Desde las Llanuras del Temblor hasta los pies de las montañas Akaishi, se extiende el bosque que da nombre a todos los bosques. Un lugar mágico en el que los espíritus pueden vivir libres buscando trascender y donde, desde tiempos inmemoriales, habita el gran espíritu, protector del bosque que mantiene nuestro hogar repleto de vida, paz y armonía. No obstante, todo llega a su fin y cada cierto tiempo, este gran espíritu debe de partir, dejando tras de sí el bosque y por supuesto, un digno sucesor que reemplace el gran vacío que este dejará.

Así se nos presenta este Bitoku, un eurogame de edición propia de Devir Iberia y diseñado por Germán Millán, en el que nos convertiremos en los espíritus bitoku que se han preparado durante siglos para sustituir al gran espíritu. Pero ahora llega el momento de la verdad y tan solo contamos con 4 años para realizar todo tipo de labores con las que demostrar que somos los adecuados para suplir al gran espíritu del bosque. ¿Quién se hará con tal privilegiado honor?

Número de jugadores:1 – 4
Duración:120 minutos
Edad mínima:14 años
Género:gestión de mano
set collection
worker placement
Complejidad:3,71 / 5
Editorial:Devir Iberia
Diseño:Germán P. Millán
Ilustración:Edu Valls
Precio recomendado:53,96€

Portada de Bitoku

Preparación de partida

Una partida a Bitoku requiere de un despliegue importante en mesa, por lo que dividiremos el set up en dos apartados.

Tablero central

Comenzamos disponiendo el tablero de juego en el centro de la mesa por el lado que corresponda según el número de jugadores. En partidas a 3-4 jugadores, se insertarán además una serie de piezas en el propio tablero. A continuación veremos la configuración de este, de arriba hacia abajo para una mejor comprensión.

En la parte superior se encuentra tanto el marcador de fases como el de rondas, donde colocamos la ficha de pagoda y la de gran espíritu en las casillas iniciales de sus respectivos marcadores.

Pasamos a mezclar por separado los 2 tipos de losetas de puerta torii y rellenamos los huecos habilitados para estas en las sendas de la sabiduría. Las sobrantes se devuelven a la caja, pues no se usarán durante la partida.

Justo debajo están las colinas Hikaru. Tomamos las cartas de bitoku y de yōkai, barajamos ambos mazos (dejando a un lado las iniciales de yōkai) y completamos los espacios con una carta de cada, superponiendo las primeras sobre las segundas cubriendo parcialmente estas últimas. Las restantes compondrán los mazos de robo.

El bosque, situado en la zona central del tablero, está subdividido en 5 regiones. Ponemos en cada una de ellas una loseta de tesoros de lago, mientras que los edificios milenarios se distribuyen en las casillas indicadas dependiendo del número de jugadores. Y justo en el centro de este se encuentra un espacio para colocar boca abajo el mazo de cartas de visión, que habremos barajado previamente.

Seguimos descendiendo y nos encontramos con otras 5 áreas. Ponemos las losetas de roca iwakura en los huecos del jardín de rocas y, en cuanto a las losetas de libélulas, mitamas, edificios y cristales, formamos un par de pilas de robo en sus áreas correspondientes y revelamos tantas losetas como espacios haya.

Por su parte, formamos una reserva común que estará compuesta por todos los recursos (jade, madera, piedra y sake), además de multiplicadores de recursos, indicadores Hikaru y fichas de amuleto.

Zona del jugador

Cada jugador escoge un color y recibe un tablero personal y una serie de elementos de su color que coloca en este:

  • La bandera se pone en la ranura superior derecha.
  • Los dados se ubican en los espacios rojos, dejando visibles los valores 3, 2 y 1 de izquierda a derecha.
  • Debajo de las losetas de tesoros de lago del tablero central se encontraban los llamados marcadores de kodamas. Ponemos un kodama de nuestro color en el primer espacio de cada uno de ellos y, en partidas a 2 jugadores, utilizamos un color neutro para cubrir el cuarto hueco de cada.
  • Ponemos 3 peregrinos despiertos en la zona habilitada junto a nuestra bandera. Por su parte, los demás se colocan por el lado dormido debajo de cada espacio de loseta de cristal de nuestro tablero personal.
  • Las fichas de jugador se sitúan:
    • En la parte inferior derecha de nuestro tablero, iniciando lo que será la senda del bitoku.
    • En el marcador de orden de turno (al azar).
    • En el inicio del track de puntuación, conocido como marcador de ascensión.
  • Preparamos las construcciones en los huecos reservados para estas.
  • Un mazo inicial de 5 cartas de yōkai.

Adicionalmente, tomamos una libélula al azar de la pila de robo y una roca iwakura de las que sobraron, colocando ambas en nuestro tablero, y concretamente esta última en la casilla más a la izquierda de su zona. Cogemos una carta de visión y la ponemos a un lado boca arriba y, como elementos iniciales, una madera, un jade y un amuleto de +1.

Y con esto ya estaría el set up listo para jugar una partida al juego de mesa Bitoku, así que empezamos.

¿Cómo se juega a Bitoku?

Bitoku se juega a lo largo de 4 rondas, una por cada uno de los últimos cuatro años que le quedan al gran espíritu para dejar nuestro bosque. Por su parte, cada ronda se divide a su vez en 4 fases, siendo estas las estaciones del año.

Primavera: el despertar del bosque

Simultáneamente, los jugadores se equipan para jugar esta ronda.

Cada uno roba de su mazo personal tantas cartas de yōkai como sean necesarias hasta completar su mano de 4 cartas. En el caso de que este se agote, barajamos los descartes y conformamos un nuevo mazo de robo. Posteriormente, revisamos nuestras 4 cartas y ponemos en nuestro descarte personal una de ellas.

A continuación, comprobamos si tenemos en nuestro tablero alguna loseta de cristal morada. En tal caso, recibimos la recompensa reflejada en esta.

Verano: la llamada de los guardianes

En esta fase jugaremos por turnos, realizando una acción por jugador hasta que todos hayamos pasado. Las acciones disponibles son:

  • Jugar una carta de yōkai: elegimos un yōkai de nuestra mano y lo jugamos en uno de los espacios vacíos de nuestro tablero personal. Esto nos permitirá:
    • Desbloquear el dado asociado a este, el cual pasa de la casilla roja a la verde.
    • Hacer la acción de la propia carta.
    • Si tenemos una loseta de cristal rosa encima del dado, ejecutamos su acción.
  • Utilizar un dado desbloqueado: si tenemos alguno disponible, podemos llevarlo al tablero central, pero vayamos por partes:
    • Primero decidamos si queremos incrementar su valor, descartando para ello amuletos.
    • Hecho esto, es el momento de colocar el dado en un espacio libre habilitados para estos en una de las regiones del bosque (no crucemos el río para llegar a las colinas antes de tiempo).
    • De este modo, podemos hacer hasta 2 acciones:
      • La acción de bosque, salvo en el hogar del gran espíritu, solo la realizaremos si el valor de nuestro dado al menos iguala el del dado de mayor valor. En tal caso, haremos una de las opciones que no supere el valor del dado jugado. Cada región actúa sobre un tipo de elemento y su cantidad y/o precio variará según el valor de la acción realizada. Así obtendremos libélulas y mitamas que combinaremos entre sí, moveremos nuestras figuras por la ruta del bitoku (si es posible) o por la senda de la sabiduría, conseguiremos recursos, construiremos edificios, nos haremos con losetas de cristal y avanzaremos a nuestros kodamas. Mientras que en el hogar del gran espíritu no será necesario usar dados con valores específicos y, además de hacer acciones concretas, alteraremos el orden de turno de la próxima ronda.
      • En cuanto a la acción de edificio, podremos hacer la de una loseta de edificio si el valor del dado iguala o supera el de la propia loseta y, si es de otro jugador, este recibe una bonificación.
  • Cruzar el río: si contamos con algún dado en una de las 4 regiones del bosque (situadas en la parte inferior del río), podemos cruzarlo para ocupar una de las casillas de la colina que hay justo encima, salvo en partidas a 2 jugadores donde actuamos sobre 2 colinas simultáneamente. Para poner el dado en uno de los espacios libres, debemos disminuir el valor del dado en 1, pero si el dado vale 6 su valor se verá reducido a la mitad. Posteriormente hacemos una de las siguientes acciones, sobre la que pondremos un marcador Hikaru para que no pueda ser usada por otro jugador.
    • Coger la carta bitoku de la colina y la ponemos en la parte inferior derecha de nuestra senda del bitoku.
    • Tomar la carta yōkai de la colina y la añadimos a nuestra mano.
    • O elegir 2 acciones de entre estas opciones: robar 2 cartas de visión y quedarnos con 1, llevar una roca de iwakura a nuestro tablero personal, poner un peregrino despierto en nuestra ruta de las rocas iwakura y mover uno de nuestros kodamas.

Cuando hayamos agotado todas las acciones posibles, es el momento de pasar y esperar a que los demás también terminen.

Otoño: la reverencia

La región del hogar del gran bosque nos ayuda a determinar el próximo orden de turno. Los jugadores que tengan dados en las partes superiores se llevan las primeras posiciones en el marcador correspondiente. Los demás jugadores mantienen sus posiciones respecto a la ronda actual.

Invierno: el reposo del bosque

Ajustamos todo lo necesario para cerrar la ronda actual.

  • La vuelta al hogar: recuperamos los dados con su valor actual y los ponemos en los espacios rojos del tablero personal, en este caso no estamos obligados a colocarlos en un orden específico.
  • La virtud del espíritu: con un mínimo de 5 cartas de yōkai en nuestro poder, tenemos la posibilidad de descartar una de las que hayamos jugado en nuestro tablero para puntuarla.
  • La despedida de los yōkais: ponemos en nuestra pila de descartes personal solo las cartas jugadas este turno.
  • El gran espíritu avanza: desplazamos la ficha de gran espíritu en el marcador de rondas.
  • Nieve en el bosque: este paso de mantenimiento de cara a una nueva ronda solo se aplica en las 3 primeras rondas.
    • Retiramos del tablero central las cartas de bitoku y yōkai que no se hayan tomado y reponemos de sus respectivos mazos.
    • Quitamos los marcadores Hikaru que se hayan empleado.
    • Descartamos las losetas de libélula, mitama, edificio y cristal que estén en la última casilla de su zona (solo la última y si la hubiera). El resto se desplazan hacia dicha posición y se reponen los espacios sobrantes con nuevas de las pilas de robo.
    • Movemos la ficha de pagoda a la casilla de primavera y empezamos una nueva ronda.

Fin de la partida: la ascensión

En Bitoku, al finalizar el 4º invierno puntuamos, es el momento de escoger un nuevo gran espíritu. Para ello:

  • Recibimos la recompensa de las losetas de cristal moradas que tengamos en nuestro tablero personal.
  • Quien posea el primer puesto del orden de turno recibe 3 PV.
  • Según cuantas cartas de bitoku diferentes tengamos, recibimos una cantidad determinada de PV que será mayor cuantos más tengamos.
  • Comprobamos las posiciones de nuestros kodamas y recibimos los puntos de la loseta de tesoros del lago.
  • Puntuamos nuestras rocas de iwakura según los peregrinos adyacentes a estas. Así conseguiremos PV gracias a elementos que hayamos conseguido durante la partida.
  • Sumamos el valor de nuestros dados y recursos sobrantes y lo dividimos entre 4.
  • Ganamos/perdemos PV por las visiones completadas/sin completar.
  • Recibimos los puntos de virtud lila desbloqueados de nuestro tablero.

El jugador con más PV será el ganador de este Bitoku.

Bitoku: Resutoran

Bitoku: Resutoran es la tan esperada expansión de este juego de mesa, la cual incluye 3 módulos que pueden integrarse a las partidas por separado o combinándolas según guste:

  • Conversaciones introduce cartas yōkai con acciones híbridas, además de 5 nuevas rocas iwakura que aportan mayor variabilidad.
  • Kodamas incluye nuevos tesoros del lago que combinaremos con las del juego base para contar con nuevas alternativas para ganar puntos.
  • Festival trae un generoso mazo de cartas con acciones potentes que acercan aún más si cabe la interacción entre jugadores.

Una expansión que dota de mayor profundidad y estrategia si cabe a este euro de colocación de trabajadores en forma de dados. Como un exquisito menú degustación, esta expansión renueva y enriquece un plato favorito, en este caso nuestro juego favorito del autor, cuya expansión esperamos que nos siga dando muchas horas de diversión con este pasito más en complejidad y el incremento en rejugabilidad para quienes lo sacamos con regularidad a mesa.

3 nuevos módulos para dar un aire fresco a Bitoku

Reseña del juego de mesa Bitoku

Primera reseña del año y empezamos con el que sin duda es uno de los grandes títulos de la cosecha de 2021. Y es que tras su paso por SPIEL Essen 2021, donde copó las primeras posiciones de la gran mayoría de rankings y llegó a vender todas sus copias en un abrir y cerrar de ojos, no era de extrañar que llegara con fuerza su lanzamiento en la recta final del año.

Bitoku es un eurogame de peso medio-duro de colocación de trabajadores en el que tenemos que gestionar muy bien todo lo que tenemos en nuestro entorno (dados, cartas, recursos e incluso el tiempo), para saber optimizar las acciones que vayamos realizando, de tal manera que rasquemos la mayor cantidad de puntos de victoria en las 4 rondas de juego.

Nos encontramos con un juego que impone en mesa, con una propuesta estética muy vistosa y cargada de contenido, tanto material como impreso en el propio tablero. Esto provoca en primera instancia esa sensación de excesiva complejidad, que puede echar para atrás a jugadores que no estén acostumbrados a títulos de este corte. Sin embargo, no echemos a correr antes de tiempo y sentémonos a la mesa, pues veremos que aunque Bitoku aparenta ser complicado, mecánicamente es relativamente sencillo, estando su dificultad en esa gestión de la partida y en la optimización de nuestra zona de juego.

La partida se desarrolla prácticamente en su totalidad en la fase de verano, y si simplificamos las acciones a su mínima expresión, en cada turno escogeremos entre jugar una carta o colocar/mover un dado. No obstante, la cantidad de posibilidades entre las que elegir y la estrecha vinculación de todos los elementos en juego, hacen que no sea accesible para cualquier jugador, al menos en las primeras partidas, pero vayamos por partes.

Los jugadores partimos de un grupo de cartas predefinido que jugaremos en nuestro tablero personal, para realizar acciones concretas y activar el dado asociado a su espacio, liberándolo para su uso en turnos posteriores. Y aquí es donde Germán introduce este componente distintivo de Bitoku, los dados. Los meeples, recurrentes en la mecánica de colocación de trabajadores, dan paso a dados, los cuales no lanzaremos en ningún momento de la partida y cuyos valores determinarán el potencial de nuestras acciones, haciéndolas más suculentas según vayamos aumentando el valor de los mismos. De tal forma que podamos aprovechar al máximo cada turno.

Así que, tras utilizar los amuletos para poner el dado en el número adecuado, podemos llevarlo en un próximo turno al tablero central. ¿Pero a dónde? Dejemos a un lado la terminología y el arte que envuelven temáticamente al juego y centrémonos exclusivamente en el tablero, porque veremos que es más fácil de interpretar de lo que parece. Las regiones en las que ubicamos los dados están orientadas a obtener determinados elementos, que se encuentran próximos a estos en el tablero para facilitar su localización. Los espacios de cada región son muy limitados y competidos. En partidas a 2 jugadores hay un solo hueco por región (salvo en el hogar del gran espíritu) y en partidas a más, a pesar de haber más espacios, tendremos que al menos igualar el valor del dado de mayor valor, para utilizar la acción principal de la región.

Esto nos hará meter una marcha más para ocupar cuanto antes los huecos que queremos priorizar por un motivo u otro, así que tenemos que tener más o menos claro nuestro planteamiento de la ronda, en función de lo que haya en juego. No olvidemos que las losetas y cartas del tablero no se reponen durante la ronda, y estas últimas además se eliminan al final de esta, por lo que es clave medir los momentos y anticiparnos en la medida de lo posible. ¡Quién no corre vuela! Podemos anticiparnos eliminando peregrinos (ya que activan un dado sin gastar tuno) y también modificando el orden de turno, el cual nos hace medio malgastar un dado, pues este no cruzaría el río para realizar la tercera posible acción a hacer en Bitoku. Eso sí, puede ser interesante si tenemos un dado con un valor bajo y sobre todo en partidas a 2 donde podemos copiar el dado de otro jugador para hacer la misma acción que él. ¿»Desperdiciar» un 1 para aprovechar un 6? Eso sí que es dar un golpe en la mesa.

Y por último, cruzar el río para tomar esas cartas que nos harán crear nuestro propio motor de cartas, mejorar la tan llamativa senda del bitoku o hacer acciones puntuales. Pero démonos prisa, que las plazas son limitadas y no hay sitio para todos.

El juego escala estupendamente bien de 2 a 4 jugadores, ya que cuenta con tablero reversible según el número de jugadores y que podremos adaptar, colocando una serie de piezas que habilitarán los espacios necesarios para que la partida se ajuste bien al rango completo. A 2 es mucho más estratégico y tal vez lo haya disfrutado más por la duración más reducida de partida. No obstante, también funciona genial a 3-4, aunque no os puedo comentar del modo solitario ya que no lo he probado.

En Bitoku estaremos constantemente haciendo cosas, pudiendo obtener puntos casi de cualquier parte. Ahora bien, si queremos realmente ganar esta ensalada de puntos, no hay tiempo para relajarse. Tendremos que estar completamente metidos en partida, pues no hay margen de error y, aunque contemos PV durante la partida, no será hasta el final de la misma cuando se aclare el desenlace final, el cual nos puede costar discernir sobre la marcha.

Pros

  • Gestión de dados: me gusta el uso que se le da a los dados. Un sistema de colocación de trabajadores a través de cubitos original, que tendremos que estar continuamente mejorando para realizar las diversas acciones, llegando incluso a bloquear a los jugadores en los momentos idóneos.
  • Posibilidades: ante nosotros muchas opciones entre las que elegir. Hay tantos caminos que es imposible llegar a todo, lo que provoca esa sensación de que siempre podemos ajustar más las acciones en una próxima partida.
  • Producción: basta con ver las imágenes de la sesión, pero aún así vamos a dedicarle uno de los 3 puntos habituales de lo más destacado. Increíble el esfuerzo por parte de la editorial para hacer un juego con tal cantidad de componentes de buena calidad, en una caja donde el aire brilla por su ausencia y con un precio tan ajustado. Un título visualmente atrayente y con un arte muy cuidado.

Contras

  • Barrera de entrada: su espectacular y cargado tablero intimida de inicio y es hasta cierto punto confuso, al menos en las primeras partidas hasta que asimilamos las zonas. Por lo que recomiendo que en ellas comencemos haciendo un poco de todo, para coger sensaciones y familiarizarnos con el juego, haciendo uso de la hoja de ayuda que viene genial para iniciados en Bitoku.
  • Set up: la preparación de partida es muy larga, así que aprovechad esta para explicar el tablero y los componentes a los que vayan a jugar su primera partida, para echar una partida mientras a otra cosa o poneros al día.

Mi veredicto

Y con esto vamos cerrando la reseña de Bitoku, un eurogame de colocación de dados y gestión de cartas que mecánicamente es asequible, pero cuya complejidad reside en esa capacidad de saber optimizar nuestras acciones y anticiparnos a nuestros adversarios, aprovechando las acciones que hacemos por un lado para encadenar otras que nos reporten un total de puntos mayor. Un juego que puede asustar en una primera partida, pero que iremos disfrutando más conforme vaya viendo mesa, con un espléndido despliegue en mesa. Tras haber jugado a prácticamente todos los euros que me han llamado la atención de lo publicado en nuestro país en el último año, sin duda en mi top 3 de 2021. Por ello, le doy mi emblema de un señor juegazo.

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