¿Qué mejor inspiración para un arquitecto que la propia naturaleza? Y es que la belleza de las plantas, flores y luz del sol, no puede superar ninguna otra. Por ello, surge el modernismo o art nouveau, que rompen con la estética tradicional, resaltando la fuerza visual de la flora en sus fachadas y acorde con la revolución industrial, se incorporan elementos de hierro y múltiples vidrieras. En este juego, nos convertiremos en arquitectos modernistas de Bruselas, en la Belle Époque, que desean construir su obra, consiguiendo equipararse a grandes artistas del momento como Víctor Horta o Paul Hankar. ¡Hagamos que nuestro nombre no se olvide fácilmente, superando nuestros rivales!

Bruxelles1983: belle époque es un juego de mesa de la editorial Maldito Games, en el que rivalizaremos con el resto de arquitectos, por lograr ser los artistas más prestigiosos de esta época dorada. Para ello, utilizaremos a nuestros trabajadores con estrategia, construyendo bellas casas en las mejores zonas, atrayendo a nobles para nuestro beneficio, gestionando recursos y alcanzando las mayorías frente a los contrincantes. Una tarea con una gran competición, que debemos planificar con astucia, y sin que nos tiemble el pulso, como buenos arquitectos.

Número de jugadores:2 – 5
Duración:45 – 120 minutos
Edad mínima:14 años
Género:control de área
subasta
draft
worker placement
Complejidad:3,44 / 5
Editorial:Maldito Games
Diseño:Etienne Espreman
Ilustración:Ammo
Precio recomendado:58,46€

Portada de Bruxelles 1893: belle époque

Preparación de partida

En primer lugar, preparamos la zona común de juego, un enorme tablero compuesto por 3 subtableros. De izquierda a derecha:

  • Tablero de Bruselas:
    • Compás: giramos las agujas para que señalen los iconos de madera y piedra, además de poner la ficha de flecha sobre el icono de cristal.
    • Taller: apilamos las obras de arte por colores en los distintos espacios.
    • Mercado artístico: colocamos el indicador de mercado en las cuadrículas centrales.
    • Reservas: dejamos los materiales, tanto los cubos de hierro, madera y piedra como los comodines.
    • Valor de mercado: formamos un mazo con tan solo 5 cartas de valor de mercado (una por ronda).
    • Prestigio: barajamos todas las cartas de prestigio y hacemos un mazo de robo.
    • Nobles: retiramos determinadas cartas de noble indicados en el manual y barajamos las 21 restantes, formando un mazo del que revelamos las 4 primeras.
  • Tablero de Art Nouveau: en la parte inferior situamos la loseta de prestigio, en cuyos espacios ponemos cartas de prestigio que iremos revelando del correspondiente mazo; y encima de esta loseta vamos colocando las losetas de acciones, por su lado con icono de compás.
  • Tablero de belle époque: colocamos tantas fichas de 100 PV (puntos de victoria) como jugadores haya en partida.

Dejamos a un lado las monedas (de aquí en adelante bajo las siglas FB) a modo de suministro.

Todo listo para una partida a 3 jugadores

Posteriormente, cada jugador escoge un color y recibe:

  • Un tablero de arquitecto por su lado A.
  • 1 ficha de obra de arte a su elección.
  • 1 carta de noble de Georges Brugmann.
  • 6 losetas de casa que pone en los espacios reservados de su tablero.
  • Figuras de arquitecto: se queda 5 frente a él y deja 2 en los juzgados del tablero de Bruselas. Adicionalmente en partidas a 2 jugadores, cada uno recibe también un arquitecto neutro de un color que no esté en juego.
  • 4 discos: 1 al inicio del track de PV del tablero de belle époque y los demás al inicio de los 3 tracks de su tablero de arquitecto (tracks de lirio, corona y arquitecto).
  • Se elige al jugador inicial, quien recibe el marcador pertinente, la loseta de ángulo y 5 FB. Los demás jugadores obtienen en sentido horario 1 FB más que el jugador anterior.

Y con esto ya estaríamos listos para jugar una partida a Bruxelles 1893: belle époque.

El jugador rojo tiene todos sus componentes preparados para jugar

¿Cómo se juega a Bruxelles 1893: belle époque?

Nuestro objetivo en Bruxelles 1893: belle époque es conseguir la mayor cantidad de PV, que representan nuestro nivel de prestigio como artista modernistas. Para ello, gestionaremos nuestros recursos, atraeremos a nobles como mecenas, construiremos bellas casas en el centro de la ciudad, compraremos-venderemos obras para enriquecer su atractivo, logrando así ser los arquitectos más reputados de la ciudad de Bruselas en esta dorada época.

La partida se desarrolla a lo largo de 5 rondas. Cada una de ellas se compone de 3 fases de juego.

Fase A: planificación

Se revela la carta de valor de mercado superior del mazo para, en función del número de jugadores y siguiendo las líneas perpendiculares de la carta (horizontal-vertical), se determinarán 2 puntos del tablero de Art Nouveau. Estos coinciden con símbolos de lirios, los cuales se encuentran en las intersecciones de los espacios de acción de las losetas de acción, y que a su vez cada uno divide el tablero en 4 áreas.

Ahora el jugador inicial, quien posee la loseta de ángulo, elige uno de estos 2 lirios y pone el ángulo sobre este, de forma que su lado abierto abarque el área más grande, es decir, recoja el mayor número de espacios de acción posible. De aquí en adelante este será el área activa.

Eligiendo cómo colocar el ángulo para elegir el área activa

Fase B: acciones

Partiendo del jugador inicial, y siguiendo en sentido horario, los jugadores se turnan para jugar una acción o pasar. En partidas a 2 jugadores, antes de empezar esta fase, los jugadores se turnan para poner su arquitecto neutro en un espacio de acción libre del área activa del tablero de Art Nouveau para bloquearlos.

Las acciones disponibles podemos diferenciarlas por tableros:

Acciones del tablero de Art Nouveau

El jugador activo coge un arquitecto de su reserva y al menos 1 FB y los pone en un espacio de acción vacío del área activa. Tras ello, si puede y quiere realiza la acción asociada a dicho espacio. Veamos cada una de ellas:

  • Acción de taller: gana 1 ficha de obra de arte. Escoge la que quiera del taller (salvo la negra) y la añade a su reserva personal.
  • Acción de venta:
    1. Elige una de sus obras, cuyo color no puede coincidir con las dos visibles en el mercado artístico.
    2. Cuenta cuantas obras tiene actualmente y decide si mueve o no el indicador de mercado. Este se desplaza ortogonalmente y cómo máximo tantos espacios como obras tenga antes de esta venta.
    3. Coloca la obra en el mercado artístico. En una casilla libre si la hubiera y si no en una ocupada, devolviendo antes una de las obras a la reserva.
    4. Recibe FB y PV, tantos como marque la posición del color de la obra vendida en el indicador de mercado.
La acción de venta nos permite ganar FB y/o PV
  • Acción de nobles:
    1. Escoge un noble del tablero de Bruselas y paga el coste asociado a su posición.
    2. Ejecuta la acción de la carta.
    3. Decide si se queda la carta o no. Si lo hace la pone frente a él, girándola 90º para indicar que ya se ha activado; y si no la descarta.
    4. Repone el suministro, desplazando previamente las cartas de noble a la derecha.
  • Acción de materiales: elige 2 materiales cuales quiera de la reserva (excepto el comodín) y se los queda.
  • Acción de construcción:
    1. Para construir una casa, primero hay que pagar los materiales de construcción. La cantidad de recursos a pagar viene determinada por la fila del tablero de arquitecto donde se encuentre la casa, empezando de abajo hacia arriba. Mientras que los tipos de recursos (material, monedas o comodín que hace la función de ambas) por las agujas del compás, donde hay que pagar al menos un tipo de cada.
    2. Recibe 5 PV si no ha hecho uso de ningún comodín para la construcción.
    3. Avanza una casilla cualquiera de las agujas del compás, siempre y cuando estas nunca coincidan en la misma casilla.
    4. Coloca la loseta de casa en un espacio de acción libre del tablero de Art Nouveau, ya sea del área activa o no.

Si el jugador elige un espacio de acción donde haya una casa de otro jugador, este último recibe un beneficio puntual en función del tipo de acción en el que se encuentre:

  • 1 obra negra en la acción de taller.
  • 1 PV por obra en su haber en la acción de venta.
  • Activar uno de sus nobles disponibles en la acción de nobles.
  • 1 material en la acción de materiales.
  • 1 PV por casa construida en la acción de construcción.
La acción de construir casa nos posibilita ocupar un espacio de acción libre

Acciones del tablero de Bruselas

A diferencia de los espacios del tablero de Art Nouveau, aquí sí se puede repetir espacio de acción. En partidas a 2-3 jugadores, el primer jugador en ocupar un espacio pone 1 arquitecto, el segundo en repetir espacio pone 2, y así sucesivamente. Por su parte, en partidas a 4-5 jugadores, el primer y segundo jugador en ocupar un mismo espacio ponen 1 arquitecto, el tercer y cuarto jugador ponen 2, y así sucesivamente.

A continuación, veamos en qué consiste cada espacio de acción:

  • Acción de valor de mercado: obtiene FB, tantos como indique la carta de valor de mercado de esta ronda.
  • Acción de gran plaza: activa nobles que tenga aún disponibles, tantos como marque el track de corona.
  • Acción de parque del cincuentenario: replica cualquier acción del tablero de Art Nouveau.
  • Acción de mercado de Santa Catalina: recibe 3 comodines.
El jugador azul repite la acción de parque del cincuentenario

Pasar

Cuando un jugador pase, este no podrá jugar lo que resta de fase. Todos obtendrán tantos FB como losetas de obra tengan en su poder. Adicionalmente, el primero en pasar se llevará también una carta de prestigio del mazo, la cual deja boca abajo frente a él, y también tantos FB como indiquen las cartas de prestigio que ha ido acumulando boca abajo al pasar primero en cada ronda.

El primero en pasar se queda la carta de prestigio del mazo

Fase C: bonificaciones

En esta fase, resolveremos simultáneamente 3 mayorías:

  • Mayoría por columnas:
    1. Primero, se comprueba qué jugador ha contribuido con más monedas a cada columna del área activa. El jugador que lo haga recibe la carta de prestigio que hay debajo de la columna.
    2. Posteriormente, pasamos a determinar el jugador inicial de la siguiente ronda. Cada jugador suma los símbolos de Manneken Pis de las cartas de prestigio que acaba de ganar y adicionalmente, el que pasara primero en la fase anterior añade 2 más de la carta que robó del mazo. El jugador que acumule más símbolos pasa a ser el jugador inicial, y en caso de empate se cede al siguiente en sentido horario.
    3. Por último, los jugadores eligen qué hacer con cada carta de prestigio. Para cada una pueden elegir entre:
      • Bonificación: canjean el beneficio intermedio de la carta, con el que podrán subir un disco de un track (de lirio, corona o arquitecto) o recuperar un arquitecto de los juzgados.
      • Puntuación por filas estratégicas: pueden solapar la carta horizontalmente en el lateral derecho de su tablero de arquitecto, asociando los símbolos de PV con uno de los requisitos de puntuación de fin de partida. En cada ronda no se puede poner más de una carta en cada requisito, las cuales se puntuarán al final de la partida.
  • Mayoría de lirios: por cada lirio del tablero de acción que esté rodeado por completo por 4 figuras de arquitecto, en los espacios de acción adyacentes al lirio, el jugador (o jugadores) que tenga más figuras recibe tantos PV como indique su track de lirio.
  • Mayoría de Bruselas: el jugador (o jugadores) que pusiera más arquitectos en espacios de acción del tablero de Bruselas, deja uno de sus arquitectos en los juzgados.
El jugador que más apueste en cada columna se lleva la carta inferior

Fin de la ronda

Antes de empezar la siguiente ronda, llevamos a cabo el mantenimiento para preparar la siguiente ronda:

  • Cada jugador recupera los arquitectos jugados, salvo los que estén en los juzgados.
  • Devuelve los FB utilizados en el tablero de Art Nouveau.
  • Cada jugador endereza los nobles para tenerlos de nuevo disponibles.
  • Descarta la carta de noble situada más a la derecha del suministro, desplaza los demás y repone.
  • Repone las cartas de prestigio, descartando previamente las no obtenidas durante la ronda.
  • Descarta la carta de valor de mercado.

Fin de la partida

La partida a Bruxelles 1893: belle époque termina tras la quinta ronda y pasamos al recuento de PV. Cada jugador:

  • Penalización por nobles: pierde 5 PV por cada noble por el que no pueda pagar su coste.
  • PV por construcciones: gana una cantidad variable de PV por cada casa construida, en función de la posición del disco en el track de arquitecto.
  • Materiales: 1 PV por cubo sobrante que no sea comodín.
  • Jugador inicial: 5 PV por tener el marcador de jugador inicial.
  • Filas estratégicas: cada uno de los 4 requisitos de puntuación concede de forma predeterminada 1 PV por elemento (por cada arquitecto, noble, casa y cada 4 monedas). Puntuación que se multiplica dependiendo de las cartas que se hayan ido solapando en la fase de bonificaciones.

El jugador con más PV se lleva la partida a este Bruxelles 1893: belle époque.

Track e ilustración del tablero de puntuación

Modalidades

  • Expansión belle époque. Amplio añadido que incluye:
    • Nuevas cartas con las que potenciaremos acciones varias, las cuales obtendremos construyendo las casas como pabellones, y que también conceden PV extra por filas entre rondas.
    • Cartas de final de partida que nos llevaremos a cambio de perder arquitectos.
    • 2 tipos de nobles nuevos, con los que ganaremos visitantes, nueva figura que usaremos solo en el tablero de Bruselas; y obras blancas, obras comodín pero que valen la mitad de FB y PV.
    • Cristal como nuevo material de construcción.
  • Variante asimétrica: cada jugador parte con un tablero personal de arquitecto asimétrico, con sus ajustes y habilidades diferentes entre sí que nos permitirá enfocar la partida desde un punto de vista distinto en función del personaje que nos haya tocado.
El jugador azul se decanta por una de las losetas de final de partida

Reseña del juego de mesa Bruxelles 1893: belle époque

La belleza de la naturaleza inunda las calles de Bruselas con luz y vivos colores. Con el surgir del modernismo en el siglo XIX, la arquitectura da paso a su edad dorada o belle époque, en la que se cuida con mimo la estética de los edificios, con originales líneas curvas, mosaicos y vidrieras que se inspiran en elementos naturales. El encanto de estas obras artísticas influye a nuevos arquitectos, como nosotros, al querer llevarnos el prestigio y la fama al unirnos a esta revolución arquitectónica, que ha encandilado a los nobles de la ciudad. ¡Convirtamos en los nuevos arquitectos referentes del Art Nouveau con nuestro proyecto!

Con esta misión, buscando alcanzar una alta reputación artística, se presenta el juego de mesa Bruxelles 1893 cuyas mecánicas principales son la colocación de trabajadores, junto con la obtención de mayorías y pujas. Este eurogame de peso medio-duro, con conceptos fáciles de asimilar y acción sencillas de ejecutar, cuya dificultad recae principalmente en la toma de decisiones óptima a realizar en cada turno, con respecto a la distribución de nuestros trabajadores, pujas o los intentos de torpedear a los adversarios en sus planificaciones.

Juego de colocación de trabajadores, mayorías y subastas

En el tablero de Art Noveau, colocaremos a nuestros meeples con una apuesta de dinero (al menos 1 moneda), es fundamental meditar con estrategia ambas elecciones. Pues, su disposición nos ayuda a lograr la mayoría con los lirios (situados en las intersecciones de cada acción) y el dinero asociado a ganar las cartas de cada columna. Por tanto, posicionar a nuestros trabajadores en este tablero no solamente nos permiten hacer la acción asociada a cada espacio de la cuadrícula disponible en dicho momento, sino que también a disputarnos importante triunfos, como PV con los lirios y cartas de prestigio, que nos pueden dar suculentas recompensas, como subir en los tracks, nuevos trabajadores o PV que asociar a una fila estratégica de puntuación al final de partida.

Este último aspecto mencionado, es crucial al darnos un buen empuje de PV, sobre todo si centramos nuestra partida en alcanzar el máximo en uno de los requisitos, añadiendo todas las cartas de prestigio con puntuación que consigamos a esa fila. La más rentable puede ser la asociada a los meeples, ya que a su vez con más trabajadores podemos hacer más acciones durante cada ronda. No obstante, la fila de cartas de nobles también puede ser una buena opción, pero teniendo en cuenta que debemos aprovecharlos bien, ya que al finalizar la partida habrá que pagar su pertenencia en nuestra zona de juego, ya que de no ser así nos penalizan con puntos negativos.

Las puntuaciones por filas juegan un papel clave al final de la partida

Un plus de Bruxelles 1893, que le aporta variabilidad a las partidas, es que el tablero de Art Noveau es modular. Esto permite diferentes distribuciones de las acciones, así como destacar el uso del elemento de la escuadra para ajustar la zona disponible en cada ronda, adaptándose al número de jugadores, lo que mejora la escalabilidad del juego. A pesar de que el tipo de mecánicas de pujas o mayorías no suelen funcionar a 2 jugadores, en este juego se ajusta con el tablero y los meeples neutros, que hacen que sea disfrutable a este número también. No obstante, es cierto, que la experiencia de juego es mejor a 3 o 4 jugadores, con más tensión por adelantarnos a las intenciones de los rivales para entorpecer sus planes o no ser perjudicados nosotros por ellos.

En este tablero, se desarrolla el groso del juego, pujando por las cartas, logrando la mayoría de lirios y realizando acciones. Por ello, nuestra colocación debe ser muy meditada, ya que cometer errores nos puede suponer regalar un espacio privilegiado al oponente, haciéndonos perder pujas o mayorías competidas. Bruxelles 1893 requiere, por tanto, una buena estrategia de planificación, en la que analicemos las consecuencias que pueden acarrear nuestros pasos, para no dar ninguno en falso, y mucho menos que favorezcan al resto de oponentes. Incluso, si sabemos jugar nuestros meeples con astucia, podremos poner a nuestros rivales contra las cuerdas, haciendo que tomen las decisiones equivocadas. Por ejemplo, usando el tablero de Bruselas, para no decantar nuestros intereses de mayorías o pujas hasta encontrar un momento decisivo, en el que con un solo meeple podemos adueñarnos de una puja.

Los jugadores se disputan los lirios en el tablero de Art Nouveau

Con respecto al tablero de Bruselas, destacar como el movimiento del compás tras cada construcción de casas, nos puede ayudar a desestabilizar los planes de nuestros contrincantes, siendo necesario echar un ojo a los recursos de los que disponen o disponemos antes de tomar una decisión. Asimismo, colocar nuestros trabajadores en los espacios de acción de este tablero aporta grandes beneficios (gran suma de dinero, activación de nuestros nobles, realizar una acción del tablero Art Noveau a nuestra elección o recibir 3 recursos comodín), además del hecho de que podemos repetir espacio, con ciertos requisitos de número de trabajadores en juego. Pero supone un riesgo, ya que si somos los jugadores que tienen más meeples en esa región al finalizar la ronda, perderemos uno de ellos, que seguramente echaremos de menos en las siguientes ronda y no es una tarea tan fácil su recuperación.

Además, es fundamental que vayamos subiendo los tracks de nuestros tableros personales. Estos nos dan el poder de aprovechar al máximo nuestros progresos, en el logro de mayorías en los lirios, subiendo la cantidad de PV que recibimos; en el uso de las cartas de nobles, aumentando el número de cartas que podemos activar al usar el espacio del tablero de Bruselas; o la cantidad de PV que vamos a recibir por las casas construidas en el tablero de Art Noveau al final de la partida. No vamos a poder potenciarlos todos, por lo que debemos decidir por cual decantarnos, ir a todo nos puede suponer no destacar en ninguno, ganando una cantidad de PV no tan considerable o desperdiciando las habilidades de nuestros nobles conseguidos.

Ascender en los tracks adecuados puede ser clave en la partida

Las cartas de los nobles son un buen aliciente para obtener diferentes recursos o avances, siempre que sepamos elegir cuales pueden ser más beneficiosas para nuestra planificación de juego. Su mantenimiento al final de la partida tiene un coste, como he comentado, por lo que debemos conservar las que más nos pueden interesar a posteriori. Mientras que el resto, el juego permite usarlas una vez y luego, descartarlas. Una forma de aprovecharnos momentáneamente de su habilidad, sin asumir la necesidad de tener que pagar por ellas u obligarnos a restarnos PV.

Otro elemento que cobra especial relevancia en Bruxeles 1893 es la construcción de casas, con recursos y monedas, dándonos PV inmediatos y al final de la partida si subimos en nuestro track. Y no solamente esto, sino que nos aporta un beneficio extra cada vez que otro jugador usa la acción asociada a nuestra casa. Estas ventajas cambian según el tipo de acción, pero todas son lucrativas, desde 1 PV o materia, hasta la activación de una carta de noble o obra de color negro. Por tanto, es conveniente saber colocarnos en el tablero en una zona central, que no se queda aislada por la escuadra, y en una acción cotizada.

Jugar un arquitecto sobre la casa de otro jugador le da a este último un bonus

En cuanto a las losetas de obras negras, su adquisición nos permite no quedarnos bloqueados en la compra-venta de obras, al ser difíciles de adquirir. De esta forma, conseguimos PV y saldo con el indicador de mercado, que moveremos según nuestro interés. La venta de obras es la forma más rápida de obtener dinero, que es un recurso fundamental para ganar las pujas y colocar trabajadores en el tablero. Pero hay que tener en cuenta, que su conservación también nos otorga ganancias al final de cada ronda y PV al final de la partida. Debemos considerar que nos conviene más en nuestro planteamiento de partida.

Bruxeles 1983: belle époque tiene una estética algo recargada, quizás para ser más fiel a la época que quiere simular. No es un juego que nos atrape a simple vista, pero sí se vuelve un placer, si nos gusta la interacción y competición. Además, cuenta con módulos para expertos que le aportan mayor complejidad y rejugabilidad a las partidas, aportando nuevos elementos y asimetría entre jugadores.

Los pabellones conceden a su propietario PV extra por filas

Pros

  • Formato mayorías: es muy original la doble finalidad que nuestros trabajadores ocupan en el tablero de Art Noveau, compitiendo por la mayoría en lirios para recibir PV cada ronda, así como las pujas que se asocian a estos para ganar la disputa por las cartas de prestigio de cada columna. Por tanto, la disposición de meeples en este tablero debe ser meditada para intentar pelear ambas batallas, haciendo frente a los rivales.
  • Variabilidad: en este euro hay múltiples opciones para progresar y obtener PV, por lo que tras cada partida nos quedamos con ganas de probar otras posibilidades u opción que nos hagan mejorar el planteamiento estratégico. Además, incluye dos módulos que le aportan mayor rejugabilidad con asimetría por jugadores y nuevos elementos que aumentan la complejidad, con la incorporación de los visitantes, cartas de final de partida o el recurso de los cristales.
  • Exigente: durante la partida a Bruxelles 1983: belle époque estaremos tomando decisiones cruciales en cada paso que demos, por lo que requiere que analicemos con determinación táctica y estrategia nuestras actuaciones. Existen multitud de vías de avance, hay que meditar la más óptima para nosotros a posteriori.

Contras

  • Diseño: a pesar de ser una nueva edición, su estética e ilustraciones hacen que parezca un juego más anticuado, quizás con la intención de simular su época. No lo hacen un juego llamativo visualmente. Y en algunos aspectos su simbología no es clara, como en la construcción de edificios que solamente aparecen cubos, cuando también puede ser pagado con monedas, según la dirección de las agujas del compás.
  • Análisis Parálisis: es un juego exigente con múltiples vías de progreso y con un posicionamiento de trabajadores despiadado entre jugadores, por lo que es común que los jugadores necesiten meditar su turno, lo que provoca que se puede alargar la duración de la partida.
  • Curva de aprendizaje: a pesar de que las acciones son sencillas de comprender y realizar, existe una alta carga de conceptos y sobre todo factores a tener en cuenta para disfrutar de la partida y no acabar barrido por los contrincantes, lo que acentúa la diferencia entre jugadores nóveles y expertos. Un juego con una dura interacción en las mayorías, que pueden desbalancear fácilmente la partida, si no se ofrece resistencia.

Mi veredicto

Bruxelles 1983: belle époque es un euro de peso medio-duro, en el que colocamos trabajadores como arquitectos, para realizar acciones, a la vez que pujamos por cartas y luchamos por distintas mayorías. Un juego con mecánicas y acciones sencillas de ejecutar, pero con múltiples factores interrelacionados a tener en cuenta, que nos obligan a no despistadnos en ningún momento durante la partida. Pues, los errores se pueden pagar caros, al ser aprovechados por nuestros rivales. Esta toma de decisiones constante en busca de optimizar nuestro turno es lo que aumenta la complejidad de Bruxelles, no siendo apto para jugadores ocasionales o con baja experiencia en juegos de mayorías con alta interacción. Un juego con alta disputa, que escala bien a cualquier número de jugadores. Por todas estas razones y las comentadas en la reseña, Bruxelles 1983: belle époque se merece mi emblema de juego distinguido.

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