Kimono llega como un juego de mesa para el deleite de los amantes de Japón. Su editorial SD Games, nos ofrece una competición entre las jóvenes del Imperio para descubrir a la más elegante, así que deberemos hacernos con las mejores telas y complementos para fabricar el más envidiable y llamativo kimono. Disfrutemos con este juego del arte de coser las bellas telas niponas. ¡Jugones a la costura!

Portada de Kimono
Número de jugadores:2 – 4
Duración:30 minutos
Edad mínima:10 años
Género:construcción de patrones
set collection
gestión de mano
Complejidad:1,33 / 5
Editorial:SD Games
Diseño:Hinata Origuchi
Ilustración:Xavier Gueniffey Durin
Precio recomendado:16,16€

Preparación de partida

En primer lugar, debemos desplegar la propia caja del juego de mesa (idea original y cómoda) que se convierte en nuestra tablero de puntuación que, siguiendo la temática japonesa, hace alusión a los Kakemonos del arte japonés (soporte de las obras artísticas). A su vez, cada jugador elige la dama y el color de sus botones para confeccionar su kimono (identificadores de los jugadores), se coloca delante suya y con espacios a ambos lados de la joven para situar las piezas de tela y complementos de su traje especial.

Según el número de jugadores se juega con un número determinado de cartas de tela (hay 5 grupos de cartas iguales y 7 complementos), la organización es la siguiente:

  • Para 2 jugadores: se apartan 18 telas (2 grupos) y 2 complementos.
  • Para 3 jugadores: se sacan 9 telas (1 grupo) y 2 complementos.
  • Para 4 jugadores: se juega con todas las cartas.

Se barajan las cartas para formar el mazo de robo de la partida, de este también formaremos el mercado de telas, según el número de jugadores:

  • Con 3 jugadores: coloca 15 cartas del mazo al azar, boca arriba en cuadrícula de 3 filas x 5 columnas.
  • Con 2 o 4 jugadores: coloca 16 cartas del mazo al azar, boca arriba en una cuadrícula de 4×4.

Finalmente, el jugador inicial le dará la vuelta a su carta de personaje, mostrando el símbolo del Emperador, cada jugador tendrá la oportunidad de comenzar una ronda. Y así empezamos… ¡a por las telas!

Estructura de las cartas

Para conocer mejor este juego de mesa es esencial comprender sus cartas, componente dominante, y para ello os explico aquí sus elementos más relevante. En cada carta aparece:

  • Un número: del 1 al 9 para las combinaciones numéricas como escaleras y sumas hasta 10.
  • Un motivo: sello con forma de huella (motivo animal) y un sello con forma de flor (motivo vegetal).
  • Un pañero: símbolo diferenciador en color marrón.
  • El diseño de la tela: fondo de la carta con preciosos estampados de temática japonesa para nuestro kimono.
Partida de Kimono para dos jugadores

¿Cómo se juega a Kimono?

Como podemos observar, Kimono es un juego de mesa de combinación de cartas para lograr el kimono más bonito de todo el Imperio Nipón, con las cartas de tela y complementos. Siendo su objetivo principal lograr la mayor puntuación posible, a través de las diferentes combinaciones de cartas  durante las diferentes rondas.

El número de rondas depende de los jugadores que haya. En cada una de ellas, debemos recolectar del mercado las telas que necesitemos para conseguir el kimono más valorado (las mejores combinaciones para puntuar) hasta despejar el mercado textil. La ronda termina cuando solo quedan 4 cartas en el mercado (para 2 o 4 jugadores) o 3 cartas (para 3 jugadores).

En cada ronda hay varios turnos de juego. En cada uno de ellos robamos una carta del mercado, la que más nos interesa para realizar nuestras combinaciones según el tablero de puntuación, teniendo en cuenta que solo podemos elegir entre las cartas que estén más a la derecha de la línea que hayamos escogido. Los complementos se colocan a la izquierda de nuestra dama y las combinaciones de tela elaboradas a su derecha (una por turno y siguiendo las combinaciones anteriores, si las hubiera).

En partidas de 4 jugadores, cada jugador cogerá 3 cartas por ronda, una en cada turno. 4 cartas por ronda para 3 jugadores y 6 cartas por ronda para 2 jugadores. Se obtienen siempre 12 cartas por jugador al final de la partida.

¡Atención! Es una regla clave del juego, que la última carta robada en el mercado se coloca a la derecha de la carta anterior, es decir, se colocan por delante (debe ser usada en la combinación de ese turno). Y este orden en las cartas, no lo podemos modificar y debe ser tenido en cuenta en las combinaciones, un pequeño hándicap o reto que nos propone el juego. Por tanto, las cartas que usemos para las combinaciones deben ser contiguas en nuestra mano, sin saltos ni cambios, así como podemos usar la última carta jugada en la mesa como parte de nuestra nueva combinación. ¿Parece que no es tan fácil el oficio de costurero, no?

¿Cómo se puntúa?

Se puntúan las diferentes combinaciones de telas japonesas que podamos realizar, tanto en relación al pañero, número, motivo o símbolo de las cartas, escaleras numéricas ascendentes o descendentes y sumas de 10. Pero ¡ojo! al ocuparse la puntuación con nuestro botón, esta zona queda bloqueada, así que estemos atentos y seamos los más rápidos.

Al terminar la partida, se suman todos los puntos conseguidos con nuestros botones por la combinación de cartas, y como puntos extras se tiene en cuenta:

  • Si hemos bajado nuestras 12 cartas a la mesa, ganamos dos puntos más.
  • Si hemos colocado al menos 8 cartas, conseguimos una ventaja de puntos que varía según la cantidad de telas distintas en nuestro kimono.
  • Además, ganamos un punto por cada accesorio conseguido para nuestra dama.

Fin de la partida

La partida termina cuando todos los jugadores han iniciado una ronda, es decir, cuando todos los jugadores le hayan dado la vuelta a su carta de personaje.  Se juegan tantas rondas como jugadores haya en partida.

Y el jugador con más puntos será el vencedor de la partida, convirtiéndose en la favorita del Emperador.

Desarrollo de un turno de juego de Kimono

Reseña del juego de mesa Kimono

Kimono es un juego de mesa sencillo, rápido, fácil de aprender y con algo de estrategia, para 2 a 4 jugadores, aunque con 2 jugadores se hace un poco simple y demasiado ligero.  En él, debemos gestionar nuestras cartas con diversas combinaciones, para conseguir el mayor número posible de puntos, construyendo el más elegante y llamativo kimono. 

La primera sorpresa que nos ofrece el juego es su propia caja, no por la portada o diseño, sino por su funcionalidad y es que esta se convierte en el propio tablero del juego. ¡Gran idea! pues mejora su portabilidad, aprovechando el espacio de una forma original y, para mí, acertada decisión que no he visto en otros juegos de mesa de similares características. ¡Qué carita se me quedó cuando lo desglosé! El juego resalta estéticamente aunque no tanto como me hubiera gustado a pesar de las fichas de puntuación que simulan botones, envolviéndonos con la temática de costureros nipones. Amantes del Japón, sus cartas aluden a las telas japonesas para la confección del kimono, siendo uno de los principales atractivos del juego. Sin embargo, hay un pero en sus cartas, su tamaño peculiar hace difícil encontrar unas fundas para cuidar estas obras de arte jugonas.

Por otro lado, su mecánica propone partidas rápidas, pero no por ello fáciles. Y es que el juego permite que seamos nosotros quienes decidamos cuanto nos queremos calentar la cabeza, permitiendo realizar combinaciones de cartas sencillas, pero para obtener el máximo de puntos habrá que idear bien la estrategia, teniendo en cuenta que no podemos modificar el orden de las cartas en nuestra mano, por lo que coger una carta puede no ser tan sencillo… ¡si queremos ganar tendremos que calentarnos el coco! o hacerlo un poco más que nuestro rival o rivales. Con multitud de combinaciones el juego tampoco nos deja colgado en ningún momento de la partida, ofreciéndonos siempre alguna forma de arrancar algún punto, haciendo la experiencia menos exigente. Como todos los juegos, dependerá mucho con quién lo compartamos, aunque la alta dependencia de las acciones de los demás y su sencillez harán que repela a los más jugones, siendo un juego más apto para iniciados.

En definitiva, si buscáis un juego llamativo y fácil de jugar, no dudéis en darle una oportunidad a Kimono. Tened en cuenta si se adapta a vuestro nivel de juego, adecuándose a primerizos a los juegos de mesas, sobre todo para partidas más ligeras o entre juegos más densos. ¡Sayonara, baby!

Pros

  • Puesta en mesa (estética): aunque la caja ocupa poco espacio, su despliegue de cartas que aluden a telas coloridas y vistosas, animan por si solas a la partida, quién se resiste a formar su propio kimono con estas cartas. Además, su colocación en un mercado textil y uso de botones como marcador dan armonía y encanto al juego
  • Temática: uno de sus grandes atractivos es la ambientación en la cultura japonesa, envolviéndonos con esta preciosa tradición de vestir el traje regional, los majestuosos kimonos. 
  • Sencillez teñida: como he mencionado durante la reseña del juego, bien genial para gente que se inicia o que no juega habitualmente, ofreciendo la posibilidad de puntar con combinaciones fáciles o más complejas que otorgan más puntuación. Quien quiera ganar no debe conformarse con puntuar, sino obtener las mejores combinaciones y anticiparse a los movimientos del adversario. 

Contras

  • No apto para 2 jugadores: aunque el juego puede jugarse a dos, para mí le quita mucha de la gracia y estrategia del juego (y eso que tiene poca que tiene), ya que únicamente una persona podrá desbaratar nuestra estrategia en la elección de cartas o en el bloqueo de puntuación. Demasiado simple y sencillo, aunque para iniciar a jugones puede ser una opción divertida y asequible.
  • Mucho azar: debemos tener una estrategia en la elección de cartas y combinaciones, pero también juega un importante papel en esta elección la suerte en el reparto de cartas en el mercado textil. Quizás el que menos se ha complicado en el juego acabe ganando por pura fortuna, y eso a quienes nos gusta plantearnos nuestra propia estrategia nos chirría.
  • Partidas cortas: se puede pensar como una ventaja, pero en algunas partidas la fluidez del juego y su ligereza no nos permite ni desarrollar nuestra estrategia, ni incluso plantearla, ¡cosa que no soporto en un juego! Es fácil que acabemos jugando con piloto automático.

Mi veredicto

Este juego de mesa, Kimono, de preciosa temática japonesa, ha adquirido como valoración final y general, mi emblema de suspenso, por su simpleza y excesivo azar a pesar de una puesta en mesa muy bonita.

Este juego de mesa no está a la altura
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