primera vista: Phraya de Alberto Millán, autor de otros juegos como Kapadokya. En este eurogame de peso medio, surcamos el río con nuestras barcas para realizar diferentes tipos de acciones, como comerciar, realizar ofrendas, comprar puestos e, incluso, acercarnos al mismísimo rey. Para ello, contaremos también con un pequeño mazo de cartas que nos ayudan a potenciar nuestro turno de juego. Solamente por su estética y diseño nos hizo ojitos, pero a nivel mecánico nos encaja muy bien en casa, transmitiéndome buenas sensaciones y dejándome con ganas de echar otra. No le perdáis la pista, que pronto saldrá en campaña en Gamefound.
Después, jugamos a Unmatched, un juego de mesa que me resistía a probar porque no me llama especialmente la atención. Echamos unas rondas a 4 con la copia Unmatched: Cobble & Fog traído a Meeple Factory por TCG Factory. Fue una partida lenta y con mucho análisis parálisis, lo que aumentó mi recelo hacia el juego, quizás deba darle otra oportunidad a 2, pues quedó claro que por equipos no es lo ideal, pero por ahora es un juego que no me atrae para unirlo a la ludoteca.
Finalmente, cerramos el evento echándonos unas buenas risas con el divertido Remolacha. Supuestamente sencillo pero con el que no paramos de encadenar errores varios consecuencia de los momentos divertidos que genera, aumentando el cachondeo en la mesa. Achacaremos los graciosos fallos de enseñar el rol oculto o la tarjeta de palabras a las partidas que llevábamos en las espaldas. No obstante, fue un buen cierre, acabando el día y la jornada de Meeple Factory con un rato distendido, mientras intentamos poner nuestra mejor cara de póker en este juego de engaño y disimulo entre hortalizas y verduras.
Y para cerrar, mencionar que además de los muchos juegos de mesa que probamos en Meeple Factory, lo mejor de todo es reunirnos para apreciar la magnífica comunidad de juegos de mesa que tenemos. ¿Quién se apunta a la siguiente? Nosotros siempre que podamos, lo haremos.