¿Queréis formar parte de nuestro proyecto de conservación marina? Bucear es una experiencia única para todas aquellas personas a las que nos gusta el agua, disfrutando de una sensación diferente en un inmenso mundo por descubrir. Es por eso que buscamos buzos experimentados, aventureros y amantes de la naturaleza, que estén deseosos de unirse a nuestro equipo. ¿Os apuntáis a las pruebas de buceo?
Mediterráneo es el juego de carterita que nos presenta la editorial Cacahuete Games para este verano. En este título nos convertiremos en buzos profesionales que, como cada mañana, nos sumergimos en el agua para encontrar ejemplares de algunas especies marinas para su estudio. Pero andémonos con ojo, que si molestamos más de la cuenta a otras especies, podemos salir mal parados. ¡Bienvenidos a las profundidades del mar Mediterráneo!
Número de jugadores: | 2 |
Duración: | 30 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Editorial: | Cacahuete Games |
Diseño: | J.A.M. Toribio Jaime López |
Ilustración: | José Soto |
Precio recomendado: | 7,16€ |
¿De qué va?
Mediterráneo es un juego de mesa exclusivo para 2 jugadores, en el cual nos enfrentaremos a nuestro oponente al mejor de 3 rondas. En cada una de ellas, nos turnaremos para jugar cartas de nuestra mano en una zona de juego compartida, en la que dispondremos animales acuáticos procurando que queden visibles los que nos interesan, y a la par ocultando los que benefician al adversario. Nuestro objetivo, ser el primero en lograr 10 PV o, que al término de la ronda, tengamos más PV que el rival.
En cada ronda los jugadores disponen de un set de cartas idéntico, compuesto por un total de 9 cartas con ambas caras funcionales. Por el reverso tenemos los objetivos, donde se muestran los tipos de animales que nos dan y quitan 2 y 1 PV respectivamente. Para empezar, cada jugador escoge un objetivo y lo pone frente a él, de modo que conocemos de antemano a lo que va (y no) cada jugador.
A partir de aquí, le damos la vuelta a nuestras mano de cartas y, salvo una, ya solo nos tenemos que preocupar por el anverso, lado en el que aparecen 6 animales en distintas combinaciones, entre las que encontraremos cangrejos, tortugas, mantas, caballitos de mar y pulpos. Estas cartas se juegan en la fase principal de la ronda, en la que los jugadores se turnan para poner una de sus cartas en la mesa.
Cada vez que juguemos una carta, lo haremos de manera que esta cubra al menos una de las que ya hay en la zona de juego común. No obstante, no podemos hacerlo como nos dé la gana. La carta jugada deberá pisar como mínimo un animal de una carta ya puesta y como máximo hasta dos animales por carta.
Entre nuestros animales veremos un par con habilidades especiales. En algunas cartas veremos pulpos, quienes copian el tipo de animal al que tocan con sus tentáculos, lo que invita a generar más animales de un tipo u otro según vayamos disponiendo cartas frente a ellos. Por otro lado tenemos una única carta cuyo reverso contiene 6 gaviotas, las cuales rompen todas las restricciones del juego, pudiendo utilizarla como queramos.
Con todo explicado, ya solo nos queda coger nuestro conjunto de cartas y comenzar a bajar cartas a mesa, haciendo lo posible para que el área de mar que estamos dibujando nos sonría más que a nuestro adversario, para llevarnos el gato al agua en este Mediterráneo.
Mi opinión
Tras la buena acogida de Pepinillo, Cacahuete Games vuelve a apostar por los juegos de carterita con Mediterráneo. En esta ocasión la editorial nos trae un juego para 2 jugadores, en el que viajaremos al fondo del mar en busca de nuestras criaturas marinas favoritas para convertirnos en todo unos expertos buceadores.
Mecánicamente es bastante sencillo. Tenemos 9 cartas, elegimos una como objetivo y con las 8 restantes nos disputaremos el control del mar. Que el objetivo de cada jugador sea descubierto hace que sepamos a lo que va el otro jugador y los PV que tiene en cada momento, pero también lo sabe él de nosotros. Esto, unido a que la construcción del área de juego es compartida por los jugadores, convierten cada ronda en un tira y afloja por ver quien consigue imponer sus animales.
La incidencia constante en la creación del mar es sin duda la gracia del juego. Lo que uno hace el otro puede deshacerlo en la réplica, entrando en una dinámica de puteo donde el más mínimo error desequilibrará la balanza a favor de un jugador. Y es que en nuestra mano están los elementos para llevarnos la partida, pero también para dejársela en bandeja al oponente.
Esto nos hará detenernos en cada turno para echar cuentas de cómo va la ronda y sopesar cuál es la carta óptima a jugar en nuestra siguiente jugada. Depende de como vaya el conteo de puntos, podemos arriesgar en busca de una victoria inmediata o por el contrario tenemos que ser más conservadores y aguantar con la artillería pesada en mano para apretar en el tramo final de partida, evitando así que nos tapen nuestras mejores combinaciones y nos quedemos con una mano delante y otra detrás.
Y es que a pesar de su accesibilidad, la corta duración de las minipartidas y la colorida puesta en mesa, Mediterráneo tiene su miga. Tampoco nos va a romper la cabeza, pero tiene su punto de estrategia que lo hace un juego entretenido y disfrutable, al que le tendremos que dar un poco al coco para que el mar que compongamos nos dé la victoria.
Pepinillo y ahora Mediterráneo. Cacahuete Games comienza a dar forma a lo que será su línea de juegos en formato reducido. ¿Nos sorprenderá con alguno más antes de terminar el año?