Muchos fueron los intrépidos aventureros que tiempo atrás, eran capaces de adentrarse en la mazmorra más tenebrosa de la región. Habían escuchado historias sobre un enorme rubí que se encontraba en alguna de sus salas más profundas y, aunque eran valientes y estaban decididos a explorarla, ninguno fue capaz de hallar tal preciada gema, ni tan siquiera volver.

Mini Rogue es un juego de mesa, de la editorial Nuts! Publishing, que llega al castellano de la mano de Tranjis Games. En él nos convertiremos en un héroe o heroína con el que nos adentraremos en la mazmorra para recorrer sus enormes y oscuras salas en busca del tesoro. Pero nadie dijo que el camino fuera fácil, pues pronto nos enfrentaremos a trampas y monstruos de todo tipo que nos harán la vida imposible.

Número de jugadores:1 – 2
Duración:30 minutos
Edad mínima:14 años
Editorial:Tranjis Games
Diseño:Paolo Di Stefano
Gabriel Gendron
Ilustración:Gabriel Gendron
Precio:20,66€

Portada de Mini Rogue

¿De qué va Mini Rogue?

Mini Rogue nos presenta una propuesta de mazmorreo inspirada en los videojuegos del género roguelike, donde los mapas de juego se van generando aleatoriamente a medida que superamos niveles, los cuales incrementan su dificultad progresivamente pero que podremos superar si vamos desarrollando nuestro personaje.

Al inicio de la partida, según si jugamos en solitario o en su variante cooperativa, escogemos nuestro personaje, quien cuenta con recursos varios y habilidades iniciales asimétricas, y configuramos la zona de juego inicial para dar comienzo a la partida.

Para encontrar el gigantesco rubí, tendremos que visitar desde el primer hasta el último piso de la mazmorra, recorriendo las zonas representadas mediante una cuadrícula de 3×3 cartas, zonas que compondremos con 9 cartas dispuestas de forma aleatoria, cartas que serán las salas de la zona, que estarán ocultas y que iremos revelando conforme vayamos superando cada una de ellas.

Para hacerlo, por lo general tendremos que realizar tiradas de dados, cuyos resultados determinarán como de bien o mal parados saldremos de cada una de las situaciones variopintas que nos deparará este Mini Rogue.

Algunas adversas como pueden ser los combates contra monstruos guardianes o trampas puestas a traición que nos pueden incluso maldecir o envenenar. Aunque también habrá otras que nos darán un empujón para seguir mejorando nuestro personaje, ya sea consiguiendo objetos o aliados que nos acompañarán durante la aventura, comerciando con el mercader o simplemente dándonos un respiro para recargar las pilas y continuar.

De este modo, avanzaremos por las salas de cada zona, revelando solo las salas contiguas situadas a la derecha y debajo de la actual para poder decidir por donde preferimos ir hasta llegar a la puerta de la siguiente zona.

Esto nos llevará a preparar aleatoriamente una nueva zona por la que seguiremos progresando hasta que alcancemos el final del piso, momento en el que nos enfrentaremos a un jefe y, en el caso de ser el último piso, el jefe final que custodia la preciada Sangre de Og, o ese es el plan si no perdemos la vida por el camino.

Primeras sensaciones

Mini Rogue es un título que combina cositas de los videojuegos roguelike y los típicos dungeon crawler para traernos un juego de mesa que nos pretende sumergir en la experiencia de este tipo de juegos.

Para quien no lo conozca, roguelike es un género dentro del mundo de los videojuegos de rol de aventura y estrategia, que se caracteriza por la exploración de escenarios configurados aleatoriamente, donde los jugadores deben salir airosos de los continuos retos que se les propone, hasta que superan la misión o hasta que la misión les supera a ellos.

Esta idea la consigue trasladar estupendamente al juego, donde partiendo de un personaje con habilidades únicas, tendremos que ir mejorándolo a medida que exploramos y superamos salas, cartas en las que nos enfrentaremos a multitud de peligros y monstruos que nos pondrán las cosas cada vez más difíciles para lograr nuestro objetivo. Derrotar al jefe final y encontrar la Sangre de Og.

La gracia del juego radica en esa incertidumbre de qué nos va a deparar la aventura, al no conocer con exactitud lo que habrá en la siguiente sala por esa configuración al azar, por las salas que permanecen ocultas hasta que estamos a punto de entrar y por los lanzamientos de dados que nos pueden dar más sustos que alegrías.

Para quien no esté habituado a este tipo de juegos, los conceptos, iconografía y sistema de juego pueden pillarle desprevenido, provocando que la primera partida resulte más compleja de lo esperado. Y aunque de primeras puede costar, en cuanto comprendamos cómo funciona, veremos que el juego es relativamente sencillo y accesible, previsiblemente dirigido a un público que busque una propuesta ligera y entretenida. Tomaremos constantemente pequeñas decisiones que nos engancharán a echar otra partida, pero falta por ver si el mazo del juego base es capaz de aguantar que encadenemos partidas con recurrencia.

Y para quien quiera más, Mini Rogue no viene solo. Llega junto a la expansión Abismos de perdición, que aporta un componente narrativo a las partidas e incluye nuevas cartas de héroe, enemigos y tesoros para aquellos a los que se les quede corto el juego base. Y también está el pack deluxe para los más coleccionistas, con tableros multicapa para los que no soportan que los cubitos bailen de un track a otro y 2 miniexpansiones con cartas exclusivas.

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