Solo han pasado unos días desde la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén, arropado en todo momento por los suyos. Ahora, con motivo de la celebración de la Pascua, este se reúne con sus apóstoles y amigos para cenar y pasar una velada «tranquila». Todos querían escuchar su palabra, por lo que la disputa por sentarse cerca del Mesías era evidente. La tensión se palpaba en el ambiente, pero lo que nadie sospechaba es que uno de ellos le traicionaría y que esta sería la Última Cena de Jesús de Nazaret.
Ierusalem: Anno Domini es un juego de mesa de la editorial Devir Iberia. En él, los jugadores controlarán uno de los grupos de seguidores que había viajado hasta Jerusalén para celebrar este acontecimiento con el profeta. Sin embargo, la gran afluencia de público abarrotaría la sala y seguro que todos querrían sentarse al lado de Jesús o sus apóstoles. ¿Qué artimañas estaremos dispuestos a hacer para sentarnos en los mejores sitios?
Número de jugadores: | 1 – 4 |
Duración: | 90 minutos |
Edad mínima: | 12 años |
Género: | colocación de losetas gestión de mano set collection |
Complejidad: | 3,12 / 5 |
Editorial: | Devir Iberia |
Diseño: | Carmen García |
Ilustración: | Enrique Corominas L.A. Draws |
Precio recomendado: | 44,96€ |
Índice
Preparación de partida
A continuación vamos a preparar y explicar cómo se juega a Ierusalem: Anno Domini a 3 y 4 jugadores. Los ajustes y modificaciones más generales para jugarlo a 2 jugadores lo explicaremos más adelante en un apartado específico.
Dicho esto, en primer lugar desplegamos el tablero de juego en la mesa (tapando ciertas casillas a 3).
A continuación, preparamos los mazos comunes:
- Barajamos las cartas de Mahane (quitando las de seguidores amigos), dejamos el mazo en el mercado y revelamos las 2 primeras.
- Mezclamos las cartas de año 33 y las colocamos en su sitio.
Ponemos el token del Sanedrín al inicio del track que lleva su nombre y colocamos una ficha de Sentencia del Sanedrín en cada hueco que hay junto a este.
Tomamos una cantidad variable de losetas de parábola según el número de jugadores, las separamos por tipo y las apilamos de mayor a menor puntuación en sus respectivos espacios.
Los denarios, recursos y fichas de ofrenda formarán la reserva general.
Ponemos la loseta de Jesús en el centro de la mesa de la Última Cena, mientras que los 12 apóstoles se sitúan en los espacios reservados para los mismos junto a esta según su color.
Una vez hecho esto, cada jugador escoge un color y recibe:
- Un tablero personal.
- Un mazo inicial y 8 fichas de favor que deja cerca de su tablero.
- Una loseta de iluminación y otra de almacén bloqueado que pone en su tablero donde coincida la ilustración.
- Una ficha de puntos de victoria (PV), que ubica al inicio del track de puntuación del tablero central.
- 15 seguidores. Se pone 1 en una casilla con rombo de la Última Cena, 4 en las localizaciones del tablero central (uno en cada uno y el otro en uno a nuestra elección) y los restantes en los espacios del almacén.
- 1 recurso de cada y 1 ficha de ofrenda en los huecos que sobran del almacén (quedando un solo hueco vacío).
- Una cantidad determinada de denarios en función del orden de turno.
Por último, cada jugador roba 5 cartas de su mazo inicial y con ello, ya estaríamos listos para jugar una partida a Ierusalem: Anno Domini.
¿Cómo se juega a Ierusalem: Anno Domini?
Nuestro objetivo en Ierusalem: Anno Domini es obtener la mayor cantidad de PV. Para ello, tendremos que guiar a nuestros seguidores hasta la Última Cena, lugar en el que haremos cuanto esté en nuestra mano para sentarlos cerca tanto de Jesús como de sus apóstoles, en busca de inspiración y por supuesto de tener la mayor presencia de seguidores de nuestra comunidad junto a la mesa.
La partida transcurre a lo largo de un número indeterminado de turnos hasta que se desencadena alguno de los finales de partida posible.
En su turno, el jugador activo realiza los siguientes pasos:
1. Jugar una carta
El jugador elige una carta de su mano, la coloca en uno de los arcos de su tablero personal (sin cambiar el orden de las cartas del arco en cuestión) y resuelve la carta siguiendo este orden:
- Acción de ubicación: hay 5 tipos de localizaciones:
- Mercado: puede comprar/vender recursos al coste indicado o bien comprar una carta de Mahane por 1 denario, que va a su mano.
- Desierto, monte o lago: obtiene tantos recursos (panes, piedras o peces respectivamente) como seguidores tenga en dicho lugar, siempre y cuando tenga espacio para almacenarlos.
- Templo: puede pagar para llevar seguidores de su almacén a una de las ubicaciones. Cada una de ellas no puede tener más de 3 seguidores por jugador. En el caso de no quedar sitio, quita uno de un oponente, le paga los denarios a este y 1 extra a la reserva.
- Acción de seguidor: cada carta muestra en la parte inferior varias acciones, las cuales son opcionales (a excepción del Sanedrín) y se resuelven de izquierda a derecha. Estas serían:
- Escuchar una parábola: toma la loseta de parábola superior del número más bajo que todavía no tenga y la añade a su tablero personal, ganando PV inmediatos y tal vez un recurso/acción extra.
- Ir a la cena: lleva un seguidor, de la localización donde más seguidores tenga, a una casilla vacía de la Última Cena, pagando el coste en recursos de la columna-fila. Este espacio puede darle una recompensa en forma de denario o acción adicional. Posteriormente puede colocar en su almacén una ficha de ofrenda, que bloquea indefinidamente un espacio pero da 1 PV al final de la partida.
- Ser invitado a la cena: exactamente igual que la acción anterior, solo que sin pagar el coste de la casilla donde lo ponga.
- Hacer un favor: entrega una de sus fichas de favor a un jugador.
- El beneficiario se lleva ahora lo que ponga en la ficha y se queda esta por su reverso, para más adelante poder visitar a un apóstol.
- El jugador activo lleva a su mano una carta de año 33 del mazo y avance en el track de favor, ganando PV.
- Llamar a un seguidor: coge un seguidor de su almacén y lo pone gratuitamente en el desierto, monte o lago. No puede haber más de 3 de cada jugador por ubicación.
- Cambiar de sitio: mueve uno de sus seguidores de la Última Cena a otra casilla vacía. Si tiene recompensa la toma.
- Activar el mercado o templo: tal y como hemos explicado antes.
- Recibir denarios, recursos o una carta de Mahane o año 33.
- Redistribución: coge las cartas de sus 3 arcos y las reordena/reparte como considere oportuno (en el siguiente paso veremos cómo deben colocarse). Si quiere, puede llevar a su pila de descartes 3 de estas cartas.
- Asamblea de Sanedrín: avanza este token. Si llega a una casilla con ficha de Sentencia del Sanedrín, esta se puntúa. La ficha muestra un sistema de puntuación que todos los jugadores aplican a la vez. Quien la activa la puntúa con normalidad, mientras que los demás solo reciben la mitad de los PV.
PD: este paso es obligatorio salvo que voltee la loseta de Iluminación (solo puede hacerlo una vez por partida).
2. Visitar a un apóstol
El jugador puede visitar a un apóstol si tiene los elementos necesarios. Para ello cada apóstol, según su color, requiere una cantidad de símbolos colocados en un orden concreto, que llamaremos de aquí en adelante secuencia. Para completar una secuencia, este debe tener en un arco de su tablero 3 cartas, con los símbolos de ubicación correspondientes y en el orden mostrado. Tras ello:
- Coge un apóstol de la reserva y lo pone en un asiento de apóstol de la mesa.
- Activa ha habilidad especial del apóstol según su color:
- Si es morado invita un seguidor a la cena.
- Si es naranja se activa la puntuación de la zona de influencia donde esté el apóstol.
- Si es gris gana 5 denarios.
- Si es blanco intercambio un seguidor propio por uno de otro jugador (ambos deben de estar en la Última Cena).
- Recibe los PV mostrados en las cartas que ha utilizado en la secuencia.
- Limpia su tablero personal, llevando las cartas iniciales a su pila de descartes y las restantes al fonde de sus respectivos mazos.
Si al completar una secuencia, no quedan apóstoles disponibles del tipo en cuestión, realiza solo los pasos 3 y 4.
Si al hacer esta acción se agotan todos los apóstoles de la reserva, es decir, todos están en la Última Cena, se activan unas reglas especiales para acelerar el final de partida:
- Ya no se pueden usar las losetas de Iluminación.
- Se eliminan de la partida las fichas de Sentencia del Sanedrín.
- Al inicio de cada turno, el token de Sanedrín avanza un espacio.
3. Comprar una carta
Si quiere, el jugador activo puede comprar una carta de Mahane (visible o la superior del mazo) pagando 2 denarios. Esta va directamente a su mano y se repone el espacio.
4. Reponer la mano
Si tiene menos de 5 cartas en mano, repone hasta tener 5, pero si tiene más descarta hasta llegar al límite. Las cartas de Mahane o año 33 se descartan siempre al final del mazo de robo de dicho tipo de carta.
Hecho esto, pasa el turno al siguiente jugador en sentido horario.
Fin de la partida
La partida a Ierusalem: Anno Domini llega a su fin cuando se da uno de los siguientes finales:
- Si el token de Sanedrín llega al último espacio del track.
- Si un jugador coloca en la Última Cena todos sus seguidores.
En ese caso, a los PV cosechados durante la partida se añaden:
- Una cantidad variable de PV según las losetas de parábola que tengamos a modo set collection.
- 5 PV si no hemos empleado la loseta de Iluminación.
- 1 PV por cada ficha de ofrenda.
- PV por seguidores situados en la Última Cena. Cada jugador puntúa aquellos seguidores que estén en la Última Cena y que se encuentren en la zona de influencia de un apóstol o Jesús. Esta zona se corresponde con las casillas que hay perpendicular al meeple del apóstol o la loseta Jesús, recibiendo una cantidad variable de PV según indique el apóstol o Jesús y en función de la cercanía a este. De este modo, si un seguidor está en la posición más próxima al token, obtiene la totalidad de los PV, y por cada espacio que se aleje recibe 1 PV menos. En el caso de Judas, que puntúa de forma negativa, sería a la inversa.
Así, el jugador con más PV se lleva la partida a Ierusalem: Anno Domini.
Partidas a 2 jugadores
Si jugamos en pareja, el juego sufre algunas modificaciones destacables:
- Se omiten las fichas de favor en su totalidad.
- Entran en juego 2 acciones especiales, lo que provoca ajustes en los mazos de cartas y fichas de Sentencia del Sanedrín.
- Los seguidores de los colores que no utilicemos se ponen en la zona de la Última Cena en una disposición determinada.
De este modo, el juego introduce un sistema de mayorías compartido mediante el que los jugadores van a poder reubicar a los seguidores amigos para puntuarlos por adyacencias ortogonales.
Para ello, cuando un jugador coloca uno de sus seguidores en la Última Cena, puede hacerlo tanto en un espacio libre como en uno donde haya un seguidor amigo. Este seguidor va directamente junto a su tablero (no a su almacén) y volverá a entrar en juego si utiliza una de las nuevas acciones: colocar a un seguidor amigo.
Así, podrá poner el seguidor en la sala de nuevo, a priori en el grupo más grande del mismo color, pues recibirá inmediatamente 1 PV por cada seguidor amigo en este grupo.
Por su parte, la otra nueva acción posibilita mover a un seguidor amigo que ya esté en la sala para también puntuar el grupo en el que lo ponga.
El resto de reglas se mantienen con respecto al juego base con normalidad.
Reseña del juego de mesa Ierusalem: Anno Domini
Jesús y sus discípulos se reunían una vez más aprovechando la Pascua judía. Esta era una celebración importante, pues recordaba la liberación de los israelitas de la esclavitud egipcia. Si a ello le sumamos todo el revuelo que había generado durante las semanas previas, era inevitable que decenas de seguidores del profeta se desplazaran hasta Jerusalén en busca de inspiración. Sin embargo, lo que ninguno de ellos sabía es que iban a presenciar en primera persona un evento único, que pasaría a la posteridad como la Última Cena.
Ierusalem: Anno Domini se convierte en la gran apuesta de edición propia de Devir Iberia para este año. Siguiendo la estela de Lacrimosa, nos encontramos con un juego que ha dado que hablar, y mucho, desde que se anunció su lanzamiento por parte de la editorial catalana. Si sacar un juego de Mozart y la música clásica ya era peculiar, atreverse con una temática religiosa iba a ser más arriesgado.
La religión es un tema sensible que puede chocar con el público desde dos frentes. Por un lado entre los entusiastas del tema, ya que la complejidad al tocar ciertos aspectos es vital para que no les genere rechazo y tengan interés en el mismo. Por otro lado entre los no devotos, quienes a priori no les llamará la atención tan siquiera para probarlo.
Es cierto que al jugar un euro la preocupación general suele ser su jugabilidad y mecánica, quedando en un segundo plano ese tema que en ocasiones está cogiendo incluso con pinzas. Sin embargo, tanto la autora (que presenta con este su primer juego) como la editorial han sabido implementar estupendamente la temática, presentando una propuesta con mecánicas interesantes para ofrecer un producto que merece la pena probar antes de juzgar.
A lo largo de la partida, los jugadores tendremos que jugar cartas de la mano para realizar acciones varias, con las que principalmente guiaremos a nuestros seguidores a diferentes localizaciones para recoger pan, piedras y peces, recursos que usaremos más adelante para ir ubicándolos en sitios privilegiados de la sala. Este será el lugar donde se celebre la Última Cena, sitio cuya afluencia irá in crescendo, con seguidores ajenos y propios, y por supuesto por los apóstoles, por los que lucharemos con tal de sentarnos en primera fila para no perdernos nada y llevarnos todos los PV posibles.
El tema se ha tratado e introducido a la perfección, sentándole a las mil maravillas y tras darle muchas vueltas no veo la forma de haber utilizado cualquier otro que encajara mejor. Ahora bien, ¿qué es un eurogame sin sus mecánicas?
Ya hemos mencionado que Carmen García se estrena en esto de los juegos de mesa con Ierusalem: Anno Domini, y lo hace con un título de peso medio que puede estar en el rango de dificultad de Lacrimosa. ¿Puede salir esto bien?
El juego es original no solo temáticamente, sino también en cuanto a mecánicas se refiere. Nos ha sorprendido gratamente como aborda ciertos puntos del juego para que cobren sentido con el tema, logrando así que jugadores experimentados a los que no les entre por la vista se queden a jugarlo por lo que ofrece.
Por un lado tenemos la gestión de mano. Las cartas que juguemos tienen un triple uso, pues nos permiten obtener recursos, activar múltiples acciones y crear secuencias de símbolos con las que llevaremos apóstoles a la mesa. Recordemos que esto último es nuestro objetivo prioritario, por el montante de PV que otorgan tanto al momento como en el final de partida.
Planificar los tiempos para bajar cartas a mesa es clave, porque si nos lo montamos bien aprovecharemos todas las acciones, pudiendo poner en juego un apóstol que a su vez nos dé la oportunidad de usar su valiosa habilidad especial. Hacer 4-5 cosas en un mismo turno para exprimir al máximo nuestras cartas es complicado, haciendo que este Ierusalem: Anno Domini sea bastante exigente y que apriete notablemente, sobre todo cuando escasean las acciones de reordenar cartas.
Por otro lado está la Última Cena, zona del tablero donde se cuece la partida. Este espacio ofrece una interacción máxima entre jugadores y como hemos dicho que colocar seguidores cerca de los protagonistas nos hará ganar muchos PV, se dan situaciones de mucha tensión y tremendamente divertidas. Esto provoca puñaladas por la espalda constantes entre los jugadores por «robo» de sitios al adelantarnos para situarnos junto a un apóstol (o Jesús), y los tan temidos intercambios que nos pueden alejar de la zona de puntos o peor aún, quedarnos a la vera de Judas Iscariote.
Y también hay otros puntos a destacar que me gustaría nombrar. Las losetas de parábola, con un mini set collection; el track de Sentencia del Sanedrín, que compagina la medición de la duración de la partida con objetivos secundarios de puntuación; las cartas de Mahane y de año 33, que son bastante potentes pero que no regresan al mazo tras puntuarlas.
En cuanto a la escalabilidad, el juego cambia sustancialmente de jugarlo a 2 a hacerlo a 3 y 4, siendo mejor en un rango mayor. A más jugadores la pelea en la Última Cena es más reñida (recordemos que es el aspecto más llamativo del juego), mientras que a 2 esta tensión se rebaja para dar paso a seguidores amigos que le meten un punto de control por agrupación de meeples amigos que me gusta. Si lo jugamos en pareja desaparecen los favores, pero esto no me escandaliza ya que en mis grupos de juego no le hemos sacado especial provecho.
Es cierto que si haces esta acción recibes una carta de año 33 que mejora al resto de cartas del juego, pero si no vemos la oportunidad para darla a un jugador que no le ayude mucho, optaremos normalmente por esquivarla si somos capaces de apañarnos con lo que tenemos con tal de no dar ventajas extras a los demás, sobre todo el símbolo comodín que da mucho juego.
Pros
- Mecánicas: Ierusalem: Anno Domini plantea una serie de mecánicas que son originales y que exigen la mejor versión de los jugadores para que estos busquen la optimización en cada paso que dan durante la partida.
- Interacción: la miga del juego está en esa Última Cena, con cuchillos volando de un lado a otro de la mesa cada vez que alguien le hace la puñeta a otro jugador, mascándose la tragedia con Judas de por medio para ver quien es el pobre que se lo queda, con la pelea por quedarse cerca de Jesús e intercambios continuos de sitio para fastidiar.
- Temática: apuesta arriesgada que ha salido muy bien. Se ha implementado de 10 y todo cobra sentido con las mecánicas del juego. Todo queda dicho si lo hemos sacado a mesa con amigos reacios a jugarlo por el tema y que tras terminar la partida les ha fascinado.
Contras
- Iconografía acciones: hay muchos tipos de acciones y el símbolo que aparece en las cartas no es muy intuitivo e identificativo que digamos como para poder reconocer la acción.
- Pegatinas: hay que pegar las pegatinas de todos y cada uno de los meeples y recursos lo cual, aunque se tenga que hacer una sola vez, es tedioso. No obstante, esto ha hecho que se ajuste algo más el precio, por lo que no nos quejaremos mucho.
Mi veredicto
Y vamos terminando la reseña de Ierusalem: Anno Domini. Un eurogame de peso medio que sorprende tanto por su temática, cuanto menos atrevida, como por aplicar mecánicas propias que no había visto con anterioridad en otros títulos. Todo bien ligado por una autora que se estrena a lo grande con una propuesta exigente, con mucha interacción, con una producción genial y entretenido de jugar, que deja muy buen sabor de boca. Me ha gustado y ha superado con creces las expectativas, por ello le otorgo mi emblema de juego distinguido.
Hola! Hay un pequeño error en vuestra descripción: el desierto da piedras y la montaña da panes. Es habitual la confusión dado el color de los recursos!
Buenas! Toda la razón del mundo, gracias por avisarnos!! Se va a notar a partir de ahora ese aumento de una moneda al enviar seguidores.