¿Conocéis qué es un koinobori? Los amantes del mundo japo o viajeros por Japón quizás sepan de esta tradición y hayan podido disfrutar de su espectáculo visual. Pues, en los días de celebración relacionados con la infancia, como el Día del Niño (Kodomo no Hi), son muchos los que colocan una cometa o bandera con forma de carpas de colores, haciendo que parezca que nada en el cielo. Esto simboliza el deseo de fuerza y perseverancia, ya que estos animales nadan a contra corriente, así como de crecimiento, al surcar el cielo, lanzando el anhelo de que los niños y niñas crezcan fuertes y alcances sus metas, solventando cualquier obstáculo, elevando sus sueños ¡Qué mensaje más hermoso! Pues, igual de bonita queda nuestra mesa con este juego.
Koinobori es un juego de mesa de la editorial Perro Loko Games, en el que nos sumergimos en la experiencia de esta bella tradición. Para ello, colocamos las cartas de carpas de colores en nuestros mástiles y los del festival, diseñando las combinaciones más adecuada a nuestros intereses de puntuación, pero la caza de cometas no será fácil, pues los rivales estarán atentos a nuestros deseos para adelantarse.
Número de jugadores: | 2 – 5 |
Duración: | 20 – 40 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Género: | control de área gestión de mano |
Complejidad: | 1,50 / 5 |
Editorial: | Perro Loko Games |
Diseño: | David Bernal |
Ilustración: | Amelia Sales |
Precio recomendado: | 12,71€ |
Índice
Preparación de partida
Para comenzar la partida al juego Koinobori, cada jugador toma 1 carta de mástil personal de cada nivel, colocándolos en orden ascendente en su zona de juego. Después, se barajan las cartas de bandera inicial y se colocan boca arriba tantas como número de jugadores más 1. Y las cartas de puntuación se colocan a un lado de la mesa, dejando visible la cara de puntuación negativa.
A continuación, cada jugador roba 2 cartas de Koinobori, para formar su mano inicial. Con el resto se forma un mazo de robo, del cual se revelan 7 cartas. Y finalmente, dejamos al alcance de todos los jugadores los marcadores y contadores de puntuación. El jugador inicial será quién primero acierte la dirección del viento, ya que va mostrando habilidades de vuelo.
¿Cómo se juega a Koinobori?
Nuestro objetivo en el juego de mesa Koinobori es conseguir más puntos de victoria (PV) que el resto de jugadores, diseñando el mástil con las cometas más llamativas y bien combinadas del festival. Para lograrlo, robaremos y jugaremos cartas de carpa en nuestro mástil o zona personal, así como en la zona común con los mástiles del festival.
No obstante, el desarrollo de nuestro mástil también va a determinar las habilidades que tengamos disponibles, como son la capacidad de robo (cartas que podemos adquirir), número de cartas de Koinobori que podemos jugar (en los mástiles del festival o personal) y número máximo de cartas en mano.
En nuestro turno de juego, podremos realizar 1 acción de las 2 disponibles:
- Robar cartas de Koinobori: de los extremos de la fila de robo hasta el número que indica la habilidad de nuestro mástil. Si tras el robo, quedan 3 cartas o menos, se desplazan las cartas hacia abajo y se completa hasta tener 7 cartas visibles.
- Jugar cartas de Koinobori: tantas como nuestra habilidad nos permita en ese momento. Estas pueden ser colocadas en nuestro mástil personal o en los mástiles del festival:
- El mástil del festival lo vamos conformando todos los jugadores, comenzando en las cartas de bandera inicial y situando cartas siempre en el extremo superior, hasta que llegamos a la 5º carta de Koinobori, entonces esa zona queda completada y cerrada. Algunas cartas tienen habilidades adicionales, que le dan más aliciente a nuestra estrategia de juego.
- En cuanto a nuestro mástil personal, se va creando con cartas de Koinobori boca abajo (pueden ser consultadas) y de manera ascendente, para subir de nivel tendremos que haber completado el inferior. De esta forma, al subir de nivel, iremos mejorando nuestras habilidades, determinadas por la carta de mástil visible más abajo. Aquí, solamente podremos colocar 3 cartas, la última no puede cubrirse.
Fin de la partida
La partida a Koinobori termina inmediatamente cuando están completos todos los mástiles del festival, con 5 cartas cada uno. Tras ello, pasamos a realizar el recuento de la puntuación final obtenida por cada jugador, tomando 1 marcador y 1 contador. Asimismo, llega el momento de revelar las carpas de nuestro mástil personal.
La puntuación se realiza en cada mástil del festival siguiendo estos pasos:
- Tipo de Koinobori que puntúa (solamente 1 tipo): el más repetido en ese mástil, siempre que no esté empatado con otro. Si todos están empatados, puntúa el que indica la bandera de la base.
- Valor de representación del Koinobori que puntúa: número de veces que se repita. Si es el de la bandera de base, por empate, su valor de representación es 1.
- Calculo de la puntuación en ese mástil: se múltiplica el valor de representación del Koinobori que puntúa por el número de Koinoboris del mismo tipo que tengamos en nuestro mástil.
Después, se voltea la carta de puntuación del Koinobori que ha conseguido puntuar y se pasa al siguiente mástil, hasta calcular los 3. Tras ello, cada jugador debe restar 3 puntos por cada tipo de carta que no ha puntuado en el festival, por lo que tendrá su carta de puntuación aún marcando la cara negativa.
Reseña del juego de mesa Koinobori
Con la inspiración de esta hermosa tradición japonesa, la mesa de juego se llena de carpas voladoras de colores que infundan valores de la fortaleza y perseveración hacia nuestras metas, lo que nos ayuda a crecer con energía y armonía desde pequeños. Y con esta mensaje de resiliencia, nos adentramos a una competición por dirigir la orquesta de colores en el cielo, frente a nuestro rivales que también se quieren llevar el gato al agua, venciendo en esta ardua batalla. Solo que esta vez, en lugar de gato hay un mar de carpas en el aire.
En el juego de mesa Koinobori, los jugadores compiten por tener los colores más adecuados de koinoboris o cometas de carpa en su mástil personal, estando ocultas al resto de jugadores, sus decisiones son influidas por las mayorías de color que se van conformando en cada uno de los mástiles de festival, siendo estas construcciones visibles y comunes entre todos los jugadores. Por ello, estamos ante un juego de cartas de mayorías en el que realizamos apuestas en oculto, las cuales debemos favorecer que se cumplan con estrategia, anticipación y zancadillas a las intenciones de los rivales.
En la partida, estamos ante la tesitura de jugar cartas en nuestro propio mástil para mejorar nuestras habilidades, pero con el peligro de hacer una apuesta a un color que difícilmente pueda conseguir la mayoría en los mástiles del festival. Sin embargo, si no mejoramos nuestras opciones de juego pronto, colocando cartas en nuestra zona de juego, tendremos complicado influir en los mástiles comunes. Por tanto, debemos encontrar el equilibrio, teniendo en cuenta que solamente apostamos con 3 cartas, las cuales nos harán ganar puntos, si alzamos su color frente al resto, o perderlos, si su color se queda sin destacar en el cielo.
Así, debemos en ocasiones arriesgar por un color que aún no posea la mayoría, pero con la intención de pelear por conseguir dominar con dicho color algún mástil común. Para ello, necesitaremos tener habilidades desbloqueadas de nuestro mástil personal, ya que están nos ofrecen más posibilidades de elección y juego, abriéndonos el abanico de robo y colocación de cartas de Koinobori, lo que puede favorecer nuestra planificación o ayudarnos a perjudicar al rival, siendo una u otra cosa beneficiosa para lograr nuestra victoria.
A este reto, hay que sumarle que los rivales intentarán leer nuestras intenciones, por lo que son comunes los intentos de sabotaje en Koinobori. Si observamos que algún jugador muestra demasiada perseverancia en potencia un color, puede ser el indicativo de que ha decidido apostar a él en su mástil, por lo que más astuto será no ir al mismo color y ponerle las cosas complicadas con nuestras acciones.
Para esta disputa entre jugadores, tienen un papel primordial las habilidades de las cartas de Koinobori, las cuales nos ayudan a ocultar cartas, cambiar de sitio, mejorar nuestras posibilidades o incluso robar 1 carta a otro contrincante de su mano. Así, dan un gran aliciente en la batalla aérea de carpas, ofreciendo giros sorpresivos en las planificaciones de los jugadores, por lo que tendremos que aprender a reponernos de los golpes y aprovechar las herramientas que tenemos en nuestra mano con astucia.
En Koinobori, por consiguiente, tenemos que mantener a flote dos estrategias de juego, una oculta y otra visible, cuyos pasos no pueden hacernos desvelar nuestras intenciones al resto, por lo que debemos andar al despiste y aprovechar cualquier oportunidad para bloquear los planes de los rivales. Es un juego sencillo de reglas, pero con una alta interacción y competición entre jugadores, ya que los resultados en los mástiles comunes del festival son los que van a determinar nuestra puntuación.
De ahí, que su mejor número sea a 4 o 5 jugadores, lo que permite una partida más intensa y tensa, con una disputa constante por el robo de cartas y su colocación en los mástiles. A 2 o 3 jugadores también se puede jugar bien, pero existe más control y menos tensión, ya que la batalla presenta menos frentes o posibilidades de alianzas envenenadas.
Por otra parte, presenta una buena rejugabilidad, al estar condicionado al azar en el reparto y aparición de las cartas, lo que puede también generar a su vez cierta frustración a los jugadores que tengan más mala suerte y vean que la fortuna es más generosa con sus contrincantes. No obstante, con una adecuada estrategia se puede intentar plantar cara al azar, fastidiando la planificación de los oponentes con nuestras acciones. En cuanto a su diseño, es un juego de cartas con unas ilustraciones muy cuidadas y hermosas, llenando nuestra mesa de un cielo de colores precioso.
Pros
- Facilidad de aprendizaje: puede ser considerado un juego familiar, al contar con reglas sencillas de entender, lo que permite disfrutar del juego tanto a jugadores experimentados, como a aquellos que se inician en el mundo de los juegos de mesa. Con una iconografía clara y no muy abundante.
- Interacción: en este juego de cartas se fomenta la interacción entre los jugadores, ya que las acciones de uno pueden afectar directamente a los demás, lo que provoca un rifirrafe constante. Los pasos de los rivales pueden entorpecer nuestros planes, y viceversa.
- Juego oculto: en Koinobori existe una combinación de juego abierto y oculto, por lo que debemos disimular en nuestras intenciones o hacer jugadas que desmantelen a los contrincantes a nuestro favor, antes de que pueden desbaratar nuestros planes. Por ello, es un juego de mesa de tomar de decisiones estratégicas, lo que hace que cada partida sea diferente y emocionante.
Contras
- Azar: como la mayoría de juegos de mesa de cartas el azar está en la aparición de cartas en el mazo de robo, pudiendo salir los colores de las carpas deseados o los que benefician más la rival. A esta fortuna le tendremos que hacer frente con más o menos benevolencia.
- Puntuación empates: al llegar a la puntuación final pueden ocasionarse empates recurrentes en los mástiles del festival, lo que anula por completo todo nuestro esfuerzo, pasando a otro color o incluso al base, lo que provoca una resolución que no tiene por qué primar el esfuerzo realizado durante la partida.
- Frustración: al ser un juego de gran interacción entre jugadores, nuestros planes pueden ser modificados en cualquier momento por las habilidades de las cartas de nuestros contrincantes, por lo que hay que saber no rendirse y reponerse del golpe.
Mi veredicto
Koinobori es un juego sencillo de mayorías y gestión de cartas, en el que llevaremos a cabo una estrategia en abierto y otra oculta, para lograr llevarnos la victoria. Un juego con gran interacción y planificación estratégica que puede funcionar con jugadores experimentados y menos recurrentes, con una aspecto llamativo y bonito en mesa. Sin embargo, en algunas ocasiones el azar de las cartas o las malas intenciones de nuestros contrincantes pueden hacer que nos frustremos, al ver desbaratados nuestros planes de un plumazo, o un golpe de carpa mejor dicho. Por todas estas razones, y las comentadas en la reseña, Koinobori recibe mi emblema de juego recomendado.