Los ornitorrincos que habitan la costa este de Australia, viven más felices que unas perdices. Tal es así, que han inventado un juego con el que animar a los ornitorrincos exploradores tras un duro día de trabajo. Un juego de mesa de palabras donde, con adjetivos bien escogidos, los guías tienen que ayudar a los exploradores para que encuentren la palabra que estos describen.
Así se nos presenta Platypus, un juego de mesa de la editorial Arrakis Games en el que trabajaremos en equipo para dar las mejores pistas a nuestros compañeros de juego. En nuestra mano está que encuentren la palabra platypus. ¿Lo conseguiremos?
Número de jugadores: | 3 – 8 |
Duración: | 30 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Género: | deducción |
Complejidad: | 1,10 / 5 |
Editorial: | Arrakis Games |
Diseño: | Phil Walker-Harding |
Ilustración: | Monsieur Dupont |
Precio recomendado: | 16,96€ |
Índice
Preparación de partida
A continuación vamos a explicar cómo funciona el juego básico, el modo Koala, para más adelante, antes de la reseña, mencionar qué aportan los otros modos de juego.
En primer lugar, elegimos quien va a empezar siendo el explorador. Le entregamos la ficha de explorador y, en partidas a 4 o más jugadores, lo será tanto él como quien esté sentado a su izquierda. Los demás jugadores serán los guías.
Seguimos disponiendo el tablero de juego en el centro de la mesa y mezclamos las cartas numeradas del 1 al 8, apilándolas a un lado junto a este.
Barajamos por separado las cartas de nombre y de adjetivo para formar 2 mazos de robo independientes:
- Cartas de nombre: revelamos 8, que asociamos aleatoriamente a cada número del tablero de juego. Si los jugadores no conocen alguna de ellas, podemos reemplazarla por una nueva.
- Cartas de adjetivo: hacemos entrega a cada jugador de 8 cartas, esta será su mano de cartas inicial.
Con todo a punto, emprendemos esta aventura en Platypus.
¿Cómo se juega a Platypus?
Cada partida se divide en 4 rondas, donde los guías aportarán cartas a la mesa para que los exploradores vayan eliminando aquellas que consideran que no guardan relación con ellas, hasta que solo les quede la correcta… ¿o tal vez no?
Al inicio de la ronda, los guías cogen al azar una carta de número y la miran sin que la vean los exploradores. Esta carta se corresponde con uno de los nombres que hay sobre el tablero, palabra objetivo que los exploradores deben de averiguar en la ronda en curso.
Ahora, iremos alternando las siguientes fases hasta que se finalice la ronda:
Fase 1: turno del guía
El jugador activo elige entre jugar una de sus cartas o pasar el turno.
Si decide jugar, escoge la carta de adjetivo que considere más adecuada para describir la palabra correcta, la lee en voz alta y la coloca sobre la mesa. En el caso de quedarse con 3 cartas en la mano, roba para tener 4.
Si por el contrario, ha optado por pasar, el turno lo juega el siguiente jugador en sentido horario, el cual en este caso sí está obligado a jugar.
Fase 2: turno de los exploradores
Los exploradores (o explorador en partidas a 3 jugadores) están obligados a descartar 1 o 2 nombres de la mesa. Debaten cuál puede no encajar con la palabra o palabras que hay en mesa. Cuando se decidan, voltean las que consideran que no cuadran con la descripción, y pasamos a comprobar en qué punto nos encontramos:
- Si han dado la vuelta a la carta correcta, hemos perdido.
- Si solo queda una carta boca arriba y es la correcta, hemos ganado.
- Si queda más de una carta boca arriba y entre ellas la correcta, jugamos una nueva ronda.
Nueva ronda
Para jugar la siguiente ronda tenemos que:
- Pasamos la ficha de explorador al siguiente jugador, por lo que cambiarán los roles de al menos 2 jugadores.
- Retirar de la partida el nombre correcto (lo hayamos acertado o no) y reponemos su hueco con una nueva.
- Eliminamos todos los adjetivos jugados y le entregamos a cada guía tantas cartas hasta completar su mano de 8.
Fin de la partida
Al término de la cuarta ronda, contamos cuantas rondas hemos ganado, comparando nuestro resultado con la tabla del reglamento.
Modos alternativos
- ¿Más difícil todavía?: los guías, en lugar de jugar con 8 cartas, tendrán tan solo 4 o 6.
- Modo Dingo: juguemos tantas rondas como podamos hasta que perdamos una. ¿Cuántas victorias lograremos?
- Modo Sydney: para jugar a Platypus a más de 9, 3 jugadores harán de guías y se llevará un ajuste a la hora de robar nuevas cartas.
Reseña del juego de mesa Platypus
Platypus es un juego de mesa cooperativo con una propuesta bastante sencilla. En cada ronda un par de jugadores hará de exploradores, quiénes tendrán que adivinar la palabra correcta, y el resto de guías, los cuales tratarán de conducir con sus pistas a los exploradores hasta la carta adecuada.
Para ello, cada jugador dispone de una mano de cartas con adjetivos diversos, que pueden cuadrar en mayor o menor medida con cada uno de los 8 nombres en juego. Por turnos, el guía activo tendrá la posibilidad de jugar una carta o pasar, siendo esta segunda opción muy tentadora si ninguna de nuestras cartas nos encaja, dando la posibilidad al siguiente jugador de aportar una de las suyas.
Este punto abre el juego a la comunicación ya que, al haber un buen mazo de cartas de adjetivo, unas tan diferentes y otras tan parecidas, y nombres casi a la par de variados, o nos tanteamos un poco para ver cómo vamos cada uno, o empezaremos a jugar cartas sin sentido que confundirán a los exploradores.
De este modo, si somos capaces de jugar o pasar cuando mejor venga al grupo, pronto los exploradores comenzarán a estrechar el cerco sobre el objetivo. Así, estos irán limitando cada vez más los nombres disponibles, lo que facilita la labor de los guías para dar pistas y, por consiguiente, aumenta las opciones de atinar con el platypus.
El juego de mesa Platypus cuenta con algunos modos de juego que introducen leves modificaciones. Uno de ellos aumenta la dificultad, reduciendo las cartas en mano de los guías, otro nos hace jugar tantas rondas como podamos hasta que perdamos y el último amplía el rango de jugadores. Para mi gusto, el juego está hecho para jugarlo con ocho cartas, pues tener menos incrementa considerablemente el azar. Aunque no estaría de más que, al jugar con menos cartas, tuviéramos la posibilidad de que un jugador pudiera hacer un mulligan inicial en busca de mejores adjetivos si la suerte no le ha sonreído.
En cuanto al modo dingo, este sí tiene algo más de gracia al meter un punto más de emoción a las partidas, picándonos para ver cuántas veces somos capaces de ganar de forma consecutiva.
Por su parte, en relación al número de jugadores, lo he jugado de 4 a 6. Considerando que los exploradores pueden descartar hasta 2 cartas por turno, no lo jugaría a más de 7 para que todos tuvieran la oportunidad de jugar al menos una vez por ronda.
Pros
- Velocidad: juego mecánicamente simple que se juega a muy buen ritmo, encadenando 2-3 partidas seguidas con los grupos más familiares.
- Interpretación: especialmente cuando las pistas no acompañan, los guías tienen que recurrir a la imaginación para meter los adjetivos, lo cual puede generar situaciones graciosas cuando tenemos que explicar por qué hemos jugado cierta carta para describir un nombre con el que no pega.
- Rejugabilidad: 270 cartas entre nombres y adjetivos, por lo que da pie a tantas combinaciones que no habrá 2 partidas iguales.
Contras
- Límites en la comunicación: es recomendable no dar pistas e intentar hablar lo menos posible sobre estas para no ayudar a los exploradores, algo complicado teniendo en cuenta el público al que se dirige.
- Aleatoriedad cartas: podemos pasar de una ronda en la que con solo un adjetivo ya está clara la solución, y en otras no hay por donde cogerlos para jugar alguna carta útil.
- Modos de juego: no aconsejo reducir el número de cartas en mano, ni tampoco jugarlo a más de 7 jugadores. Tal vez se podía haber creado algún modo alternativo para exprimir más el juego.
Mi veredicto
Y con esto vamos cerrando la reseña de Platypus, un juego de mesa del autor de otros títulos tan conocidos como Sushi Go! y Cacao entre otros, quien nos trae un título cooperativo muy asequible para el público familiar. En él, disfrutaremos de partidas ligeras donde haremos lo posible para que nuestros compañeros encuentren la palabra que estamos detallando con nuestros adjetivos. Le falta variabilidad para que tenga más recorrido y que las sensaciones entre partidas no esté tan condicionada por los nombres que salgan a mesa y las cartas que nos toquen. Por ello, le doy mi emblema de juego aprobado.