Para lograr un café perfecto, es tan importante seleccionar cuidadosamente el grano, con su punto de acidez y aroma para acentuar su característico sabor, como clavar el punto de tueste del mismo. Durante el proceso de tostado, el grano se tostará primero a un color ligeramente dorado, seguido de un tono marrón más oscuro. Cuanto más oscuro se tueste el grano, más amargo y fuerte será el sabor del café, así que mucho ojo con no quemarlo.
Coffee Roaster es un juego de mesa de la editorial Delirium Games. Una propuesta exclusiva para jugar en solitario en la que gestionaremos el tostado de los granos de café que tenemos a nuestra disposición, hasta dar con la combinación ideal que nos permita hacer una taza de café de una calidad premium.
Número de jugadores: | 1 |
Duración: | 10 – 30 minutos |
Edad mínima: | 12 años |
Editorial: | Delirium Games |
Diseño: | Saashi |
Ilustración: | Andrea Boekhoff Takako Takarai |
Precio: | 26,96€ |
¿De qué va Coffee Roaster?
Coffee Roaster es un juego de mesa con mecánicas de bag building y push your luck, en el que pondremos a prueba nuestra habilidad y suerte en la gestión y tostado de granos de café, con los que previsiblemente prepararemos una taza de café que esté de escándalo.
Para ello, vamos a contar con la inestimable ayuda de una bolsa de tela, la cual prepararemos al inicio de la partida con las fichas indicadas en la carta de café, entre las que encontraremos granos de café sin tostar, algunos todavía duros, otros defectuosos, fichas de humedad y otras tantas de sabores varios.
Adicionalmente, sabremos de antemano nuestro objetivo de partida, que será elaborar un café que se acerque lo máximo posible al punto de tueste óptimo, y además que contenga ciertos sabores que lo harán irresistible para el mejor de los paladares.
A partir de ahí, la partida se divide en 2 fases de juego que determinarán nuestro éxito como aprendices o maestros tostadores.
La primera, llamada fase de tueste, nos lleva a sacar varias fichas al azar de la bolsa según muestre el marcador de termostato, para posteriormente decidir qué hacemos con las mismas, antes de tostarlas y repetir el proceso, o por el contrario plantarnos y pasar a la siguiente fase.
Cada vez que saquemos fichas de la bolsa retiramos las de humedad, colocamos en nuestro tablero si nos apetece algún sabor para desbloquear ventajas varias (unas instantáneas y otras activables en la próxima fase) y tostamos un nivel cada grano de café. Tras ello, echamos todos los granos recién tostados a la bolsa, junto con los sabores sin usar y puede que alguna ficha de humo, y nos planteamos si queremos volver a jugar la fase o si creemos que tenemos una bolsa lo suficientemente buena como para aventurarnos a hacer la taza de café.
Si hemos elegido la segunda opción, entramos en la fase de prueba de taza. En ella, vamos sacando las fichas de una en una y elegimos, si la añadimos a la taza o si la ponemos en la bandejita para descartarla. De esta forma, iremos componiendo nuestra taza hasta que esté completa, tras lo cual sumaremos los puntos de los granos para averiguar qué punto de tueste hemos conseguido, si le hemos dado el toque de sabor que necesitaba y cuantos puntos nos restamos al haber sacado fichas que no aportaban nada bueno a nuestra taza.
Primeras sensaciones
Coffee Roaster es un título para jugar en solitario que ha tenido buena acogida más allá de nuestras fronteras, tanto entre los amantes del café como entre los entusiastas de los rompecabezas, desde su lanzamiento en 2015.
El juego nos permite elegir entre una amplia variedad de granos de café, proponiéndonos un total de 22 retos diferentes que le da un punto de variabilidad, con 3 niveles de dificultad para que pueda jugarlo todo el mundo y cuyas cartas vienen agrupadas por bloques para que juguemos 3 partidas seguidas, logrando así una experiencia de juego más completa.
Nos encontramos con un juego de mesa con una exigencia media, donde la gestión de las fichas que tenemos en cada momento tiene más peso del que pensamos a priori, a pesar del punto de aleatoriedad que obviamente aporta la bolsa.
A medida que avanza la fase de tueste, debemos colocar estratégicamente las fichas, en el tablero para conseguir unas mejoras u otras en función de como vaya la partida, o en la bolsa aumentando el grado de tostado de los granos para aproximarnos a la puntuación máxima. Sin embargo, no basta con tostar cada vez más y más granos, ya que la fase de prueba de taza tiene tanto azar, que si no optimizamos la cantidad de fichas en la bosa, nos la jugamos a que salga vete tú a saber qué fichas, haciendo un café que no se lo daríamos ni al peor de nuestros enemigos.
Aún no siendo un apasionado del café, puedo dar fe de que Coffee Roaster es un juego que verdaderamente captura la esencia de la preparación del café. La mecánica, aunque es simple y accesible, es desafiante, ofreciendo un juego adictivo como el propio café, en el que si te despistas lo más mínimo puedes liarla bastante, lo que mantiene al jugador entretenido durante toda la partida bajo esta entretenida propuesta cafetera.