Los fuegos artificiales se han convertido con el paso de los años en una de las tradiciones más bonitas de Japón. Son tan impresionantes, que tanto residentes como turistas los disfrutan a lo largo de todo el año y especialmente en la época estival, donde los festivales y concursos de fuegos artificiales se suceden un fin de semana sí y otro también. Todo un espectáculo de luces y colores que requiere de orden para no tirar ningún cohete a destiempo y así todos puedan alegrarse la vista, con efectos visuales dignos de admirar… bueno, o al menos esa era la idea antes de llegar al recinto. ¿Quién nos ha desordenado todos los cohetes? ¿Dónde está la pólvora?

Sí amigos, en el día de hoy viajamos a Japón con este Hanabi ¡Qué espectáculo!, un juego de mesa de la editorial Asmodee en el que nos convertiremos en auténticos pirotécnicos nipones. ¡Pero andaros con ojo! Pues se ha levantado tal cantidad de humo que difícilmente veamos los cohetes que tenemos en nuestras manos, mientras que los de nuestros compañeros los veremos a las mil maravillas. Toca trabajar en equipo para que los cohetes estén a punto y en su sitio para la traca final. Los espectadores están ansiosos y no hay tiempo que perder. ¿Aceptáis el reto?

Portada de Hanabi ¡Qué espectáculo!
Número de jugadores:2 – 5
Duración:30 minutos
Edad mínima:8 años
Género:límites en la comunicación
memoria
gestión de mano
set collection
Complejidad:2,00 / 5
Editorial:Asmodee
Diseño:Antoine Bauza
Gérald Guerlais
Ilustración:Antoine Bauza
Gérald Guerlais
Precio recomendado:24,95€

Preparación de partida

Mezclamos las 50 cartas del juego base y formamos una pila de robo en el centro de la mesa. Junto a ella disponemos la bolsa y le ponemos encima las 8 fichas de pista.

A continuación, hacemos entrega a cada jugador de un soporte que coloca ante él, y tomamos cada uno 4 o 5 cartas (dependiendo del número de jugadores) y sin mirarlas en ningún momento, las situamos en nuestro soporte del revés, de modo que los demás jugadores vean nuestras cartas pero nosotros no.

Colocamos las 3 tarjetas de error formando una foto en la que se muestre el lado azul de las mismas, elegimos al jugador inicial y empezamos.

¿Cómo se juega a Hanabi ¡Qué espectáculo!?

Una partida a Hanabi ¡Qué espectáculo! se juega durante un número indeterminado de turnos hasta que se dé alguno de los 3 posibles finales. Nuestro objetivo, lograr terminar los 5 sets de cartas, cada uno de un color diferente y ordenadas de menor a mayor. ¿Sencillo verdad? ¡JA!

Por turnos y comenzando por el jugador inicial, podemos hacer una de las siguientes acciones.

Dar información

Para poder realizar esta acción, tiene que haber al menos una ficha de pista sobre la bolsa. En ese caso, cogemos una y la ponemos a un lado en la mesa, lo cual nos permite informar a un solo jugador sobre qué cartas tiene en su soporte. Pero no corráis tanto, ya que la información que le daremos será parcial.

Podemos elegir entre darle una pista sobre un color o un número (ambas no), y para ello debemos de señalar todas y cada una de las cartas que tenga en su poder y que contengan ese color o número.

PD: también podemos optar por decirle qué color o qué número no tiene.

Tenemos la posibilidad de reordenar como queramos nuestras cartas en el soporte para recordar las pistas recibidas.

Descartar una carta

Si queremos recuperar una ficha de pista que se haya gastado con anterioridad, descartamos una carta de nuestro soporte y devolvemos una ficha de la mesa a la bolsa.

Jugar una carta

Cogemos una carta de nuestro soporte, la jugamos en la zona central y comprobamos si cuadra con lo que ya hay en mesa. Tal y como hemos comentado, tenemos que formar 5 grupos de cartas de 5 colores diferentes, con cartas numeradas en orden ascendente. Tarea a priori sencilla si no fuera porque para poner una carta tenemos que cumplir una serie de reglas:

  • Solo puede haber un grupo de cada color.
  • Para jugar una carta, en mesa debe de estar la inmediatamente inferior del mismo color, de modo que cada grupo se empieza con el 1 y termina con el 5.
  • No vale repetir. No se puede poner una carta de un número y color que ya esté colocada.

Si nos saltamos alguna de las 3 reglas mencionadas, la carta va directa al descarte y volteamos una de las losetas de error. En caso contrario, habremos acertado, por lo que podemos respirar tranquilos y la colocamos en su sitio correspondiente. En ambos casos robamos una nueva que añadimos a nuestro soporte.

Cuando completemos exitosamente uno de los sets, recuperamos una ficha de pista extra. ¡By the face!

Fin de la partida

Hanabi ¡Qué espectáculo! tiene 3 finales posibles. Uno desastroso, uno triunfal y otro a mitad de camino entre ambos.

  • Game over: la partida termina de inmediato si giramos las 3 losetas de error.
  • 5 de 5: si en el transcurso de la partida somos capaces de acabar los 5 sets de colores con los 5 números. Nos anotamos 25 puntazos y podemos comenzar el castillo de fuegos artificiales más legendario en años.
  • Si no se da ninguna de las anteriores, seguiremos jugando hasta que un jugador robe la última carta del mazo. Jugamos una última ronda y contamos los puntos (1 por cada carta bien colocada) y comprobamos cual es nuestra puntuación en la tablilla de ayuda.

Expansiones

Esta edición especial de Hanabi incluye, además del juego base, 3 nuevas expansiones que se pueden jugar por separado o combinándolas:

  • Avalancha de colores: se añade un color adicional al mazo de juego. Así, además de formar los 5 sets tradicionales tendremos que hacer uno extra con las cartas multicolor. ¡Ojo! A la hora de dar pistas sobre un color, las cartas multicolor representan todos los colores, así que deberemos de señalarlas cuando demos pistas sobre cualquier color.
  • Pólvora negra: al igual que en Avalancha de colores, incorporamos al mazo un nuevo grupo de cartas que tenemos que formar en la zona de juego, teniendo en cuenta que estas no tienen color y se colocan en orden inverso.
  • Los 5 fastuosos: estas losetas se irán revelando a medida que completemos un set de cartas y reemplazan la habitual bonificación. Así podremos conseguir ventajas variables como ganar 1 pista, dar información extra, devolver a su posición original un error, recuperar/jugar una carta del descarte.

Reseña del juego de mesa Hanabi ¡Qué espectáculo!

Hanabi ¡Qué espectáculo! es un juego de mesa cooperativo en el que los jugadores tienen que preparar una exhibición de fuegos artificiales, que deje a todos los espectadores patidifusos. Para que el festival sea un éxito, nos han encomendado a nosotros, como expertos pirotécnicos, una misión. Apilar los cohetes por colores y en el orden correcto antes de que se acaben las cartas, algo de entrada fácil si no fuera porque no vamos a poder ver nuestras cartas durante toda la partida.

¡Efectivamente! Todos sabemos qué tienen los demás pero no tenemos ni pajolera idea de nuestras propias cartas, así que… ¿empezamos por dar una pista? Esta es sin lugar a dudas la acción más apetecible y por lo que nos pelearemos turno sí y turno también con el jugador que nos precede para que no use la última. Pues esta es la única forma de que los jugadores conozcan qué cartas tienen en su poder. Así lograremos bajarlas en el momento adecuado sin riesgo alguno a equivocarnos. No obstante, esta tarea no es para nada simple, ya que tenemos que tener en cuenta 2 factores.

Por un lado están las pistas, las cuales ni son gratis ni nos permiten decir todo lo que nos gustaría. Cada vez que demos una, tenemos que retirar una ficha de la bolsa. Al principio 8 parecen muchas, aunque pronto nos daremos cuenta que se nos van a quedar cortas, lo que nos llevará a recurrir al descarte de cartas para recuperar alguna. A esto hay que sumar que la información que podemos dar a uno de nuestros compañeros es parcial, pudiendo decirles qué cartas comparten un número o un color. Toca pensar bien a quién darle la pista y sobre qué cartas, de modo que podamos ofrecerle la mayor cantidad de información y que esta sea útil.

Y por otro lado están los jugadores, quienes tienen que ser capaces de recordar en los turnos sucesivos lo que les han dicho previamente, lo que no y por supuesto lo que se les ha dicho a los demás. Tan importante es recordar las pistas que se han dado como leer entre líneas las pistas indirectas. ¿Tal vez si no nos dicen nada sea porque tenemos que empezar a descartar?

Cuesta trabajo conseguir la partida perfecta, sobre todo con grupos con los que no hayamos jugado antes. Y es que conforme vayamos jugando partidas con el mismo grupo de juego, comenzaremos a comprender cómo interpretan las pistas, cómo suelen colocar las cartas más antiguas para deshacerse de ellas y otras tantas señales no comunicativas que nos van a ayudar a avanzar a buen ritmo.

Esta propuesta de memory cuanto menos peculiar, llevó a la edición original de este Hanabi de Antoine Bauza (autor de otros grandes juegos como 7 Wonders Duel y Draftosaurus) a convertirse en el Spiel des Jahres allá por 2013. ¡Y no es para menos! Estamos ante uno de esos juegos que reúne esas cualidades que hacen no solo que me guste tenerlo en casa, sino que además lo saque con bastante frecuencia a mesa. Un juego de reglas sencillas, más exigente de lo que parece a simple vista y que asegura un buen rato de risas y piques.

La edición original está bien y cumple su cometido con una versión de bolsillo con lo básico. Pero Hanabi ¡Qué espectáculo! redondea el juego, ofreciendo una puesta en mesa más llamativa. Cuenta con soportes que mantienen bien las cartas para que todos puedan verlas, fichas de pista que le dan una patada a las de parchís y 3 expansiones que complican las partidas, para convertirlas en todo un reto pirotécnico.

Para quienes no hayan jugado con anterioridad, Hanabi es un título que se puede jugar al rango completo sin ningún problema, pero a nivel personal lo reservaría para sacarlo a mesa a partir de 3 jugadores. A 2 jugadores apenas tendremos tiempo para «olvidar» nuestras cartas (los despistes son la gracia del juego) y reduce considerablemente la cantidad de cartas disponibles para jugar, dificultando la consecución de nuestro objetivo al ser más complicado encontrar las cartas adecuadas.

Pros

  • ¿Y el de la voz cantante?: si algo puede estropear una partida a un juego cooperativo es el llamado efecto líder. Quién no tiene un amigo que le dice lo que tiene que hacer es porque probablemente lo sea él. En este caso, los límites en la comunicación evitan maravillosamente que estos jugadores guíen la partida, pudiendo tomar cada uno sus decisiones y disfrutar sin que le tengan que presionar ni obligar a hacer nada.
  • Expansiones: cuando el grupo le pilla el punto al juego, es probable que las partidas rocen los 20-25 puntos con facilidad, por lo que la inclusión en esta versión de las expansiones, especialmente Avalancha de colores y Pólvora negra, le dan al juego un mayor recorrido al ampliar notablemente la dificultad. Y si aún así buscáis un reto superior, combinadlas, yo por el momento todavía no me he atrevido.
  • Emoción: en cada turno puede pasar cualquier cosa. Que un compañero dé una pista repetida, que a alguien se le olviden sus cartas y juegue/descarte la que no debe… la tensión se palpa en el ambiente y va in crescendo conforme se agota el mazo de cartas y vemos que el objetivo se pone cuesta arriba.

Contras

  • Azar: es normal que los números y colores que buscamos no entren justo cuando los necesitamos, pero en ocasiones la mala fortuna puede mandar al fondo del mazo cartas clave que nos van a impedir continuar la cadena, apareciendo ya demasiado tarde.
  • Tramposillos: sé que es difícil, pero al comunicarnos tenemos que cortarnos en la medida de lo posible para cumplir con las reglas del juego y no afectar a la experiencia de juego. Habrá quién recuerde pistas que ya se han dado para para que no malgasten otra ficha en repetirle la información, quien al señalar obvie cartas que también tiene que indicar e incluso se harán gestos con la cabeza cuando alguien vaya a descartar una carta vital para que en su lugar la juegue.
  • Pausas: cuesta recordar las pistas estando concentrados, así que os podéis imaginar qué pasará si alguien se despista con el móvil, se levanta a por no se qué o hace cualquier otra cosa que pueda distraer la atención del juego. Perderemos el hilo de la partida y tendremos que comenzar de nuevo.

Mi veredicto

Y con esto cerramos la reseña de Hanabi ¡Qué espectáculo! un juego de mesa cooperativo que nos llevará a compartir información valiosa con nuestros compañeros para que conozcan sus cartas. Esto les permitirá jugarlas en el momento adecuado para conseguir la partida perfecta pero… ¿se acordará? Pongamos a prueba nuestra memoria con Hanabi y esta nueva edición, la cual le da un salto de calidad al juego a nivel componentes e introduce nuevas expansiones que amplía la profundidad del juego para a quienes se les quede corto jugar al modo básico. Un gran juego en el que todos aportamos nuestro granito para lograr el objetivo final y nos asegura momentos emocionantes y divertidos. Si somos capaces de controlar que se respeten los límites en la comunicación y que no se despiste el personal de la partida, disfrutaremos de una buena experiencia de juego. Por ello le doy mi emblema de juego distinguido.

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