Lo más probable es que no os sorprenda la siguiente afirmación, pero a la mayoría de las personas no les gusta limpiar. Es un trabajo invisible que por lo general, suele ser poco agradecido; se puede considerar una pérdida de tiempo, ya que podríamos estar haciendo cualquier otra cosa que nos satisfaga más; y encima hay algunas labores que son un tanto asquerosas. Es por eso que hoy os venimos a hablar de uno de esos quehaceres domésticos que muchos odian con todas sus fuerzas.
Friegas tú es un juego de mesa de la editorial Cacahuete Games. En él, los jugadores se enfrentarán en las inmediaciones del fregadero, lugar en el que depositarán cubiertos, tazas, platos, sartenes y cacerolas, todo sucio y pringoso. ¿Y quién se va a encargar de fregar todo esto? Pues aquel que no encuentre un hueco en el fregadero para dejar sus cosas. ¡Hagamos malabares e intentemos escaquearnos!
Número de jugadores: | 2 – 8 |
Duración: | 20 minutos |
Edad mínima: | 8 años |
Género: | gestión de mano colocación de losetas |
Complejidad: | 1,00 / 5 |
Editorial: | Cacahuete Games |
Diseño: | Jorge Tabanera |
Ilustración: | Jorge Tabanera |
Precio recomendado: | 12,71€ |
Índice
Preparación de partida
Para jugar una partida a Friegas tú, tomamos las cartas de cacharro y las especiales, las barajamos y formamos un mazo de robo que dejamos al alcance de los jugadores.
Repartimos 3 cartas a cada jugador (5 en partidas a 2 jugadores).
Dejamos suficiente espacio en el centro de la mesa para poder jugar y ya estamos listos para empezar.
¿Cómo se juega a Friegas tú?
Una partida a Friegas tú se desarrolla a lo largo de 3 rondas. En cada una de ellas, los jugadores tratarán de deshacerse de los cacharros de su mano, dejándolos en el fregadero cumpliendo unas sencillas reglas de colocación.
Comenzando por el jugador inicial y en sentido horario, cada uno hará en su turno una acción de entre las siguientes:
- Colocar un cacharro: elige una carta de cacharro de su mano, la pone en la zona de juego, que de aquí en adelante se llamará fregadero, y roba una nueva carta del mazo. Al colocar una carta tendrá que tener en cuenta que:
- Debe estar adyacente ortogonalmente a una carta ya colocada (si la hay).
- El tamaño máximo del fregadero es de 4×4.
- Tras poner la carta, el valor total de las cartas de la fila y columna (por separado) donde se ha dispuesto no puede sumar más de 7 puntos.
- Jugar una carta especial: escoge una carta especial de su mano, aplica su efecto y repone robando del mazo. Las hay de 4 tipos:
- Paso de fregar: el jugador salta su turno airoso. Se puede jugar en un turno ajeno para bloquear otras cartas especiales.
- Viene el casero: obliga a fregar al resto. Se reparten las cartas del fregadero entre los demás jugadores en sentido horario, quienes las colocan en sus pilas personales de cacharros.
- Tenemos visita: igual que la anterior, solo que en esta ocasión se reparten entre todos, incluido el que la ha jugado, quien será el último en tomar carta en cada vuelta.
- Fiesta en casa: el jugador pone la carta frente a él. De aquí en adelante, cada vez que elija la acción colocar un cacharro, pondrá en juego 2 cartas en lugar de 1. Esta carta permanece activa hasta que alguien friega.
- Fregar todo: si no puede (o quiere) hacer ninguna de las acciones anteriores, es el momento de ponerse manos a la obra y fregar los cacharros. El jugador coge todas las cartas del fregadero y las añade a su pila de cacharros.
Así, la ronda transcurre con normalidad hasta que los jugadores se quedan sin cartas. Cuando esto suceda, quien tenga menos cartas en su pila de cacharros se queda todas cartas que hubiera en el fregadero. Tras ello, cada uno cuenta la cantidad de cartas que tiene en su pila de cacharros y lo anota en una hoja o móvil, antes de empezar una nueva ronda, en la que preparamos el setup inicial de partida.
Fin de la partida
Una vez terminada la tercera ronda, sumamos todos los puntos adquiridos en cada una de ellas. El jugador que tenga menos gana la partida a Friegas tú.
Reseña del juego de mesa Friegas tú
El arte de fregar o de escaquearse de hacerlo. En Friegas tú afrontamos la tan temida tarea de fregar los cacharros de la cocina. ¿O tal vez no? No os hagáis los locos, pues estamos seguros de que en más de una ocasión habréis hecho la triquiñuela de dejar algo en el fregadero esperando a que otro lo haga. La cuestión es que el que venga después, pensará lo mismo, así hasta que la torre de cosas sea insostenible y finalmente a alguien le toque fregar todo. ¡Aunque solo haya dejado una cucharilla!
Friegas tú es el primer juego de mesa de Jorge Tabanera, quien se ha encargado tanto del diseño como de las ilustraciones. Un peculiar y desenfadado arte que ha dejado grabado en el interior de nuestra copia, la cual pillamos en la pasada edición del Festival Internacional de Juegos de Córdoba, donde además nos explicó in situ este título.
Nos encontramos con un sencillo juego de cartas en el que tendremos un claro objetivo. Deshacernos de los cacharros que tenemos e intentar no ser los pringaillos de turno a quienes les toque fregarlos, cuando no quepan más cosas y se nos acaben las excusas. Un divertido juego al estilo la patata caliente, con mucho pique y tensión por querer quedarnos con el menor número de cartas posible.
Para ello, se nos plantea un juego de colocación de losetas/cartas bastante asequible, donde dispondremos cartas en la zona de juego procurando no sobrepasar, ni las dimensiones de la cuadrícula ni la suma de los valores de las cartas en la fila y columna sobre la que hemos actuado. Contaremos en todo momento con tan solo 3 cartas en mano, por lo que tendremos que gestionar nuestra corta mano para decidir qué carta jugar en cada momento.
Los valores de las cartas de cacharro van desde el 1 hasta el 6. Lo ideal es quitarse de encima las más altas para que nuestra mano de cartas no se sature de cartas con las que podamos quedarnos bloqueados cuando la cosa se complique, siendo interesante guardarse las más bajas para poder librarnos de fregar cuando el fregadero esté a rebosar.
Pero si no podemos, o queremos, dejar cosas en el fregadero, siempre hay una salida. ¡Será por evasivas! Estar estudiando, en el baño o leyendo el periódico, son algunas de las frases típicas que pueden hacernos pasar turno sin tener que mover un dedo. Por su parte, las cartas especiales «viene el casero» o «tenemos visita», romperán los planes de los jugadores, obligando a coger cartas del fregadero cuando nuestros adversarios ya daban por hecho que no iban a tener que fregar en esta ocasión. En definitiva, cartas que añaden un punto de interacción directa que le sienta bien y hace que el juego tenga un punto de puteo que lo hace divertido.
Pros
- Sencillez: reglas simples que permiten que la toma de decisión sea rápida y que los turnos sean dinámicos, lo que lo convierte en un juego accesible que se puede sacar a mesa con facilidad con grupos ocasionales y familiares.
- Piques: ¡cómo la vida misma! Evitaremos fregar a toda cosa, forzando a que otros sean los que tengan que fregar los cacharros, usando todo tipo de zancadillas, ya sea porque les dejamos el fregadero repleto de cosas o porque jugamos una carta que obligue a repartir «amor» entre los jugadores.
- Formato: cajita de tamaño reducido donde el aire brilla por su ausencia, estupenda para llevar de viaje y en la que además se ha ilustrado la cuna de la caja, como si fuera un fregadero con todo tipo de detalles.
Contras
- Azar: el robo de cartas del mazo juega un papel clave para poder sortear nuestro turno. No tener cartas de valores bajos ni tampoco especiales cuando haya muchos cacharros en el fregadero puede ser determinante.
- Variabilidad: no cuenta con ningún elemento que de pie a que las partidas varíen entre sí, por lo que podemos llegar a quemarlo si lo jugamos con regularidad.
- Escalabilidad: lo hemos jugado a 2, 4 y 6 jugadores y las sensaciones han sido muy dispares. A 2 el juego peca de excesivo control, habiendo cartas como la del casero o la visita que no me terminan de convencer, mientras que a muchos jugadores el descontrol es muy alto. Me encaja mejor en un rango de 4 a 6 jugadores.
Mi veredicto
Y con esto vamos cerrando la reseña de Friegas tú, un filler con alma de party game en el que trataremos por todos los medios de esquivar la tediosa tarea de fregar los cacharros de la cocina. Un juego ligero, dinámico y que asegura piques y risas constantes entre los jugadores por ver quién es el que friega menos, ¡o el que friega más! Sin embargo, el elevado azar, la falta de variabilidad y que no escala relativamente bien juega en su contra, y es por ello que se lleva mi emblema de juego aprobado.