Desde que nos hicimos con él, Pócimas y Brebajes ha pasado a ser uno de los juegos de mesa familiares que más sacamos a mesa. Y no porque sea nuestro juego favorito con mecánica principal de push your luck, que también, sino porque a dos de los grupos más habituales con los que jugamos les vuelve locos.
Una propuesta divertida de Wolfgang Warsch que pondrá a prueba nuestra suerte, tensando al máximo cada una de las 9 rondas en las que se divide la partida, para llegar lo más lejos posible sin que nos explote la marmita. Juego que se aprende a jugar sobre la marcha en un par de rondas y que nos tendrá entretenidos durante algo menos de una hora, comprando pizcas y apurando la bolsa para imponernos a los demás en esta carrera entre curanderos.
Hoy, por si aún no lo conocéis, vamos a hablaros un poco sobre este Pócimas y Brebajes, antes de pasar a presentaros el inserto que nos hemos pillado para el juego.
¿De qué va Pócimas y Brebajes?
Nos vamos a la ciudad de Timburgo, lugar en el que se celebra el mercadillo más conocido de la región y al que acuden comerciantes y visitantes venidos de todas las partes del país. Entre ellos como no nosotros, «reputados» curanderos de dudosa fiabilidad que, con nuestra bolsa de ingredientes en mano, preparamos nuestra enorme marmita para elaborar variados remedios curativos. Pero no vayáis a pensar que alguno de nosotros seguimos algún tipo de receta o algo por el estilo. Los ingredientes se cogen a ojo de buen cubero y cuantos más mejor. Eso sí, cuidado con excedernos con las florecillas blancas, no querremos que el mejunje que estamos preparando nos estalle en la cara. ¿Me equivoco?
Como hemos comentado al inicio, Pócimas y Brebajes nos plantea un muy buen juego de tentar la suerte, donde tomaremos con una mano la bolsa y la otra la introduciremos en esta para sacar, de una en una, las distintas pizcas de ingredientes que tengamos en ella, las cuales pondremos en nuestro tablero personal para ganar puntos de victoria y dinero. Al principio disponemos de muchas blancas (que nos penalizan si sacamos más de 7 puntos en una misma ronda) y solo dos buenas, pero a medida que avance la partida, compraremos pizcas variadas en color y valor para potenciar nuestra bolsa. Unas nos ayudarán a avanzar más casillas, otras eliminarán pizcas blancas, otras nos permitirán anticiparnos en la siguiente extracción de fichas… en definitiva, un popurrí de pizcas que intentaremos cuadrar para imponernos a los demás.
Un juego la mar de entretenido y distendido salvo esa ronda final, en la que los nervios y la tensión se apoderan de la partida para decidir al vencedor. Como todos los juegos tendrá su público, aunque todavía no he dado con alguien a quien no le apetezca echarse una partida.
Inserto Laserox para Pócimas y Brebajes
Tras unas breves pinceladas sobre el juego de mesa Pócimas y Brebajes, vamos a profundizar un poco más en la organización de los componentes. La caja del juego incluye una cuna tematizada y muy bonita dividida en dos compartimentos estándar. A partir de ahí, tendremos que tirar de bolsitas zip para guardar todos y cada uno de los componentes del juego. Esto no sería un problema si no tuviéramos que separar 216 pizcas de ingredientes por tipos (8 colores) y adicionalmente 5 de los grupos por valor, lo que nos va a permitir agilizar esa fase de compra, donde acudiremos al mercado para escoger las que vamos a incorporar a nuestra bolsa.
Sí, en su momento nos costó desprendernos de la cuna del juego, pues fue la primera que enviamos al contenedor azul. Pero por funcionalidad y comodidad para jugar, no tuvimos dudas en pillarnos la típica Zacabox. ¿Nos hizo el apaño? Sí. ¿Qué entra prácticamente todo bien? También. ¿Y por qué le hemos dado el cambiazo? Porque nos hemos propuesto pulir las joyas de la ludoteca y, una vez cubiertos los indispensables que teníamos manga por hombre, tocaba darle un lavado a este.
El inserto de Laserox es, como los anteriores que hemos pillado, un organizador de madera contrachapada de abedul, bastante resistente y que se monta fácilmente con algunos golpecitos para encajar bien las piezas y, de forma puntual, fijándolas con cola de madera. En esta ocasión, todas las cajitas son independientes para poder disponerlas en mesa como mejor nos cuadre. Las cajitas para las pizcas de ingredientes vienen con su tapa grabada con el símbolo de las mismas y, una vez retirada, muestra los espacios necesarios para separarlas por sus valores. Además cuenta con un par de ranuras para colocar en vertical el libro de ingredientes de cada una. Detalles que, aunque no son esenciales para jugarlo, gustan y hacen que la puesta en mesa pase a un nivel superior.
Y no solo cabe el juego base, ya que se ha hecho a medida pensando en poder acoger, en la propia caja del juego, tanto el base como sus dos expansiones; Las brujas herboristas y Los alquimistas, la primera ya editada en español y la segunda a la espera de noticias.
Con este inserto empezamos a deluxificar nuestro querido Pócimas y Brebajes, al que seguirán las expansiones (deseando saber de la segunda) y que redondearemos con las cápsulas para proteger las pizcas.