Con sus más de 300 metros de altura y sus 7000 toneladas de hierro, la Torre Eiffel no solo fue en 1889 el arco que daba la bienvenida a La Exposición Universal de Paris, sino que además se convirtió por derecho propio en el símbolo más importante de la ciudad. ¿Qué hubiera sido de esta feria mundial sin ella? Sin duda no hubiera sido lo mismo. ¿Y por qué no aparece en Paris, la cité de la lumière?

Su autor, Jose Antonio Abascal, se había guardado un as en la manga para lo que sería Paris: Eiffel, la expansión de este juego de mesa, cuya estética parisina y jugabilidad no ha dejado indiferente ni a los amantes de los abstractos ni a los que guste jugar en pareja.

Portada de Paris: Eiffel
Número de jugadores:2
Duración:30 minutos
Edad mínima:8 años
Editorial:Devir Iberia
Diseño:J.A. Abascal Acebo
Ilustración:Oriol Hernández
Precio:13,46€

¿De qué va Paris, la cité de la lumière?

Paris, la cité de la lumière es un entretenido juego de mesa en el que los jugadores se baten en duelo para construir un barrio emblemático de la ciudad, de cara a ultimar hasta el más mínimo detalle de esta exposición de la que todo el mundo habla.

La partida transcurre a lo largo de 2 fases, que jugaremos de forma simultánea alternando turnos cortos y directos. En nuestro turno, tenemos que decantarnos entre el par de acciones que tenemos disponibles, las cuales varían de una fase a otra.

En la primera, nos centraremos en preparar el tablero de juego, colocando para ello una serie de losetas con adoquinadas de colores que nos permitirán o privarán a la hora de poner nuestros edificios en la fase posterior. ¿Y qué edificios son esos? Junto a esta acción, también tenemos la posibilidad de reservarnos edificios con forma de poliominós. Todas únicas y diferentes entre sí, que iremos escogiendo según vayamos componiendo el tablero, con la intención de jugarlas en el tablero.

Una vez completada la cuadrícula de 16 losetas, pasamos a la segunda fase del juego. En ella, como hemos comentado, también alternaremos turnos y decidiremos entre 2 acciones. Podemos colocar alguno de nuestros edificios sobre los adoquines que sean de nuestro color o neutros, procurando que toque la mayor cantidad de farolas. ¡Qué no falta la luz! No obstante, el tablero se irán comprimiendo y los espacios comenzarán a escasear, lo que nos llevará a intercalar la colocación de edificios realizando acciones variadas por medio de las postales. Estas amplían nuestras posibilidades al puntuar con elementos y efectos distintos, que tendremos que usar en el momento adecuado para sacarles el máximo partido.

Cuando ya no sea posible jugar ningún edificio más ni queden postales por usar, es hora de pasar al recuento final. ¿Quién habrá ganado la partida a este Paris? Este es un breve resumen del juego. Si queréis saber más, os dejo la reseña de Paris, la cité de la lumière para que podáis leerla.

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¿Qué aporta Paris: Eiffel?

Paris: Eiffel es una expansión que no altera las mecánicas básicas del juego, pero incluye 8 nuevas postales de acción que podemos combinar con las 12 que vienen en la caja del base. Al igual que en la exposición, la Torre Eiffel acaparaba la gran mayoría de las miradas, aunque no estaba sola. Veamos que hacen las nuevas postales:

  • Arc de Triomphe: de los 3 espacios que ocupa, los extremos deben tocar adoquines del color del jugador. No puntúa como edificio iluminado pero sí se considera en la agrupación de edificios de mayor extensión, pudiendo conectar áreas de edificios no adyacentes entre sí.
  • Catacombes de Paris: se pone sobre un espacio de adoquines de nuestro rival y, si este decide poner un edificio sobre él, nos dará la mitad de los puntos que este edificio le otorgue.
  • Hôtel des Invalides: único elemento de la expansión que cuenta como edificio a todos los efectos. Se juega en un espacio de adoquines propio y además nos da 1 PV por cada espacio entre este y el límite del tablero más próximo.
  • Musée du Louvre: se pone sobre uno de nuestros edificios ocupando un tamaño de 2×1. Nos concede 1 PV por espacio libre (sea farola o adoquín) ortogonalmente a la Gioconda.
  • Notre-Dame de Paris: ponemos la gárgola en un edificio del oponente para que este puntúe para ambos cuando hagamos el recuento de los edificios agrupados.
  • Obélisque de Louxor: se coloca en un espacio de nuestro color y le otorga a cada jugador 3 PV por edificio en la misma fila o columna.
  • Quartiers Pauvres: nos da de 1 a 8 puntos según cuantos laterales del tablero toquemos con al menos un edificio.
  • Tour Eiffel: abarca una extensión libre de 2×2 y duplica el valor de las farolas que hay debajo de ella. Adicionalmente, da 2 PV a cada jugador por los adoquines de su color que ha pisado la Torre Eiffel.
¿Qué se le abrá perdido a La Gioconda?

De este modo, ampliaremos las opciones a la hora de configurar la partida, teniendo un mayor abanico de posibilidades entre las que elegir. Siempre contaremos con 8 tarjetas en mesa, por lo que el salto de 12 a 20 postales es considerable para que la variabilidad y rotación de las mismas se consolide, algo que viene genial para aquellos que juegan con frecuencia a este título. Esto pone a nuestra disposición nuevas formas de puntuación que difieren de las que ya conocíamos, dándole un aire fresco que le sienta bien.

Cada una de las postales van encaminadas a aumentar nuestra puntuación de una forma u otra, pero me gustan especialmente aquellas que añaden interacción directa con el otro jugador, como ya vimos con las postales de Chartier y Metropolitain de Paris, la cité de la lumière al poder arrebatar un adoquín ajeno o tapar una farola que le venía genial. En esta expansión nos encontramos con la gárgola y la calavera, las cuales nos permiten beneficiarnos de los edificios del rival, o la Torre Eiffel, cubriendo un área que aunque aumenta el valor de las farolas puede servirnos para obstaculizar un área que el oponente necesitaba a toda costa.

Las postales se pueden escoger al azar, aunque recomendamos hacerlo procurando que haya un equilibrio entre las mismas, para que no se sature el tablero de elementos. ¿Dónde vamos a poner los edificios si no? En casa hemos optado por meter un draft inicial de selección, en el que nos turnamos para elegir las 8 postales de la partida y así empezamos a jugar en la misma preparación.

Con estas postales el juego también cobra protagonismo en 3D más allá de la bailarina y el pintor de Paris, la cité de la lumière. Incluye edificios vistosos como la Torre Eiffel, el Obelisco de Lúxor y el Arco del Triunfo que una vez montados podemos guardar sin problema en la caja. Nosotros hemos aprovechado que en el juego base entraba todo demasiado justo para repartir componentes y así no tener que ingeniárnoslas para encajar todo.

Por otro lado, también viene con un cuaderno de puntuación impreso a doble cara. Este nos echará una mano a llevar el recuento de puntos, no teniendo que recurrir a papel y lápiz o al móvil, pudiendo guardar la partida para recordarle a nuestro compi de juego que tenemos que echar una revancha pronto.

Múltiples postales con emblemas de la ciudad en 3D