Emboscados, un juego de mesa entre presas y depredadores

Tiempo atrás, los guardianes secretos se comprometieron a cuidar y preservar el bosque, para que todas las especies que vivieran en él, pudieran coexistir sin que ninguna se impusiera a la fuerza. El control de los guardianes sobre la selección natural permitió que ninguna de las especies desapareciera… ¡al menos hasta ahora! Los guardianes, cansados de su papel secundario, han pasado a la acción. Cada uno tiene sus propios intereses para defender determinadas presas y alimentar a ciertos depredadores. ¿Lograremos que nuestras animales se conviertan en los reyes del bosque?

Emboscados es un juego de mesa de la editorial Rocket Lemon Games en el que los jugadores harán lo posible para que sus depredadores se coman la mayor cantidad de presas, y a la par evitar que sus presas no sean devoradas por otros depredadores. ¡Esto me huele a chamusquina!

Preparación de partida

En primer lugar, disponemos las cartas de depredador formando una fila y dejando espacio debajo para colocar el resto de cartas que vayamos jugando a lo largo de la partida. Esta zona en su conjunto será el bosque.

Tomamos las cartas de presa, las barajamos y creamos un mazo de robo. Revelamos las 3 primeras para conformar el suministro, y colocamos junto a este las fichas de cría a modo de reserva.

A continuación, repartimos aleatoriamente a cada jugador una carta de identidad de presa y otra de depredador (sus objetivos durante la partida), además de 3 cartas especiales. Estas se pueden consultar en cualquier momento, pero se deben mantener ocultas al resto de jugadores.

Elegimos jugador inicial y comenzamos la partida a Emboscados.

¿Cómo se juega a Emboscados?

Una partida a Emboscados se juega durante un número indeterminado de turnos, hasta que un jugador consigue 9 puntos de victoria (PV), o bien se agota el mazo de cartas. Para conseguir tal cantidad de PV, al inicio de la partida a cada jugador se le hace entrega de un par de cartas de identidad secretas. Estas marcarán sus objetivos, contando cada uno con un depredador, con el que intentará dar cazar a muchos animales, y con una presa, especie animal vulnerable que tiene que proteger a toda costa de los depredadores.

Todo esto quedará reflejado en el bosque, zona de juego compuesta por 5 columnas y un número incierto de filas, área que iremos rellenando conforme avance la partida. Cada columna está capitaneada por un depredador, quien permanece fijo en la parte superior y que cazará a las presas que haya en su columna. ¿Pero cuántas?

El depredador caza las presas más cercanas de su columna y se va alejando hasta comerse tantas presas como pueda sin superar un valor total de hambre de 4 (cada presa da de 1 a 3 de hambre). ¡Ojo! Las presas cazadas permanecen en el bosque por lo que, en función de los cambios que provoquemos, podrán pasar de cazadas a protegidas y viceversa. De este modo, las presas que estén en el rango del depredador contarán como cazadas, dando 1 PV al dueño de dicho depredador, mientras que cada presa salvada también dará 1 PV al jugador que esté protegiendo a la especie en cuestión.

Teniendo claro cómo puntuamos nuestras cartas de identidad, pasamos a ver en qué consiste un turno de juego. En su turno, el jugador activo realiza una de las siguientes acciones:

• Jugar una presa: elige una carta del suministro (o la primera del mazo de robo) y la pone en el primer espacio libre en una de las 5 columnas disponibles para posteriormente reponer el suministro si fuera necesario. No obstante, si al poner en juego una presa, esta queda adyacente ortogonalmente a otra de la misma especie (la columna 1 está conectada con la 5), se produce uno de los siguientes efectos:
  • Emparejamiento: si son de género opuesto, cogemos una ficha de cría y la ponemos sobre una de ellas. Esta ficha vale como 1 PV.
  • Lucha: si son del mismo género, la presa que estuviera antes se retira de la partida y desplazamos las cartas inferiores hacia arriba.
• Jugar una carta especial: escoge una carta de su mano, aplica su habilidad y la descarta.

Fin de la partida

Cada vez que se juegue una carta, ya sea de presa o especial, se alterarán los PV de los jugadores. Si en algún momento alguien consigue 9 PV, aunque no sea su turno, detiene la partida para comprobarlo y, de ser así, se lleva la partida a Emboscados.

Si no, se sigue jugando hasta que alguien los consiga o se acabe el mazo, instante en el que se finaliza la partida y pasamos al recuento de PV para determinar el vencedor.

Reseña del juego de mesa Emboscados

Nos adentramos en un frondoso bosque que parece sacado de un cuento. Un lugar encantado donde nosotros, como guardianes secretos del bosque, velaremos por el bien común… ¿o tal vez no? El plan inicial que marcaron los dioses ancestrales se ha caído cual hoja otoñal y ahora, cada guardián solo tiene ojos para un par de especies. ¿Os lo podéis creer?

Emboscados es un juego de cartas que nos presenta partidas ligeras para jugar en grupos familiares o con amigos que son menos jugones y a los que les apetezca echar algo distendido, dinámico y con bastante interacción.

El objetivo es sencillo, conseguir 9 PV antes que los demás. Ahora bien, para obtenerlos, cada jugador contará con la ayuda de 2 tipos de animales diferentes, depredador y presa. Como ya hemos comentado con anterioridad, el juego se desarrolla principalmente en columnas, donde en cada una de ellas encontraremos un depredador en la parte superior y debajo iremos jugando las distintas presas que estos podrán (o no) comerse. La meta, lograr que nuestro depredador dé caza a la mayor cantidad de presas de los otros jugadores, y que nuestras presas escapen de las garras de los depredadores.

Hasta aquí el juego es muy simple, pero con un par de ajustes se le incorporan unos giritos interesantes que le dan vida a este Emboscados. Por un lado los efectos de adyacencia entre cartas de la misma especie. Si juntamos un par de presas de la misma especie, según su género, conseguiremos que se reproduzcan, surgiendo una cría que dobla los puntos de la carta que la posea, o que elimine una de ellas, alterando la zona de juego. Esto abre la estrategia del juego, pues a la hora de escoger y jugar una carta no solo tenemos que considera cuál interesa más a un jugador u otro para ponerla en una columna u otra, sino que además deberemos de estar atentos a las parejas de presas que puedan surgir y sus posibles efectos en cadena.

Por otro lado, las cartas especiales. Cada jugador tiene 3 de un solo uso, las cuales pueden dar mucho juego al modificar notablemente el bosque, ya sea cambiando animales o crías de sitio, eliminando alguna presa o ampliando el rango de caza de un depredador. Estas, al ser ocultas, son una baza importante para los jugadores, por lo que hay que tenerlas presentes desde el inicio de la partida, para poder orientarlas y sacarles el máximo rendimiento, y también aguantarlas lo suficiente como para que otro jugador no pueda rompernos los esquemas.

Pros

• Sencillo pero con estrategia: el juego en esencia es simple, lo que facilita que se pueda explicar y jugar con cualquier tipo de jugador, aunque entre las cartas especiales y las sinergias entre cartas de la misma especie, se consigue que el juego tenga su punto estratégico para que apetezca sacarlo con mayor recurrencia.
• Interacción: desde el principio de la partida estaremos fastidiando a los demás jugadores, jugando presas de los demás en nuestro depredador y haciendo uso de las habilidades de las cartas especiales y de las parejas de animales, siendo habitual que saquemos de quicio a otros jugadores cuando ya saboreaban la victoria.
• Arte: las ilustraciones del juego merecen mención especial, con un estilo alegre y relajado en tonos pastel, ideal para el público al que va dirigido.

Contras

• Azar: para ganar la partida necesitamos obtener puntos de ambas cartas de identidad. Sin embargo, quedamos a merced del orden de aparición de las presas en el suministro, pues de cada tipo de presa hay un total de 5 cartas y en algunas partidas a un jugador le han salido la mayoría demasiado pronto o pero aún, no han llegado a salir antes de que alguien obtuviera los 9 PV, no pudiendo hacer nada para esquivar la derrota.
• Escalabilidad: siempre se juega con todas las cartas, provocando que a 2 o 3 jugadores haya un exceso de frentes que apenas tienen incidencia en partida. En cambio, a 4 y 5 funciona estupendamente al estar cubiertas todos los depredadores y presas.
• Seguimiento de puntos: cada jugada puede variar la puntuación de cualquier jugador, por lo que los jugadores que requieren algo más de tiempo en contar sus puntos pausarán algo más de la cuenta el ritmo de partida.

Mi veredicto

Y con esto vamos cerrando la reseña de Emboscados, un filler accesible al que se le añaden un par de elementos que le dan un toque estratégico que hace más entretenidas las partidas. El tira y afloja de los jugadores por llevarse las presas a los espacios que les interesan hacen que las partidas sean reñidas y divertidas, habiendo una disputa constante que le sienta bien y que incluso anima a los jugadores a echar una revancha. No obstante, el azar juega en su contra y a pocos jugadores sobra zona de juego. Por ello, le doy mi emblema de juego de mesa aprobado.