Una noche como otra cualquiera, los fantasmas salen a la calle para pasarlo bien y, si encarta, hacer alguna que otra trastada. En esta ocasión, se han animado a visitar un antiguo hotel de la zona, lugar que han puesto patas arriba, despertando a todos los huéspedes. ¿Qué harán ahora?

Escondite Fantasma es un juego de mesa de la editorial Tranjis Games. En él, nos convertimos en un grupo de jaleosos fantasmas que, después de montar un enorme revuelo en un hotel, tratan de huir atravesando el vestíbulo sin ser detectados. Escondámonos tras los muebles y evitemos que la clientela nos vea a través de las ranuras de las cerraduras de las habitaciones. ¿Cuántos lograrán escapar sin ser vistos?

Portada de Escondite Fantasma
Número de jugadores:2 – 4
Duración:30 minutos
Edad mínima:8 años
Género:movimiento por áreas
grid movement
Complejidad:1,00 / 5
Editorial:Tranjis Games
Diseño:Amine Mohamed
Phil Vizcarro
Ilustración:Sylvain Aublin
Precio recomendado:29,71€

Preparación de partida

En primer lugar desplegamos el tablero de juego en el centro de la mesa y ponemos sobre este los 6 muebles como nos plazca, siempre y cuando todos queden en el interior de la cuadrícula de 6×6.

Posteriormente, cada jugador se sienta en un lado de la mesa y elige un color. Toma los 6 fantasmas de su color y los coloca frente a él formando su reserva.

Hecho esto, cogemos la cerradura y las ponemos al azar en una de las puertas del vestíbulo.

Barajamos las cartas de movimiento y tomamos 5 por jugador, este será el mazo de juego. Las cartas restantes se devuelven a la caja, incluidas las de campanadas de medianoche, las cuales veremos más adelante en la variante.

Por último, el jugador inicial recibe el dado y ya estamos listos para jugar una partida a Escondite Fantasma.

¿Cómo se juega a Escondite Fantasma?

Una partida a Escondite Fantasma transcurre a lo largo de 5 rondas. Cada una de ellas consta de 2 fases de juego.

Fase de movimiento

En esta primera parte, los jugadores se turnan para reubicar muebles y mover a sus fantasmas por el tablero de juego.

En su turno, el jugador activo roba una carta de movimiento y aplica sus efectos:

  1. Si aparecen muebles, elige uno de ellos y tiene total libertad para ponerlo como y donde quiera (de lado, boca abajo, encima de un fantasma, etc.). Solo hay que recordar que dicho mueble no se haya movido con anterioridad en esa ronda y que este no exceda los límites de la cuadrícula de 6×6.
  2. Hecho esto, utiliza el número de la carta, valor que indica el total de casillas que va a poder mover sus fantasmas. Para ello, hay que tener en cuenta que:
    1. Sus fantasmas entrarán al tablero por las puertas de su lado del tablero.
    2. Saldrán por el lado opuesto del tablero.
    3. Un fantasma no puede entrar y salir del tablero en la misma ronda.
    4. Los movimientos se realizan ortogonalmente.
    5. Los fantasmas, al contrario que los muebles, siempre han de estar de pie.

PD: si al realizar algún movimiento de mueble o fantasma, desplazamos por error alguna figura, la colocamos de nuevo donde estaba.

Finalizado nuestro turno, le toca al siguiente jugador, de modo que todos juguemos un turno antes de pasar a la fase de escondite.

Fase de escondite

Los jugadores lanzan el dado y quien saque el resultado más alto, además de ser el jugador inicial de la siguiente ronda, escoge en qué lado de la mesa se va a poner la cerradura. Aquí es importante resaltar que la cerradura no puede permanecer dos rondas seguidas en el mismo lado de la mesa y que un jugador tampoco puede decidir de nuevo, al menos hasta que todos hayan tenido la oportunidad de elegir una vez.

Tras ello, tira el dado para determinar en qué puerta de ese lado del tablero se dispone la cerradura, se cuadra perfectamente con las marcas del tablero y se comprueba si pillamos in fraganti a algún fantasma.

Si a través de la cerradura se ve uno o más fantasmas, estos regresan a las reservas de sus respectivos propietarios.

Fin de la partida

Cuando se acaben las cartas de movimiento se termina la ronda y se procede al recuento de puntos.

Cada jugador recibe tantos puntos de victoria (PV) según el tamaño de los fantasmas que han conseguido atravesar el vestíbulo. Adicionalmente, se reciben PV extra en función de los fantasmas que permanezcan en el tablero.

El jugador con más PV se lleva la partida a este Escondite Fantasma.

Variantes

Se pueden jugar por separado o combinar sin ningún problema:

  • Campanadas de medianoche: a partir de la segunda ronda, al inicio de la ronda el jugador inicial roba una carta de este nuevo mazo y la lee en voz alta antes de proceder con las fases habituales. Estas provocan efectos varios que tienen lugar antes, durante o al final de la ronda y que pueden afectar a uno o varios jugadores.
  • Fusionar fantasmas: jugamos solo con los pequeños y, si queremos poner en juego los medianos y grandes, tenemos que recurrir a las llamadas fusiones. Así, si al finalizar nuestra fase de movimiento tenemos en una misma casilla dos fantasmas, estos pueden combinarse para conseguir uno de mayor tamaño. 2 pequeños se transforman en uno mediano, mientras que uno pequeño y otro mediano dan lugar a uno grande, devolviendo los fusionados a nuestra reserva para tenerlos de nuevo disponibles.

Reseña del juego de mesa Escondite Fantasma

Cuando llega la noche este antiguo hotel se transforma, albergando a múltiples fantasma amigables que recorren sus pasillos, escondiéndose de la vista de los humanos, los cuales por sus travesuras entre muebles no paran de escuchar extraños ruidos. Por tanto, como ayudantes de estos graciosos fantasmas, que nos recuerdan por estética a los espectros de Casper, tendremos que echarles una mano para encontrar el escondrijo perfecto, en el que no sean descubiertos por las miradas curiosas.

Escondite Fantasma es un título familiar que transforma el clásico juego del escondite en un entretenido juego de mesa. En este, contamos como zona de juego un tablero de cuadrículas y como potenciales refugios los muebles dispuestos por el hotel, desde un sofá hasta un carrito del servicio. Nuestra misión como ayudantes fantasmales es llevar a nuestros aliados de un extremo del tablero al otro, esquivando las miradas de los humanos.

Para lograr salvar las espaldas del mayor número posible de fantasmas de nuestro color, debemos gestionar de forma adecuada nuestras cartas y los elementos móviles del tablero, fomentando un desplazamiento seguro y planificado. De esta manera, aunque les sonría la suerte a nuestros rivales en las tiradas de dados, pudiendo elegir la zona de observación, si hemos medido bien nuestro pasos y refugiado a nuestros espectros, no debemos temer ser descubiertos. Sin embargo, cualquier esquina visible cuenta, así que cuidado con asomar un pie por debajo de la mesa, nuestros oponentes estarán muy atentos a cualquier tropiezo.

Este juego de estilo familiar, es perfecto para los peques de la casa, ya que cuenta con una temática y un diseño muy atractivo para ellos. Les llamará la atención desde un primer momento, siendo fantástico para pasar momentos juntos con algo de tensión y muchas risas. Escondite Fantasma es un divertido juego que también destaca por su valor educativo trabajando con los más pequeños la numeración y la orientación espacial, así como la lógica y planificación a medio plazo, junto al aprendizaje de superar el sentimiento de la frustración que quizás genere el ser cazado de un vistazo.

Una original propuesta en la que lo más entretenido es ocultar a los fantasmas en los muebles disponibles, meditando tanto la posición del mueble como la ubicación del fantasma. Y es que este mobiliario da mucho juego pudiendo ser colocado boca abajo, inclinado, apoyándose unos elementos sobre otros o cualquier opción que nuestra imaginación nos permita. Eso sí, los fantasmas siempre deben estar de pie, para poder huir al próximo destino con rapidez. Además, quiero resaltar la buena función que nos puede hacer el espejo, sobre todo para encontrar o intimidar, logrando que huyan, a los espíritus rivales, ya que este varía y amplia el ángulo de visión de los laterales. Mucho ojo, cuando nos coloquen el espejo cerca, pues nuestro cobijo puede dejar de ser un espacio seguro.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que no da igual qué fantasma consigamos llevar a la salida, existiendo figuras de diferentes tamaños que, por el nivel de dificultad para esconderlos, cambian de valor. Así, los más pequeños aportan menos PV que el más grandote de todos, puesto que hallar un recoveco para este será una tarea más compleja. Sin embargo, la diferencia de puntos nos potencia a arriesgar más a los fantasmas más canijos, dejando más salvaguardados a los de mayor tamaño, siendo esta una posible maniobra de distracción a llevar a cabo. Por ello, usemos algo de estrategia a la hora de desplazar y ocultar a nuestros amigos fantasmales, para que la batalla al escondite sea lo más reñida posible.

Asimismo, mencionar que es un juego infantil con turnos rápidos y ágiles. Las acciones son muy sencillas de ejecutar, lo que da dinamismo a las partidas, cuyos elementos no paran quietos mucho tiempo en un mismo lugar, especialmente en partidas a mayor número de jugadores. Eso sí, a pesar de ser un juego que se puede jugar bien al rango completo de jugadores indicado, es cierto que con 3 y 4 jugadores la experiencia es más entretenida, loca y, por consiguiente, más graciosa.

Pros

  • Divertido: el clásico juego del escondite llega a la mesa de juegos para nuestros peques, quienes pasarán un buen rato tratando de ocultarse lo mejor posible para no ser vistos y, por supuesto, eligiendo el lado de la mesa para dar caza a los fantasmas rivales, devolviéndolos a la casilla de salida.
  • Educativo: además de disfrutar con sus partidas, los más pequeños y pequeñas de la casa trabajarán aspectos esenciales para su desarrollo cognitivo como la lógica-matemática, la orientación espacial y la creatividad, al darle un escondite a sus amigos fantasmagóricos.
  • Calidad componentes: tanto la temática como sus llamativos elementos captan de un primer vistazo la atención. Sus diferentes y conseguidos muebles nos sumergen en la partida, así como nos ofrecen múltiples y útiles recovecos para ocultar a nuestros coloridos fantasmas.

Contras

  • Cartas especiales: estas cartas, que ofrecen efectos adicionales en la partida, carecen de texto o simbología que explica su utilidad, siendo necesario recurrir al reglamento para aclarar la acción a realizar.
  • Azar: el lanzamiento del dado más alto da la oportunidad de cazar a un fantasma enemigo, así como la puerta también se decide por puro azar del dado, dejando a la suerte el descubrimiento o no de los fantasmas. Quizás por mala fortuna, hasta desvelemos uno de nuestro color.
  • Colores oscuros: los colores verde y azul, son fríos y más difíciles de identificar cuando miramos por la mirilla de la cerradura. Por el contrario, los colores amarillo y rojo se ven mucho mejor en los escondites fallidos. Es por ello que, en ocasiones, puede dar lugar a algún que otro rifirrafe sobre si se ha descubierto o no a un fantasma del rival.

Mi veredicto

Escondite Fantasma es un entretenido juego familiar de corte infantil, en el que los más peques disfrutan escondiendo a sus amigos fantasmales de las miradas de los huéspedes. Para cumplir nuestra misión, tendremos que utilizar los muebles del hotel, construyendo unas rápidas guaridas con nuestra creatividad. En esta graciosa carrera del otro mundo, es crucial tener cuidado con los ángulos de visión de la cerradura y que la fortuna nos ilumine con el dado para cazar, sin ser cazado. Un juego educativo que trabaja la orientación espacial, la imaginación y la lógica que da juego con los peques, por ello se merece mi emblema de juego de mesa recomendado.

Juego recomendable para una ludoteca estándar
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