En la Edad de Oro de la laguna, una nueva institución emerge con fuerza: el Consejo Privado. Montado por los ciudadanos más influyentes de la época, este órgano consultivo se ha convertido en una poderosa herramienta para el Dux, quien puede mover los hilos de la sociedad y moldear el devenir político de la ciudad a su antojo. Mientras, Venecia se sigue consolidando como el epicentro del comercio internacional donde las fortunas se amasan al ritmo de las transacciones, gracias en gran medida a su bello y delicado arte en la producción de vidrio.
Las obras maestras es una expansión del juego de mesa Mille Fiori, editado por Devir Iberia. En esta ocasión, no solo nos dedicaremos a la creación de las delicadas piezas de vidrio que dan nombre a esta propuesta del bueno de Knizia, sino que ascenderemos un escalón más en la jerarquía artesanal apoyando a la Dogaresa y al Dux, aumentando nuestra influencia en el consejo y por supuesto exhibiendo nuestras grandes obras maestras.
Número de jugadores: | 2 – 4 |
Duración: | 60 – 90 minutos |
Edad mínima: | 10 años |
Género: | control de área draft colocación de losetas |
Complejidad: | 2,82 / 5 |
Editorial: | Devir Iberia |
Diseño: | Reiner Knizia |
Ilustración: | Stephan Lorenz |
Precio recomendado: | 26,96€ |
En este artículo vamos a centrarnos exclusivamente en la expansión, por lo que para quien no conozca el juego, os animo a que os paséis antes por la reseña completa de Mille Fiori. Y sin más, ¡empezamos!
Índice
Preparación de partida
Antes de empezar a jugar, preparamos la partida del juego base y:
- Añadimos al mazo de cartas 20 más (11 de señorío y 9 de obras maestras) y revelamos 9 para formar el suministro.
- Incorporamos nuevos elementos:
- Ampliamos el tablero principal con un tablero secundario anexo.
- Creamos el Consejo Privado: un track compuesto por 6 losetas, en cuyo inicio colocamos un peón por jugador.
- Hacemos un par de mazos (uno de obras maestras y otro de Dogaresa) y revela las 3 primeras de cada uno para formar sendos suministros.
Y con ello, ya estaríamos listos para jugar a Mille Fiori con la expansión Las obras maestras.
¿Cómo se juega a la expansión Mille Fiori: las obras maestras?
Nuestro objetivo en Mille Fiori: las obras maestras es, al igual que en el Mille Fiori original, convertirnos en los mejores profesionales del vidrio, ahora trabajando también en las altas esferas de la sociedad veneciana. Para ello, tenemos que jugar cartas de nuestra mano, las cuales nos permitirán colocar estratégicamente nuestros diamantes en las distintas áreas del súper tablero, lo que se traducirá en puntos de victoria (PV) y combos varios que nos acercarán a la victoria.
La partida transcurre con normalidad, teniendo en cuenta las novedades de la expansión:
El Consejo Privado – La Signoria
Como hemos comentado, se trata de un track por el que los jugadores pueden ir escalando para resolver diferentes acciones. Cada loseta tiene un color asociado a una de las secciones del tablero del juego base (excepto la ruta comercial) lo que nos permite, cada vez que juguemos una carta del mismo color (sección) que la loseta del track en la que estamos, progresar a la siguiente casilla libre y realizar la acción impresa.
Así, además de colocar el diamante como de costumbre, podremos mover nuestro peón para hacer una acción que nos dará puntos, una carta de obra maestra/Dogaresa o bien avanzar el barco por la ruta comercial. Este track también tiene una bonificación extra por orden de llegada al final del mismo.
Cartas de señorío
La carta de Dux, que marca el jugador inicial, ya no se cede al siguiente jugador en sentido horario al final de la ronda, sino que pasará inmediatamente a aquel jugador que en su turno, en lugar de jugar una carta estándar, juegue una de las cartas de señorío que se han incorporado al mazo. También otorgan puntos y nos ayudan a subir en el track del Consejo.
Cartas de Dogaresa
Al avanzar por el Congreso podremos optar a tomar una carta del suministro (o mazo) de Dogaresa. Esta carta no se juega al instante, sino que permanece boca arriba frente a nosotros y solo se jugará si en nuestro turno, en lugar de utilizar la carta que tomemos de la mano, descartamos esta y jugamos la Dogaresa.
Estas cartas son variadas y nos pueden hacer ganar puntos, tomar cartas de obra maestra, jugar una carta extra del suministro estándar e incluso ganar la carta de Dux y avanzar en el Consejo.
Ruta comercial
La ruta comercial se extiende, ofreciendo así un recorrido más largo en el que podremos:
- Hacer acciones: ganar puntos, acciones adicionales, progresar en el Consejo y ganar cartas de obra maestra.
- Ganar una bonificación extra en forma de puntos por orden de llegada al final del track.
Obras maestras
A medida que vayamos robando cartas de obra maestra (ya sea a través del Consejo, la ruta comercial o las cartas de Dogaresa) podremos colocar estas en nuestra área de juego personal para formar una cuadrícula de 3×3.
De este modo, iremos creando una vitrina con cartas de hasta 3 colores y 3 formas combinables entre sí, pero, si al final de la partida logramos crear filas/columnas con cartas del mismo color o forma, ganaremos 10 PV por línea; pero si hacemos ambas a la vez recibiremos el doble.
Reseña de la expansión Mille Fiori: las obras maestras
Pocas cosas son tan satisfactorias en este nuestro mundillo lúdico como encontrarse con un juego, del que a priori no esperas mucho, pero una vez en mesa descubres que es capaz de ofrecerte una muy buena experiencia de juego.
Ese es el caso de Mille Fiori, uno de nuestros top 3 del gran Reiner Knizia. Pero antes de entrar en materia, vamos a hablaros un poco sobre este juego para poneros en situación. Aunque si queréis saber mucho más en detalle, al principio del artículo os he dejado el enlace a la reseña completa del juego base.
Nos encontramos con un eurogame ligero que combina con sutileza la selección de cartas mediante draft con la colocación de losetas (diamantes) para presentarnos una propuesta que fluye de maravilla y deja buen poso tras cada partida, además de contar con un despliegue en mesa súper llamativo que hará las delicias de los jugadores.
Sí, como tal The Doctor (como también se conoce al autor) no inventa realmente nada nuevo. No obstante, logra que este Mille Fiori en su conjunto funcione estupendamente, especialmente a 3-4 jugadores, siendo un juego accesible para el público más familiar, pero también lo suficientemente táctico como para atraer a jugadores con más bagaje por su gran interacción y combos múltiples.
Cierto es que este juego de mesa tiene sus peros. Peca de una escalabilidad con margen de mejora a 2 jugadores y un orden de turno con bastante impacto en partida, lo cual no ha evitado que el juego tuviera tan buena acogida y haya llevado a la publicación hace un par de años de Mille Fiori: las obras maestras. Una expansión que ha cuajado tan bien que incluso en la mismísima BGG tiene una nota media que supera en 0,4 puntos al juego base. Así que no nos ha quedado más remedio que pillarla para tantear si mejora tanto el juego como para ser una de esas expansiones imprescindibles.
Mille Fiori: las obras maestras aporta 4-5 cosas nuevas, todas ellas entrelazadas entre sí y que por lo tanto debemos incorporar simultáneamente a nuestras partidas a Fille Fiori, no pudiendo jugarlas por separado para que las sinergias que hay entre estas cobren sentido.
Lo más llamativo, tanto a nivel visual como aporte en sí al juego, es la extensión del tablero. Esta nos proporciona 2 cosas. Por un lado el Consejo Privado, un track por el que a los jugadores les interesa avanzar para realizar las distintas acciones que trae esta expansión. Pero la gracia de este Consejo y lo que más me ha gustado de la expansión no está solo en hacer esas acciones (ya que es la forma más habitual y clara de conseguirlas), sino en cómo se va a poder progresar por el track.
Cada loseta del Consejo está asociada a un área del tablero según su color, y por lo tanto también al color de las cartas. De este modo, si un jugador utiliza una carta del área correspondiente al espacio en el que está en el Consejo, avanza en el track y realiza la acción extra impresa. Así, las cartas pasan a tener un doble uso que hará que la elección de la misma sea un pelín más compleja, yendo más allá de solo colocar el diamante. Un aporte estupendo.
Y por otro lado, aunque no tan relevante, este tablero amplía la ruta comercial. Se agradece un trayecto más largo, en el que los jugadores podrán encontrar más acciones extra de la expansión y, al igual que en el Consejo, una bonificación extra en forma de puntos por llegar al final del track antes, haciendo más apetecible invertir en ellas como sucede con el resto de áreas del juego.
Y entre las acciones especiales que nos conceden ambos tracks (Consejo y ruta comercial) cabe destacar las cartas de Obra maestra y Dogaresa. Las de Obra maestra lleva a los jugadores a trabajar en paralelo de forma individual en la construcción de una cuadrícula de 3×3. Una especie de set collection descubierto, donde tocará ir colocando las cartas según su forma y/o color, lo que dará puntos directos durante la partida y muchos más al final de esta si logramos combinarlas en líneas de 3 por coincidencia.
Por su parte, las cartas de Dogaresa nos otorgan puntos y/o habilidades especiales que, a diferencia de las cartas de Obra maestra, no se juegan de forma inmediata al conseguirlas. Estas se reservan en la recámara y solo entrarán en juego si en nuestro turno, en vez de utilizar la carta que tomemos de la mano, descartamos esta y jugamos la Dogaresa. Así, la acción residual del juego base, de mover el barco cuando la carta no nos interesaba, queda en un tercer plano que ya no sale a cuentas usar al tener la posibilidad de ejecutar acciones mucho más potentes como las que nos dan las Dogaresas.
Y por último y no por ello menos importante, están las cartas de señorío. Estas entran al mazo del juego junto a algunas obras maestras, y nos llegarán a la mano por el draft habitual. Unas cartas especiales que además de hacernos subir por el track, son muy demandadas ya que de ellas depende el nuevo orden de turno, y encima son súper escasas.
La carta de Dux, que marca el jugador inicial, ya no se cede en sentido horario al siguiente jugador al término de una ronda, sino que lo hará solo si alguien juega una carta de señorío, o en su defecto alguna de las Dogaresas que tienen este beneficio, pasando así a un orden de turno asimétrico que depende de los jugadores y del azar en su aparición (o no) en las manos de los jugadores.
Pros
- Bien integrada: uno de los puntos fuertes de esta expansión es que no choca con la sencillez, ritmo ágil y fluidez que caracteriza a este juego de mesa. Reiner Knizia mantiene lo que venía funcionando bien y da un paso más en profundidad sin alterar prácticamente la dinámica de juego. Una expansión que está bien compensada en cuanto a elementos que incorpora, sin alargar en demasía las partidas y potenciando la experiencia de juego lo suficiente como para que merezca salir a mesa de la mano del juego base (entran en la misma caja).
- Doble uso de las cartas: como hemos comentado, que al jugar una carta podamos tanto colocar un diamante como progresar en un nuevo track en el que vamos a poder encadenar acciones está genial.
- Aumenta la interacción: la interacción es mucho más directa y eso me gusta, lo cual apreciamos en la disputa por el orden de turno, en el progreso en la ruta comercial por bonificaciones extra, la anticipación de cartas en los 2 nuevos suministros y el avance más rápido al saltar jugadores en el Congreso.
Contras
- Diseño: un par de cosas a mejorar a nivel visual. El nuevo tablero debería de sentirse como una extensión real del tablero principal, sobre todo al dar continuidad a la ruta comercial. Sin embargo, esta queda cortada por el track de puntuación, por lo que se le tenía que haber dado una vuelta para evitar ese corte. Otro punto es los peones para el recuento de puntos. En vez de añadir otros idénticos para el Consejo, se podía haber usado los que había de puntuación para ello, y en su lugar para el recuento de puntos contar con fichas de puntuación que se puedan apilar al coincidir en una misma casilla, y no solo las fichas para llevar el conteo de los centenares.
- Despliegue en mesa: ocupa más mesa. Entre el nuevo tablero, los suministros, que ahora cada jugador debe reservarse un espacio frente a él para montar una cuadrícula de 3×3 y poner sus Dogaresas, el espacio que requiere el juego aumenta considerablemente.
- Escalabilidad: no se ha hecho ningún ajuste respecto al juego original para que funcione mejor a 2 jugadores. Es más, para mi gusto funciona ahora peor en pareja, pues depende de como caigan las losetas de Consejo y sobre todo al contar con un mazo de juego tan grande donde hay pocas cartas de señorío, suele pasarnos que el orden de turno se estanque bastante en un mismo jugador.
Mi veredicto
Y con esto vamos concluyendo la reseña de Mille Fiori: las obras maestras. Una expansión que no da un giro 360º al juego pero sí añade algunos puntos interesantes, lo que permite mantener la esencia y la jugabilidad del mismo, haciendo que Mille Fiori siga la misma dinámica y ofrezca a los jugadores una experiencia igualmente satisfactoria aunque con un pelín más de profundidad a través de nuevas formas de combar acciones, un nuevo track que enlaza con el draft habitual y varios tipos de cartas que entran en juego con distinta finalidad. Sin embargo, el juego base ya es de por sí un juego muy top y esta expansión, aún introduciendo cosas llamativas, renquea en ciertos aspectos. No es una expansión obligatoria pero para quien juegue mucho a Mille Fiori merecerá la pena. Por ello, le otorgo mi emblema de recomendado.